Daniel Gómez (ALN).- En el Índice de Percepción de la Corrupción 2020 de Transparencia Internacional para las Américas, Venezuela ocupa el último lugar. De hecho, el organismo sostiene que la corrupción le ha robado al país 5.000 millones de dólares al sistema sanitario, y esto es especialmente grave en un año de pandemia.
Transparencia Internacional aseguró que en Venezuela se han vivido “dos décadas de corrupción generalizada”. Y no hay que olvidar que en estas dos décadas el chavismo ha sido el partido gobernante.
El organismo también recordó que la corrupción en Venezuela se ha ido agravando de 2013 en adelante. Y ese fue el año en el que Nicolás Maduro asumió el poder.
Transparencia Internacional precisó que desde 2013 hasta ahora, el país ha perdido cinco puntos en el Índice de Percepción de la Corrupción que cada año lanza esta ONG. En la edición de 2020 para las Américas publicada este jueves, le otorgó 15 puntos sobre 100. Es el peor resultado de cualquier país de la región. Venezuela supera incluso a Haití y Nicaragua, los cuales cuentan con 18 y 22 puntos respectivamente.
Transparencia Internacional recordó que en Venezuela “la corrupción generalizada de los últimos 20 años es uno de los principales motivos de la crisis humanitaria actual”. También es la causante de la falta de recursos sanitarios, tan necesarios en tiempos de pandemia.
“La pandemia de covid-19 no sólo ha profundizado la escasez de medicinas, suministros sanitarios y material esencial, sino que ha deteriorado la infraestructura hospitalaria. En las dos últimas décadas el país perdió más de 5.000 millones de dólares por corrupción solamente en el sector sanitario. Este mal amenaza la vida y la salud de millones de venezolanos”, afirmó Transparencia Internacional.
¿Qué está pasando en la región?
Transparencia Internacional, una ONG que ha hecho de la lucha contra la corrupción su bandera, también pone el foco sobre la situación en América. “Una región ya caracterizada por unas instituciones de gobierno débiles en la que la covid-19 ha puesto de relieve profundas desigualdades sociales y económicas que afectan de forma desproporcionada a los sectores más vulnerables de la población, como las mujeres, las niñas, las personas mayores, las poblaciones indígenas, los migrantes y la población afroamericana”.
A propósito de la pandemia, Transparencia Internacional detectó una “concentración alarmante de poder en el poder ejecutivo de países como Colombia y El Salvador”. Esto “ha contribuido a una explosión de irregularidades y casos de corrupción vinculados a las contrataciones públicas relacionadas con la pandemia”.
Sobre Colombia, la ONG advirtió que de “irregularidades en el uso de los recursos públicos y se han tomado decisiones cuestionables en cuanto a ayudas directas a grandes empresas. Instituciones débiles y poco independientes pueden facilitar decisiones que favorezcan intereses particulares”.
Respecto a El Salvador, Transparencia Internacional llegó a decir que el gobierno de Nayib Bukele estaba tomando “una ruta peligrosa hacia el autoritarismo”. Esto debido a “los ataques a la prensa independiente y a la sociedad civil, así como la falta de rendición de cuentas en la gestión pública”.
En un mensaje para las Américas en general, el organismo dijo que los gobiernos “deben procurar que el desarrollo, adquisición y distribución de tratamientos y vacunas contra la covid-19 sean transparentes y justos”. Para ello deben “permitir a las organizaciones de la sociedad civil y a la prensa que monitoreen y exijan la rendición de cuentas a políticos y empresarios”.
“En demasiadas ocasiones, los gobiernos intentan aprovechar este tipo de crisis para conseguir ventajas políticas a expensas de la ciudadanía”, setenció.