Leticia Núñez (ALN).- La mexicana Cemex y la filial alemana del grupo español ACS son las últimas firmas que se han postulado para levantar el muro. Carlos Slim ya habló sin tapujos sobre esta cuestión como un negocio y aseguró que “la mejor barda son inversiones”. El oprobio quedó atrás. Son ya varias las empresas que han hecho bueno aquel adagio mercantil que dice que nada debe interponerse nunca a los negocios. Dicho de otra manera: negocios son negocios. La humillación o los insultos racistas de Donald Trump contra los mexicanos no han impedido que distintas compañías se hayan postulado para construir el muro que el presidente de Estados Unidos pretende levantar en la frontera con México con el objetivo de frenar la entrada a su país de inmigrantes ilegales. La última ha sido la mexicana Cemex, la mayor proveedora de cemento y concreto premezclado de Estados Unidos.
El presidente de la mayor cementera del mundo, Rogelio Zambrano, aseguró este miércoles que la firma está dispuesta, si se lo solicitan, a suministrar el material necesario. En declaraciones al diario Reforma, descartó que la empresa vaya a participar directamente en la edificación del muro, cuyo valor estimado ronda los 20.490 millones de euros (aproximadamente 21.600 millones de dólares) -9,3 millones por milla de valla y 17,8 millones por milla de muro-. “Nosotros somos proveedores, no constructores”, dijo, para después rematar: “Si alguno de nuestros clientes nos pide cotizar materiales, tenemos la responsabilidad de hacerlo”.
Zambrano aseguró que Cemex está dispuesta a suministrar el cemento necesario para construir el muro / Foto: EFE
Con solo unas horas de diferencia se postuló Hochtief, la filial alemana del grupo español ACS. Su consejero delegado, Marcelino Fernández Verdes, aseguró que, aunque no tiene nada decidido, la firma no descartaría construir el muro ansiado por Trump. “Estamos abiertos a todos los contratos en Estados Unidos”, dijo este martes tras la presentación de los resultados anuales del grupo, según recoge la agencia EFE. Este país se ha convertido en uno de los principales mercados para la empresa germana. De hecho, en EEUU este año hay proyectos valorados en unos 150.000 millones de euros (aproximadamente 158.000 millones de dólares) en los principales mercados en los que opera Hochtief, entre ellos el controvertido muro.
Sin embargo, la primera compañía que vio el muro como un negocio fue la constructora mexicana Cementos Chihuahua. Apenas 16 días después de la victoria del magnate republicano, la cementera rompió el hielo. “Para el negocio en el que nosotros estamos, Trump es un candidato que favorece bastante la industria. No podemos ser selectivos. Tenemos que respetar a nuestros clientes en ambos lados”, afirmó en noviembre el director general de la compañía, Enrique Escalante. La empresa, que cuenta con un 70% de su negocio en EEUU y el 30% restante en México, es especialista en concreto, morteros y cemento de alta resistencia.
Otra que tampoco se acobarda es la compañía israelí Magal Security Systems. Está especializada en vallas de seguridad y muros divisorios, como el que separa a Israel de Egipto o el de la Franja de Gaza. Saar Koursh, presidente de la empresa, afirmó hace unos meses que están buscando crecer y Estados Unidos podría ser la oportunidad. “Nos gustaría unir fuerzas con una importante compañía de defensa de Estados Unidos que tenga experiencia con este tipo de proyectos en todo el mundo, ya que lo hemos hecho en el pasado y sin duda queremos hacerlo”, dijo al ser consultado sobre el muro por el periódico La Tercera.
“La mejor barda son inversiones”
Slim aseguró que “México es el mejor y más complementario socio” de EEUU / Flickr: UN Geneva
Sobre unir fuerzas también habló el pasado 28 de enero Carlos Slim. “La unidad nacional es la más sorprendente que he visto en mi vida. Creo que hemos aprendido esa lección. Unidos somos más fuertes y me da la impresión de que estas negociaciones están más de nuestro lado. Tengamos una posición de fuerza sin enojarnos pero sin entregarnos”, incidió Slim en una conferencia de prensa con marcado tono político. A contracorriente de las críticas, protestas en las calles y llamamientos a bloquear los productos estadounidenses en México, el magnate aseguró que Trump no es un riesgo, aunque algunas de sus ideas son “un regreso al pasado”.
También se pronunció sobre la construcción del muro en la frontera. Y lo hizo sin tapujos, con una visión puramente comercial: “La mejor barda son inversiones, actividad económica y oportunidades de empleo en México. Nuestra fuerza laboral es sobresaliente, por mucho superior a la de nuestros vecinos”, aseveró. Asimismo, destacó que “EEUU requerirá mucha mano de obra adicional”, y ahí, dijo Slim, “no tengo duda de que México es su mejor y más complementario socio”. Llegó incluso a vaticinar que “lo van a tener que construir mexicanos”.
México anuncia un decálogo de medidas
Precisamente, el tema del muro fronterizo y, sobre todo, la tibieza mostrada por el Gobierno mexicano en las respuestas que ha dado hasta ahora a Trump han provocado que cada vez haya más voces reclamando actuar de forma organizada contra las decisiones unilaterales del inquilino de la Casa Blanca. En este contexto se enmarca el discurso ofrecido por el canciller mexicano, Luis Videgaray, quien este martes anunció ante el Senado las líneas maestras de su política frente a EEUU.
En un intento de recuperar la iniciativa, el canciller mexicano habló de líneas rojas, 110 días después de la victoria de Trump. En materia de migración, afirmó que México no aceptará migrantes deportados que sean de otro país, y sobre crimen organizado recalcó que “Estados Unidos debe asumir una responsabilidad que históricamente no ha asumido y debe tomar acciones decididas para prevenir el consumo de drogas, pero también el flujo de armas”.
La primera compañía que vio el muro como un negocio fue la constructora mexicana Cementos Chihuahua
Además, el canciller defendió que México no aceptará la imposición de aranceles: “La naturaleza del Tratado de Libre Comercio debe mantenerse”. Y agregó: “México no rehúye la posibilidad de mejorar el TLCAN, pero su naturaleza fundamental, de libertad económica, debe mantenerse”. Videgaray afirmó también que en la posible renegociación del tratado deben incluirse mecanismos para mejorar los salarios de los mexicanos y exigió seguridad jurídica para las inversiones, dado que México ha sido “un lugar seguro” para los negocios de Estados Unidos.
Algo que contrasta con la respuesta ofrecida pocas horas después por el presidente estadounidense, quien afirmó que su país perdió más de una cuarta parte de los empleos creados por el sector industrial desde que se aprobó el TLCAN o NAFTA, con México y Canadá. “También hemos perdido 60.000 fábricas desde que China se unió a la Organización Mundial del Comercio en 2001”, dijo ante la sesión conjunta del Congreso, según recoge la agencia EFE. Insistió en que cree “firmemente en el libre comercio, pero también tiene que ser un comercio justo”.
América Latina, la prioridad de México
Un último apunte de la comparecencia. En esta nueva etapa diplomática, América Latina, principalmente Brasil y Argentina, serán la prioridad de México. Videgaray anunció el comienzo de una nueva era en la que “debemos acercarnos al discurso y al diálogo político, económico, de cooperación e inversión con América Latina”. “México ha sido, es y será un país latinoamericano”, añadió, en alusión al giro que darán unas relaciones con el continente que “han estado por debajo de su potencial”.
La filial alemana de ACS: ‘Estamos abiertos a todos los contratos en Estados Unidos”
Tras señalar que “se potenciarán las relaciones económicas con Argentina y Brasil”, el canciller también habló de una nueva relación con Centroamérica, más allá de lo migratorio. “Se están atendiendo los síntomas y no los problemas”, admitió.
Trump solo tiene 20 millones
Por ahora, un obstáculo financiero ha echado por la borda la promesa de Trump de usar “los fondos y recursos existentes” del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para comenzar la construcción inmediata del muro. Según un documento distribuido al personal sobre el presupuesto del Congreso la semana pasada, al que ha tenido acceso la agencia Reuters, el DHS solo ha identificado 20 millones de dólares (aproximadamente 19 millones de euros) que pueden ser redirigidos al proyecto multimillonario.
El documento señala que los fondos serían suficientes para cubrir un puñado de contratos, hacer los planos del proyecto y ponerlos en la pared, pero no para comenzar la construcción de la barrera. Para que el muro sea una realidad, la Casa Blanca necesitará convencer al Congreso de que se destinen más fondos a este fin. A la espera de las negociaciones, las empresas interesadas tienen este mes para entregar sus proyectos. El objetivo del Gobierno de EEUU es que en abril comience la adjudicación de contratos. Es, en definitiva, el negocio del muro.