Antonio José Chinchetru (ALN).- El director de Contenidos y Estrategia de la Presidencia de Chile, Mauricio Rojas, conversó con ALnavío sobre los retos nacionales e internacionales que enfrenta Piñera. Defendió un liderazgo chileno en América Latina ante las dictaduras de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Explicó que el actual mandatario chileno ha asumido que el desarrollo es mucho más que crecimiento económico y hace una apuesta fuerte por la igualdad de oportunidades y la inclusión.
Mauricio Rojas juega un papel fundamental en el equipo de Sebastián Piñera como director del Contenidos y Estrategia de la Presidencia de la República de Chile. Tiene amplia experiencia en política, que ha desarrollado en tres países. En Suecia, donde se exilió huyendo de la dictadura de Augusto Pinochet, fue diputado liberal. En España ocupó la dirección de la Escuela de Profesionales de Inmigración y Cooperación (EPIC), un organismo de la Comunidad de Madrid, y ahora coordina el gabinete de Piñera en Chile.
A pesar de eso, este historiador económico es antes un intelectual que un político. Antiguo militante del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) chileno, ha estudiado a fondo las raíces filosóficas y la práctica del totalitarismo comunista. También ha analizado la realidad política, económica y social en los países en los que ha vivido y en otros.
La abundante bibliografía de Rojas incluye obras como Las desventuras de la bondad extrema. Ensayos sobre Hegel, Marx y las raíces del totalitarismo; Lenin y el Totalitarismo, Reinventar el Estado del bienestar. La experiencia de Suecia; Madrid, ciudad para compartir; Argentina. Breve historia de un largo fracaso; La libertad y sus enemigos Ensayo liberal para un Chile nuevo y Progreso, revolución y utopía.
Viajó a Madrid para participar en el XI Foro Atlántico de la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por su amigo Mario Vargas Llosa. En ese entorno conversó con ALnavío sobre los retos que enfrenta el gobierno de Sebastián Piñera, la situación política de Chile, política exterior y cómo debe enfrentar la comunidad internacional al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
– ¿Cuáles son los grandes retos para Sebastián Piñera?
– El gran reto es crear un optimismo para el largo plazo en Chile. Tenemos que crear una narrativa, un relato, que encante a la gente. Hemos ganado una elección muy importante en diciembre, y asumido hace muy poco el gobierno. Ganamos en base, en gran medida, a los errores que cometió la izquierda liderada por Michelle Bachelet. Ahora nuestro gran objetivo es convertir esa victoria en una victoria de futuro. No sólo reactiva, sino proactiva. Esa es la gran misión que tenemos.
– En los últimos años se ha dado una alternancia entre Piñera y Bachelet. ¿Es posible romper este ciclo?
“Hoy entendemos que tenemos que responder a otras preguntas más cualitativas: el tipo de sociedad, la justicia, la igualdad”
– La alternancia es un poco aparente. La Michelle Bachelet del primer mandato es muy distinta de la del segundo. También Piñera es muy distinto ahora que antes. El Piñera que gobierna en el primer periodo es una continuación del Chile de los años 90 y 2000, ese Chile muy exitoso. Pero hoy, el Piñera que gobierna es consciente de que hace falta algo más, una respuesta distinta a la que se pensó que era suficiente en 2010. Entonces se pensaba que había que prometer más crecimiento, más dinero, más, más, más… Hoy en día entendemos que tenemos que responder a otras preguntas más cualitativas: el tipo de sociedad, la justicia, la igualdad. Es la calidad misma de la sociedad chilena. La alternancia esconde cambios bastante importantes en estos dos líderes políticos.
Necesidad de una izquierda moderada en Chile
– ¿Se está alejando la izquierda chilena de la moderación que le caracterizó durante años tras el fin de la dictadura de Pinochet?
“El precio que pagó Bachelet es que hoy esa izquierda más moderada, más socialdemócrata, está prácticamente destruida en Chile”
– Se alejó en el gobierno de Michelle Bachelet. Rompió con su herencia, fue una de las peores cosas que hizo. Se desentendió del mejor periodo de la historia de Chile. Renegó de eso. El precio que pagó es que hoy esa izquierda más moderada, más socialdemócrata, está prácticamente destruida en Chile. Hay una izquierda tipo Podemos que es muy fuerte y probablemente vaya en ascenso, y la otra izquierda está dividida, disgregada y no tiene proyecto propio. Es una situación cómoda para gobernar porque nosotros decimos que ahora estamos jugando solos en la cancha. No hay adversarios. Sólo nuestros errores nos crean problemas, cuando los cometemos. Pero en el largo plazo es muy importante que exista una izquierda moderada. La estabilidad política se logra con un centro moderado de derechas y un centro moderado de izquierda, para que la alternancia en el poder no implique grandes bandazos hacia un lado u otro. Ese es el riesgo si no se logra constituir una izquierda de centro moderada, y es desbordada por un movimiento tipo Podemos. Nos puede facilitar el corto plazo, pero el largo nos lo hace muy difícil.
– Ese análisis de una izquierda moderada débil y un Podemos en alza era el que hacía el Partido Popular en España, y vemos lo que ocurrió.
– Sí, pero el PP encarnaba de una mala manera la vieja España con sus defectos, con la corrupción… Es natural que hayan salido del poder. Espero que haya una renovación en la centroderecha española, es muy importante. Seguramente Ciudadanos sea la alternativa, muchos creen en eso. En Chile tenemos también una renovación interna, que representa el mismo Piñera con su nueva actitud. Tenemos un discurso de la centroderecha chilena, mucho más sensible en lo social, mucho más consciente de la importancia de la solidaridad, de la igualdad de oportunidades, de la inclusión. Hemos asumido lo que le faltaba al modelo chileno, que era mucho del énfasis social. Se hacía mucho hincapié en el crecimiento económico, pero el desarrollo es mucho más que eso y por eso estamos abarcando una perspectiva mucho más amplia.
Liderazgo latinoamericano de Sebastián Piñera
– Álvaro Vargas Llosa dijo que Piñera puede ejercer un coliderazgo en América Latina junto con Iván Duque (Ver más: Albert Rivera cree que Iván Duque será bueno para Colombia, América Latina y España). ¿Le ve con la voluntad y la capacidad de ejercer ese papel?
“Nuestro discurso de que el desarrollo es posible a través de la libertad, y no contra la libertad, y que la solidaridad tiene que potenciar la libertad es fundamental”
– Sin duda. Además, la posición de Chile como país que se plantea de manera realista llegar al desarrollo es una posición de liderazgo natural en América Latina. El país tiene un papel muy importante que jugar. Si logramos lo que pretendemos, eliminar la pobreza y llegar a una sociedad desarrollada, estaríamos creando un precedente para toda la región que sería muy fuerte. Respecto a Colombia, el gobierno de Iván Duque es muy importante. Nos refuerza en la Alianza del Pacífico, si bien el resultado de México puede ser en sentido inverso. Pero hoy en día el liderazgo de Chile es muy importante y hay que asumirlo como tal. Nuestro discurso de que el desarrollo es posible a través de la libertad, y no contra la libertad, y que la solidaridad tiene que potenciar la libertad es fundamental.
– Pero en el tema de Venezuela, por ejemplo, el presidente Piñera no ha tomado un papel de liderazgo que según usted le corresponde.
– Pero hoy en día está en toda la disposición de hacerlo. De hecho, el canciller Roberto Ampuero tuvo en la última reunión de la OEA un enfrentamiento directo con el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela que fue muy afamado por la virulencia que tuvo. Chile está perfectamente dispuesto a asumir ese liderazgo respecto de Venezuela, Nicaragua y Cuba. No hay ninguna duda. La relación con Venezuela en el primer periodo de Piñera fue distinta, pero también Venezuela ha evolucionado de forma muy trágica. Hay un deseo del presidente Piñera de asumir ese liderazgo.
– ¿Y qué opina de la propuesta que, según se filtró a los medios, hizo Donald Trump a su equipo y varios presidentes latinoamericanos para invadir Venezuela?
– No tengo ninguna información al respecto, pero si ha existido algo así es un completo error. Sería una muestra más de la incomprensión que tiene Estados Unidos de cualquier cosa que pasa fuera de su territorio. Por eso los errores de la política exterior norteamericana son catastróficos. Han perdido todo, no han entendido nada y siguen no entendiendo nada. Y menos aún si creen que con intervenciones militares van a poder mejorar algo. Todo lo contrario. Sería reavivar todo el antinorteamericanismo clásico de América Latina. Sería hacer permanente en el poder este tipo de movimientos. Si los norteamericanos creen todavía que los Marines son la solución para América Latina, como en los años 40 o 50, están absolutamente equivocados.
Necesidad de dividir a la “mafia” del régimen de Maduro
– ¿Cree que las sanciones internacionales contra el régimen de Nicolás Maduro están funcionando?
“Hay que buscar un mecanismo que permita a una parte de la mafia venezolana negociar y vender a la otra parte”
– Aparentemente no estarían funcionando. Pero son muy importantes, especialmente si se castiga la fortuna personal de estos personajes. Se han enriquecido de forma extraordinaria, son muchos, y sería un golpe muy importante para ellos. Hay que entender que, por más presión que se haga, si la cúpula en el poder sigue unida va a ser muy difícil. Desde fuera no se va a sacar a ese régimen. Tiene que haber una ruptura interna, que por el momento es difícil de prever. Ahora, entre los bandidos nunca se sabe cuándo la mafia actúa contra la mafia. Y es de esperar que algo de eso pase. Es muy importante abrir una alternativa de negociación con una parte de los bandidos. Hay que dividirlos. Uno de sus problemas es que son muchos y no tienen dónde irse si cae el régimen. Hay que buscar un mecanismo que permita a una parte de la mafia venezolana negociar y vender a la otra parte. Es lo que hacen todas las justicias para destruir a las mafias. La oposición está muy dividida, y además ha agotado todos los mecanismos de lucha. No se les puede pedir más. Han hecho un esfuerzo heroico.
– Si Piñera quiere asumir un liderazgo frente a los regímenes de Maduro, Daniel Ortega y Raúl Castro, ¿qué iniciativas se pueden tomar para presionarles todavía más?
– El aislamiento internacional, las condenas y el castigo a las fortunas personales de todos estos personajes son muy importantes. Hay que transformarlos en parias internacionales. Pero hay un límite, y no se puede ir más allá. No se puede caer en la idea de Trump de que puedes solucionar algo mandando tropas. Cuba demuestra además que estos regímenes pueden durar muchísimo, especialmente cuando las personas tienen que preocuparse de sobrevivir materialmente. En Cuba la gente está preocupada de ponerle algo a la olla y la política pasa a segundo plano, es algo que está más allá de sus posibilidades. Esa es también la triste realidad de Venezuela.