Redacción (ALN).- En 2020, la Unesco calculó que 584 millones de niños carecían de habilidades básicas en la lectura. Esto representa un aumento de 20% respecto a 2019, luego de dos décadas con este tipo de indicadores al alza. El coronavirus amenaza con una catástrofe generacional. ¿Es posible evitarla?
Un indicador básico para medir la educación de los niños es la lectura. Y el último estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, revela que 100 millones de niños carecen de esta competencia básica como consecuencia del coronavirus.
De hecho, fue la primera vez en mucho tiempo que este indicador se puso a la baja.
Si en 2019 se detectaron 460 millones de niños con dificultades de lectura, en 2020 este número aumentó a 584 millones, acabando “con dos décadas de avances ininterrumpidos en educación”, dice el informe titulado Un año de COVID: priorizando la recuperación de la educación para evitar una catástrofe generacional.
Por qué una generación está amenazada
Las medidas de respuesta contra el coronavirus provocaron los cierres de las escuelas en todos los lugares del planeta.
Como promedio, los alumnos perdieron 25 semanas de clases, aunque “se proyecta que las pérdidas de aprendizaje más altas se producirán en la región de América Latina y el Caribe, y en Asia central y meridional”.
De hecho, el mayor retroceso en estas competencias en términos porcentuales se experimenta en Latinoamérica y el Caribe, que cayó del 70% al 51%.
El informe explica que faltar a clase tiene consecuencias graves. Sobre todo, porque se ralentiza el proceso de enseñanza. Esto lo demuestra la Unesco utilizando un modelo que se llama tasa del olvido, el cual ha sido de 2,0 en 2020. Este indicador significa que por cada mes de clase perdido, es como si los alumnos hubieran perdido dos.
“Un valor de 2,0 está en consonancia con la evidencia limitada que tenemos sobre la magnitud de la relación. Así, si en promedio se ha perdido el 54% del año escolar, se habrá perdido algo más de un año de aprendizaje”, precisó el documento.
Si ya perder un año es problemático, lo es todavía más cuando se estima que el mundo recuperará sus niveles de educación previos al coronavirus en 2024. Y esto sólo será posible “si se realizan esfuerzos excepcionales para brindar clases de recuperación y estrategias de recuperación”. De lo contrario, ocurriría la “catástrofe generacional” que advierte en su informe.
2 medidas para evitar la catástrofe generacional
Para evitar esta catástrofe, la Unesco lanza algunas propuestas:
– Abrir y digitalizar las escuelas. Aunque la pandemia sigue dando problemas a muchos países en desarrollo, la Unesco pide que “las escuelas vuelvan a abrir con un mayor apoyo a los docentes”, con “iniciativas para evitar la deserción de los alumnos y una aceleración de la disponibilidad de herramientas digitales de aprendizaje”.
– Más inversión. La Unesco muestra que el 65% de los gobiernos de los países de bajos ingresos han reducido la financiación de la educación, en comparación con el 35% de los Estados de altos ingresos. Si bien las medidas fiscales podrían inyectar más recursos al aprendizaje, el informe “calcula que sólo el 2% de los paquetes de estímulo ha destinado dinero a la educación”.