Leticia Núñez (ALN).- Pedro Pablo Kuczynski defiende en su visita oficial a Madrid que en la crisis venezolana “es fundamental que se libere a todos los presos políticos” y que “se deje entrar ayuda humanitaria porque hay unos problemas inmensos”.
Nueva propuesta para intentar buscar una solución a la crisis política, económica y social que atraviesa Venezuela. Procede del presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, quien, en su viaje de Estado a Madrid, planteó un arbitraje “de tres países amigos de la democracia y otros tres países del otro lado, de los restos del Alba”. Ambas partes nombrarían a unos asesores y a un presidente para sentarse “meses o semanas” y tratar de buscar un entendimiento y una transición, tal como aseguró este lunes en el foro de El País, «El Perú del futuro».
“Si no se hace nada, vamos a terminar con un mar lleno de sangre”, advirtió Kuczynski, tras señalar que, “obviamente”, Venezuela no formaría parte de ninguno de los dos grupos de países. Pero no solo eso. El presidente de Perú citó más posibles consecuencias: “Vamos a tener invasión en Cúcuta y en la frontera de Colombia, vamos a tener gente que llega a Curaçao en bote y se hunde como pasa en el Mediterráneo… Tenemos que evitar eso. Si América Latina tiene algo de solidaridad entre los países, tenemos que buscar una solución”.
Según el presidente peruano, esta propuesta de arbitraje para Venezuela es “solo una idea”, pero cree que por lo menos se debería debatir. “Al final, América Latina, con la excepción de Cuba, es una América democrática y siempre lo ha sido desde las guerras de Independencia, aunque ha sido una democracia defectuosa”, agregó.
En su opinión, “ahora tenemos un Estado, Venezuela, donde no hay democracia y los ciudadanos no se sienten representados”. Por ello, dijo que toca juntarse para “preservar la democracia”. En estas circunstancias, lo “fundamental” para Kuczynski es “liberar a todos los presos políticos, que regresen a sus casas, y dejar que entre la ayuda humanitaria porque hay unos problemas inmensos”.
Preguntado sobre la reunión que los miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) celebrarán la próxima semana, el presidente peruano no ocultó que “en este tipo de citas no se ha llegado a gran cosa”, pero se mostró partidario “de hacer el intento”. “Por lo menos que se hable”, remató.
En este sentido, y en una entrevista que concedió el domingo al periódico El País, Kuczynski indicó que “hay que hacer algo porque el barrio [en referencia a la región] no puede tener a un país importante que se está hundiendo estrepitosamente, y es el país que tiene las reservas petroleras más grandes del mundo”.
Tras el foro y la reunión con Mariano Rajoy unas horas antes, el martes Kuczynski acudirá a la sede de la patronal empresarial CEOE, donde expondrá las oportunidades de inversión en Perú. Después, el presidente peruano mantendrá una entrevista con el rey Felipe VI, seguida de un almuerzo en el que también estará presentes la reina Letizia y la esposa de Kuczynski.
La visita de Kuczynski, tras un año de parálisis por el Gobierno español en funciones, se produce en un momento en el que las relaciones con América Latina se han reactivado. Primero fue la visita a Madrid en febrero del presidente argentino, Mauricio Macri, recuperando unas relaciones deterioradas durante la época de Cristina Kirchner. Después, el viaje en marzo del ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, a Perú y México. En abril, llegó el turno del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que se desplazó a Brasil y Uruguay en un viaje con un importante calado económico. Unos días antes, Madrid recibió la visita del canciller mexicano, Luis Videgaray, quien aseguró que el muro “no es un tema de la agenda bilateral con EEUU”. Y finalmente, en mayo, llegó a la capital española el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís.