Daniel Gómez (ALN).- Javier Solana y Martin Indyk, dos expertos en relaciones internacionales, llegaron a una misma conclusión para frenar a Donald Trump: hay que hacerle frente. Si China ya lo detuvo, México y la Unión Europea también pueden conseguirlo. “El siglo XXI ha dado para 100 años” y “tres años parecen las tres primeras semanas de gobierno de Donald Trump”. Ambas frases se pronunciaron en un evento organizado este viernes en Casa de América. La primera corresponde a Javier Solana, presidente de ESADEgeo y protagonista del coloquio. La segunda, a una espectadora cansada por la omnipresencia del magnate.
Pese al disgusto de la última, es Trump la persona que apresura el reloj estando siempre en el foco de la noticia. Que Casa de América haya reunido a Javier Solana, ex alto representante de la Unión Europea, y al vicepresidente del Brookings Institution, Martin Indyk, se convirtió en una oportunidad idónea para organizar un coloquio sobre el nuevo rumbo de las relaciones internacionales entre EEUU y Europa. No hubo puntos de discrepancia entre estos dos amigos y sí una conclusión: “hay que hacer frente a Trump”.
Donald Trump no solo quiere ensimismar al país que gobierna, también a aquellos con los que tiene simpatía
El eslogan de campaña del presidente, America first, es para Indyk la principal alerta que adelanta un cambio que hará “tambalear” el orden reinante, en especial el de Europa.
Como indicó Solana, “la Unión es un producto de los Estados Unidos”. Tras la Segunda Guerra Mundial, instó a los países del viejo continente a agruparse. En bloque serían más sólidos y las comunicaciones más eficaces. En vez de tener tantos canales como naciones, habría uno solo que garantizaría el entendimiento.
Solana e Indyk coincidieron en que México y la Unión Europea deben seguir el ejemplo de China / Twitter @matin_indyk
Así es como ha funcionado hasta ahora. Algunas veces mejor, otras peor. No obstante, este vínculo puede desaparecer. Donald Trump no solo quiere ensimismar al país que gobierna. También a aquellos con los que tiene simpatía. Véase Hungría o Francia, naciones miembros de la Unión donde están emergiendo líderes con un mismo perfil.
Esto pone en jaque la estabilidad del proyecto europeo. Solana apunta que Estados Unidos es “una nación imprescindible”, y lo ha sido gracias a que el país siempre adoptó una visión multilateral. Ahora, aislándose entre muros y “fomentando el surgimiento de pequeños Trump por Europa”, puede suponer un paso atrás en este acelerado tiempo.
Un hombre al que no le basta con ganar
Para frenarlo, proponen enfrentarle. “Donald Trump se ve siempre como un vencedor al que no le basta con ganar. Quiere que los otros pierdan”, explica Solana. Esta actitud explica el comportamiento tomado por el magnate en sus primeras semanas de mandato. No le gustan las grandes reuniones. Prefiere los cara a cara, o las llamadas telefónicas. “Le permiten ser más categórico”, resalta.
Ante esta actitud intimidante se necesita una diplomacia firme, que parta de igual a igual con Trump y no desde una posición subordinada. Ahí fue cuando Martin Indyk llamó la atención hablando de los tratados de libre comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés).
Si plantan cara a Donald Trump éste se llevará muchos sustos
El vicepresidente de Brookings Institution confía en que México y su presidente, Enrique Peña Nieto, contengan al hombre que además de querer plantar un muro en la frontera, pretende bloquear cualquier acuerdo comercial en el que Estados Unidos no salga como principal benefactor.
Estos dos amigos coinciden en que no tener miedo al presidente es la mejor herramienta para moderar sus políticas. “Trump se va a encontrar con muchos sustos”, refrendó Solana.
La primera batalla que disputó con China la perdió. A pesar de los esfuerzos por separar a Taiwán del gigante asiático, ésta se quedó congelada en su intento por la ira de Beijing. Ahora confían en que su disputa con México, y también con la Unión, siga la misma pauta.