Redacción (ALN).- Enrique Peña Nieto sube las previsiones de crecimiento para 2017 en un rango que va de 1,5% a 2,5%. Buen índice, teniendo en cuenta la crisis en Brasil y la derrumbada economía de Venezuela.
México resiste. Resiste al imprevisible Donald Trump. Si hay un muro sólido para México es la economía. Lo entiende así el gobierno de Enrique Peña Nieto. Y lo entienden así las empresas españolas que siguen apostando por este país. Peña Nieto lanza un antídoto para incrédulos, subiendo las previsiones de crecimiento para 2017 en un rango que va de 1,5% a 2,5%. Buen índice, tomando en cuenta la crisis en Brasil, el despegue lento de Argentina y la derrumbada economía de Venezuela. Ya el crecimiento del primer trimestre alcanza 2,8%, lo cual aleja la peor incertidumbre. ¿Qué ha dicho la Secretaría de Hacienda? “Aunque aún elevado, existe un menor grado de incertidumbre asociado con las políticas del nuevo gobierno de EEUU y la tensión geopolítica global. Y en los últimos meses se comienzan a observar señales de un crecimiento más sincronizado a nivel mundial, luego del periodo de crecimiento moderado y heterogéneo observado después de la crisis de 2008-2009”. La economía está siendo movida por la demanda interna y el sector externo. Un informe del BID reseñado ayer por ALnavío apunta que “México y Perú son los únicos países de la región que registraron un crecimiento sostenido del volumen de las exportaciones reales desde 2015”. Hay que anotar que, así como los inversionistas siguen apostándole a México, las autoridades observan un aumento en la confianza de los consumidores y la demanda de crédito. Sectores como el agropecuario, industrial y servicios tiraron del crecimiento en el primer trimestre de 2017; no así la minería ni la actividad petrolera. Crece la demanda del crédito particular y el crédito corporativo, a pesar del aumento de las tasas de interés con el fin de contener el rebote inflacionario. Buenas señales para Banco Santander y BBVA.