Leticia Núñez (ALN).- El presidente argentino, de visita en Madrid, habla de una Argentina “madura y distinta” para entusiasmar a los empresarios españoles. Eso sí, advierte que no han terminado todas las dificultades y que el país está en un proceso de cambio: “No se sale del populismo de un día para otro”. Tras el espaldarazo político que Mauricio Macri ha recibido estos días en su visita a España, los esfuerzos del presidente de Argentina se vuelcan ahora en lo económico. Consciente de que España fue hace años la primera inversora en Argentina, Macri aprovechó su intervención en el Foro Invertir en Argentina, organizado por el Grupo Prisa, para seducir a las grandes compañías con la idea de que el país ha experimentado un cambio notable desde su llegada a la Casa Rosada a finales de 2015: “Es una Argentina madura, una Argentina distinta”.
No obstante, Macri reconoció que todas las dificultades no han terminado, puesto que, según dijo, “no se sale del populismo de un día para otro”. “Lo primero es entender el proceso, como algo que sucedió de abajo hacia arriba. No es algo que inventé yo, sino que surgió de la necesidad de una mayoría de argentinos. Basta de engañarnos y buscar culpables. Toca modernizarnos”, añadió. En su opinión, lo que sí ha aprendido Argentina es a superar las dificultades: “Antes el enojo era con el mensajero y no con el mensaje. Ahora dejamos a un lado la intolerancia y ponemos la verdad sobre la mesa”.
Basta de engañarnos y buscar culpables. Toca modernizarnos”
Tras 13 años de kirchnerismo, Macri defendió que Argentina atraviesa en la actualidad “un proceso distinto, sano, de autopurificación”. “Tenemos un tercio de la Cámara de Diputados, lo que nos obliga a una mecánica de diálogo. Estamos logrando consensos. Por ejemplo, en Vaca Muerta, la segunda reserva del mundo de gas. Teníamos una bajísima productividad. Nadie quería invertir. Al final dialogando alcanzamos un acuerdo. Y esto se va a ir multiplicando”, aseguró en su diálogo con el presidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián.
Preguntado por la estabilidad política que ofrece Argentina, Macri manifestó que en el país “pasa algo muy particular: que la gente está por delante de sus dirigentes”. Asimismo, defendió las reformas económicas emprendidas por su gobierno para “crecer no este año, sino durante 20 años” y apostó por darles continuidad “para conseguir un crecimiento gradual”. “Vamos a hacer un marco regulatorio claro y, sobre todo, con un profundo compromiso con la transparencia”, zanjó al respecto.
Hoy Venezuela está infinitamente peor que hace un año”
Asimismo, el presidente argentino adelantó que ya han hablado con México y Brasil para ofrecer propuestas comunes que beneficien al conjunto de la región en el G20. “Ya hemos tratado con ambos hacer una agenda común, coordinar posiciones y unificar una visión latinoamericana. México hoy más que nunca tiene en cuenta esta visión. Ahora, además del eje con EEUU, quiere también este otro eje”, explicó, agregando que el diálogo entre los tres países es “bueno”. “Soy optimista en que ese eje funcione como nunca antes lo ha hecho”, concluyó.
Macri, «el único presidente del mundo que conoce bien a Trump», según Cebrián, evitó criticar al magnate republicano, al que calificó como «un personaje muy particular». «Hay que darle tiempo. Es un hombre de mucho olfato, muy pragmático. Va a actuar según vea que es posible. Él siente lo que ven muchos americanos de yo soy el país rico y todos me sacan ventajas. Quiere encontrar un lugar nuevo del que negociar. Vamos a ver si lo encuentra. Hay mucha preocupación en el mundo acerca del futuro del empleo, eso lleva a muchos miedos y eso hace que se tomen posiciones exgtremas. Pero el problema no es la globalización es la revolución electrónica. Y no se puede parar como no se paró la revolución industrial. Hay que adaptarse», remató al respecto.
Finalmente, el presidente argentino se limitó a expresar sobre Venezuela lo que ya dijo este jueves durante un acto con Mario Vargas Llosa celebrado en Casa de América: “Siempre hay un escalón más hacia el infierno. Hoy Venezuela está infinitamente peor que hace un año. Todos los días empeora y no se encuentra una salida. De alguna forma hay que lograr un proceso democrático urgente”.