Leticia Núñez (ALN).- A los países amigos del presidente venezolano les mueve más el interés que el amor. Hasta ahora sólo ocho han reconocido la victoria de Maduro. Son aliados tradicionales de Caracas. Ahí están Cuba, Nicaragua y República Dominicana, receptores de petróleo venezolano. También le avalan Bolivia, Rusia, Irán, Turquía y El Salvador. Sin embargo, el repudio al régimen de Maduro prima en la comunidad internacional. EEUU, el Grupo de Lima, la Unión Europea, España y parte del G-20, entre otros, profundizan la debilidad de un régimen aislado del mundo.
Dice el refrán que el amor y el interés se fueron al campo un día, pero más pudo el interés que el amor que le tenía. Trasladándolo al ámbito de las relaciones internacionales, cabría preguntarse: ¿Qué puede más en la geopolítica? ¿Los principios o los intereses? La respuesta salta a la vista con la reelección de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. Hasta ahora, sólo ocho países le han felicitado. Se trata de Bolivia, Cuba, El Salvador, Rusia, Irán, Turquía, República Dominicana y Nicaragua.
¿Qué les ha llevado a aplaudir la farsa electoral en Venezuela? ¿Valores o negocios? Frente a ellos, Estados Unidos, Canadá, las potencias de América Latina, varios países europeos incluyendo España y Alemania, así como la Unión Europea y también elG-20 condenaron la cita electoral. El rechazo es absoluto.
El primer apoyo para Maduro llegó de Cuba. El periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista, que es el partido del gobierno, dijo que las elecciones en Venezuela “confirman la confianza del pueblo en el sistema político bolivariano” sobre “el boicot de la derecha”. Después, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y su antecesor, Raúl Castro, felicitaron a Maduro por su “contundente victoria”.
La Habana y Caracas son aliados tradicionales. El vínculo entre ambos tiene una lectura en clave económica. A través dePetrocaribe, la alianza petrolera entre algunos países del Caribe y Venezuela que nació en 2005 con Hugo Chávez, Cuba recibió en la última década cerca de 70% de las exportaciones de crudo venezolano, como informó la agencia Boungy. El porcentaje se traduce en unos 12.000 millones de euros que Cuba recibió de Venezuela.
El canciller alemán: “Estas no fueron las elecciones libres y justas que merece el pueblo”
En los últimos dos años, la crisis económica venezolana se ha traducido en menos donaciones de barriles a Cuba. Además de la hiperinflación, la producción petrolera registra la tasa más baja de su historia. En los tiempos de bonanza, en los años 80, llegó a producir 3,5 millones de barriles al día y hoy se sitúa sobre los dos millones. Esto implica que las exportaciones a la isla han ido cayendo desde 2015. Sin embargo, “cerca de 100.000 barriles de petróleo al día son todavía enviados con subsidios y financiados a Cuba y Petrocaribe”, tal como señaló a la agencia EFE Francisco Monaldi, profesor de Políticas de Energía en la Universidad Rice de Texas (EEUU).
De la alianza con Petrocaribe también se benefició República Dominicana. De hecho, Venezuela fue el primer proveedor de crudo del país caribeño hasta 2014. Asimismo, cabe destacar que República Dominicana pagó en 2015 1.933 millones de dólares que debía a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) por una década de envíos de crudo bajo condiciones favorables. Según informó la agencia Reuters, el Gobierno dominicano obtuvo un descuento de casi la mitad de las facturas en la renegociación.
Este lunes, el ministro para Políticas de Integración, Miguel Mejía, felicitó al pueblo de Venezuela y a Nicolás Maduro “por la contundente victoria electoral”. En un mensaje publicado en Twitter, manifestó: “Esta victoria reafirma la Revolución Bolivariana y el Amor por la Patria de Bolívar. ¡Viva Chávez!”.
Felicito al pueblo de Venezuela, al presidente @NicolasMaduro, a @PartidoPSUV y aliados, por la contundente victoria electoral de este domingo; esta victoria reafirma la Revolución Bolivariana y el Amor por la Patria de Bolívar. Viva Chavez!
— Miguel Mejia (@MiguelMejia55) 21 de mayo de 2018
También en América Latina, Bolivia respaldó a Maduro. “El pueblo venezolano soberano ha triunfado nuevamente ante el golpismo e intervencionismo del imperio norteamericano. Los pueblos libres jamás nos someteremos. Felicidades al hermano Nicolás Maduro y al valeroso pueblo de Venezuela”, dijo el presidente boliviano, Evo Morales, en Twitter. De hecho, Bolivia es el único aliado incondicional de Maduro en Suramérica (Ver más: Evo Morales es el único respaldo incondicional de Venezuela).
Tardó en hacerlo pero Daniel Ortega también ha felicitado a Maduro. “Nicolás, todo nuestro Amor y Reconocimiento en este Día de Victorias”, escribió el presidente de Nicaragua en un mensaje publicado en los medios de comunicación del Gobierno. Como en los casos anteriores, la línea entre principios e intereses es difusa.
Cabe destacar que desde que Ortega asumió la Presidencia en 2007 hasta el primer semestre de 2017 los fondos de cooperación venezolana a Nicaragua ascendieron a 4.884 millones de dólares, según informó la agencia EFE (Ver más: Ortega no hizo la tarea completa antes de perder la ayuda económica del chavismo).
El Salvador cierra la lista de países latinoamericanos que han avalado al presidente venezolano. “Creemos que estas elecciones son un paso fundamental en su avance democrático, por lo cual reconocemos plenamente el resultado”, apuntó el Gobierno en un comunicado oficial.
Reconocimientos más allá de Latinoamérica
Otro en desmarcarse del mundo democrático fue el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien se mostró convencido de que “la actividad de Maduro al frente del Estado permitirá garantizar el desarrollo de las relaciones de asociación estratégica que existen entre los dos países”, según un comunicado del Kremlin.
Putin es uno de los aliados más fieles de Maduro. Desde 2006 hasta el verano de 2017, Rusia ha dado créditos a Venezuela por 17.000 millones de dólares, según estimaciones de analistas rusos, recogidas por el periódico El País. En 2011, por ejemplo, Moscú concedió un crédito a Caracas de 4.000 millones de dólares. En 2015 el Gobierno venezolano recibió otro crédito ruso de 962 millones de dólares. Y en 2017, la petrolera estatal Rosneft invirtió 6.000 millones por la explotación de petroleras comunes.
De ahí que el reconocimiento al triunfo de Maduro provenga de países con intereses, con derechos adquiridos. También para Irán, los comicios fueron de “gran éxito para la democracia en el país latinoamericano”. El portavoz iraní de Exteriores, Bahram Qasemí, felicitó en un comunicado a Maduro por haber celebrado “con éxito” las presidenciales.
Teherán y Caracas son socios desde los inicios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en la década de los 60. Al igual que con Rusia, Libia y otros países del eje de confrontación anti-EEUU, las relaciones entre ambos países se intensificaron bajo el gobierno de Hugo Chávez. Desde entonces Irán y Venezuela han desarrollado fuertes lazos, principalmente en el área de producción energética y de cooperación económica. Chávez prometió que Venezuela estaría “junto a Irán en cualquier momento y bajo cualquier condición” y Mahmud Ahmadinejad dijo sobre el venezolano: “Siento que he encontrado un hermano y un compañero de trinchera”.
China reconoce de forma implícita los resultados, pero evita valorarlos y felicitar a Maduro
El último en respaldar a Maduro ha sido Turquía. “En nombre de mi nación, y en el mío propio, deseo francamente felicitarlo por su reelección presidencial”, expresa el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un comunicado recogido por EFE. Y agrega: “Aprovecho esta oportunidad para reiterarle mis mejores deseos para la salud y felicidad, así como la prosperidad del amigable pueblo de Venezuela”.
Maduro recibió en octubre de 2017, en una visita oficial a Turquía, el título honorífico de “amistad eterna” en la Universidad de Ankara. El mandatario venezolano habló de una “nueva era” en las relaciones con Turquía, en un momento en el que Erdogan busca apoyos en países latinoamericanos después de que sus relaciones diplomáticas con países europeos se han debilitado.
China pide respeto
El otro gran aliado tradicional de Maduro ha sido China. En esta ocasión Pekín ha optado por una vía intermedia. Reconoce de forma implícita los resultados, pero evita valorarlos y felicitar a Maduro. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lu Kang, dijo que “las partes involucradas deben respetar la decisión del pueblo venezolano” y afirmó que su país no interfiere en los asuntos internos de otros. El gigante asiático rompe así su postura de apoyo incondicional al chavismo.
China tiene motivos sobrados para desconfiar del régimen de Maduro, puesto que la inestabilidad y la decadencia económica venezolana perjudican sus intereses. Venezuela es el principal receptor latinoamericano de inversiones del gigante asiático. Entre 2005 y 2016 alcanzaron 62.200 millones de dólares, según la Cepal. En segundo lugar, se encuentra Brasil, con 36.800 millones de dólares. La caída de producción de PDVSA también es negativa para Pekín. El régimen venezolano paga una cuantiosa deuda contraída con China mediante el envío constante de crudo a coste cero. Si la petrolera deja de producir, esos envíos se terminarán.
El repudio de la comunidad internacional
Frente a los siete amigos interesados de Maduro se sitúa el resto de la comunidad internacional, que ratifica el aislamiento del gobierno venezolano. Estados Unidos, Canadá, las potencias de América Latina, la Unión Europea, así como varios de sus países miembros por separado como España y Alemania, y también el G-20 condenaron la cita electoral.
España y la UE estudian adoptar sanciones contra el régimen de Maduro tras unas elecciones “con graves irregularidades”
Donald Trump hizo un llamamiento para que el régimen de Maduro “restaure la democracia, realice elecciones libres y justas, libere a todos los presos políticos de manera inmediata e incondicional, y ponga fin a la represión y la privación económica del pueblo venezolano”, como señaló un comunicado de la Casa Blanca (Ver más: Donald Trump se pone al frente de la operación contra Nicolás Maduro).
El Grupo de Lima, formado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía, aseguró que “no reconocen la legitimidad del proceso electoral por no cumplir con los estándares internacionales de un proceso democrático, libre, justo y transparente”.
España y la Unión Europea (UE), tal como informó el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, estudian “la adopción de medidas oportunas” contra el régimen de Maduro tras unas elecciones “con deficiencias democráticas fundamentales” y “graves irregularidades”.
Hasta ahora ningún miembro de la UE ha reconocido el triunfo de Maduro. De hecho, al igual que España, Alemania y Reino Unido han rechazado lo acontecido en Venezuela a título individual. El canciller alemán, Heiko Mass, dijo que “estas no fueron las elecciones libres y justas que merece el pueblo” y el secretario de Estado de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, apuntó que los comicios “han erosionado aún más la democracia venezolana”. Francia también ha mantenido una posición muy combativa.
Asimismo, seis países del G-20 reunidos en Buenos Aires repudiaron las elecciones venezolanas, que calificaron de “inconstitucionales”. En un documento emitido, Argentina, Canadá, Australia, Chile, EEUU y México también plantearon la necesidad de llevar adelante sanciones económicas y financieras contra el régimen de Maduro, así como establecer un canal humanitario para abastecer de medicinas al pueblo venezolano. Sin embargo, Rusia, Brasil, China y Alemania no suscribieron dicho documento.
Finalmente, 23 expresidentes iberoamericanos –incluidos los españoles José María Aznar y Felipe González– expresaron su “más severa condena por la falsificación democrática que ha tenido lugar en Venezuela”. Lo hicieron en un comunicado firmado en el marco de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA).