Antonio José Chinchetru (ALN).- Con el anuncio de sanciones económicas sobre 40 dirigentes venezolanos, Canadá ha cobrado un especial peso en la presión que ejercen los países de toda América sobre el chavismo. Las medidas de Ottawa resultan especialmente relevantes por su gran influencia en el Caribe y por incluir a algos cargos bolivarianos que hasta ahora estaban a salvo de medidas similares por parte de EEUU.
Los representantes del régimen de Nicolás Maduro y de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) retomarán este miércoles sus contactos en República Dominicana con el objetivo de lograr una salida pactada a la crisis política, económica y social que vive Venezuela. La comunidad internacional aumenta la presión sobre el Ejecutivo bolivariano en un intento de forzarlo a llegar a un acuerdo. Tras las duras declaraciones de Donald Trump y otros gobernantes durante la Asamblea General de la ONU, resultan especialmente importantes las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos y Canadá a dirigentes y funcionarios del Gobierno venezolano.
En un paso de inusual dureza por parte de Ottawa, el Gobierno de Canadá anunció el viernes la imposición de sanciones económicas sobre 40 altos cargos del régimen chavista. Además del propio presidente, Nicolás Maduro, la lista anunciada por la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, incluye a dirigentes que no habían sido objeto de medidas similares por parte de EEUU y otros países que han actuado en una línea similar, como México y Colombia. Especialmente destacado es el caso de Diosdado Cabello, considerado el ‘número dos’ del chavismo y cuyos vínculos con la corrupción no son ningún secreto.
Canadá incluye entre los sancionados a altos cargos del Ejército, la Policía y la judicatura de Venezuela
Otro caso significativo es el del diplomático y excanciller Roy Antonio María Chaderton. Según ha dicho al diario ALnavío Fernando Gerbasi (exembajador de Venezuela ante Colombia, Italia, Brasil, Alemania, Naciones Unidas y las Comunidades Europeas), Chaderton “es el gran operador internacional del régimen”. El listado incluye otras personalidades como la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena; el vicepresidente, Tareck El Aissami; el fiscal general, Tareck Williams Saab y altos cargos del Ejército, la Policía y la judicatura.
Las sanciones, como las de EEUU, buscan dañar la economía de todos los dirigentes señalados. Se aplicarán tanto a ellos como a sus familiares y aquellos testaferros que aparezcan en el curso de las investigaciones iniciadas con los bancos canadienses.
Fernando Gerbasi ha explicado a ALnavío que esta firmeza canadiense puede estar motivada por una doble razón. Por una parte, el país norteamericano juega un importante papel geopolítico en el Caribe, donde ha llegado a sustituir en buena medida a EEUU desde hace 20 años. Mientras Washington ha cerrado gran parte de sus embajadas en la zona, manteniendo tan sólo las situadas en los países más importante, Ottawa las tiene en todas las islas y es una potencia mediante su presencia comercial y el turismo. Por otra, este diplomático cree que las sanciones también vienen impuestas por el hecho de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, “es un hombre apegado a los principios democráticos y a la defensa de los Derechos Humanos”.
Aislamiento entre EEUU y Venezuela
En opinión del diplomático consultado por este periódico, lo llamativo de las sanciones canadienses es que no impiden la entrada en el país a las personas objeto de ellas. Esta es una gran diferencia con respecto a EEUU. El gobierno de Donald Trump aprobó este fin de semana nuevas medidas de este tipo para incluir a Venezuela en la lista de países sometidos a veto migratorio. En este caso es un veto parcial, puesto que no se prohíbe la entrega de visas de entrada a todos los venezolanos. La sanción se aplica a altos cargos y funcionarios de numerosas instituciones, entre ellas los ministerios de Interior y Justicia, y de Asuntos Exteriores, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), los cuerpos de investigaciones criminales y los servicios migratorios.
Esta sanción supone en buena medida un aislamiento físico entre EEUU y Venezuela. Gerbasi ha explicado que, al aplicarse tanto a los funcionarios como a sus familiares, tiene efecto sobre millones de venezolanos. Entre ellos figuran numerosos dirigentes políticos y militares del chavismo cuyos hijos y esposas viven en territorio estadounidense.
Al margen de ellos, puede afectar a otros venezolanos que no están entre los sancionados directamente. En la norma aprobada por Trump este fin de semana se incluye que aquellos ciudadanos de Venezuela que posean visa de entrada en EEUU pueden ser sometidos a investigaciones adicionales para obtener información extra sobre ellos. Oficialmente, la inclusión del país caribeño en la lista de Estados sometidos a limitaciones migratorias se debe a la falta de cooperación del Gobierno de Caracas ante la petición de información para la lucha contra el terrorismo.
El cerco diplomático sobre el chavismo en forma de sanciones no ha cruzado el Atlántico
Las presiones sobre el Gobierno chavista no se limitan a las dos potencias anglosajonas de América del Norte. Se extienden por todo el continente. Este fin de semana, los 12 gobiernos signatarios de la Declaración de Lima publicaron un nuevo comunicado condenando las violaciones de Derechos Humanos en Venezuela, llamando al diálogo al chavismo y desconociendo la Asamblea Nacional Constituyente. Este último punto es fundamental, puesto que el gobierno de Nicolás Maduro quiere imponer en el diálogo que la MUD acepte esa Asamblea, aunque sea de forma limitada. Si lo hace, señala Fernando Gerbasi, dará “una bofetada moral” a más de 20 países que la han considerado ilegítima.
El cerco diplomático sobre el chavismo en forma de sanciones no ha cruzado, sin embargo, el Atlántico. A pesar de que la Unión Europea lleva tres meses avisando que puede tomar sanciones en esta línea, todavía no lo ha hecho. Francia ha sido hasta ahora, en opinión de Gerbasi, un país que ha frenado la aplicación de sanciones europeas. Las cosas, sin embargo, podrían cambiar debido a que París está sumándose al bloque que reclama una mayor dureza. El presidente francés, Emmanuel Macron, fue uno de los que se expresaron con mayor dureza sobre el régimen de Maduro en la Asamblea General de la ONU de la semana pasada.