Leticia Núñez (ALN).- El expresidente ecuatoriano regresa a Bélgica tras una visita de 10 días a Ecuador, donde no volverá hasta que su hijo menor se gradúe y comience la universidad, es decir, “por lo menos tres años”. Se va como llegó: cargando contra el mandatario, Lenín Moreno, a quien acusa de buscar un “presidencialismo absoluto” y de haber “destruido” su legado en seis meses.
“Partimos, patria querida. No sé cuándo te vuelva a ver, y si me lo permitirán, sólo sé que nadie te podrá arrancar de mi corazón”. Con este mensaje en Twitter, el expresidente Rafael Correa se marchó este lunes de Ecuador rumbo a Bélgica, donde le espera su familia. En ella se refugiará. Dice que se lo debe tras una década, la que estuvo en la Presidencia, de “pérdida de privacidad, de inseguridad y de insultos en las redes”. Por ello, aplaza su regreso a Ecuador “por motivos familiares”. Concretamente, hasta que su hijo menor se gradúe y entre en la universidad. Es decir, “por lo menos tres años”, como señaló en una entrevista con la emisora local FM Mundo.
Ha sido una visita de 10 días a su país natal, al que llegó y se marchó rodeado de polémica. Aterrizó el pasado 24 de noviembre en Guayaquil, donde le esperaba una marabunta de ciudadanos. Unos para apoyarle. Otros para abuchearle. Y él, con el objetivo de rescatar a su partido de la “traición” del presidente, Lenín Moreno, y de “defender los programas sociales y los avances” de sus 10 años en el Gobierno. “¡Cuán equivocado estaba, en seis meses han destruido todo!”, clamó.
Y es que la vuelta de Correa a Ecuador, tras cinco meses de ausencia, ha agitado el ambiente político. Si bien los encontronazos entre expresidente y presidente han sido más que notorios en los últimos meses, con la visita han vuelto a la palestra.
Lejos quedaron las buenas palabras y gestos que se dedicaron Correa y Moreno en la campaña electoral del pasado mes de abril. En ese momento, Moreno negó que el país estuviera inmerso en una crisis y sostuvo que Correa dejaba “la mesa servida”, en referencia a una supuesta economía saneada. Una vez en la Presidencia, Moreno aseguró que esa misma mesa “no estaba servida” y culpó a su antecesor de las dificultades. Y es que Correa se fue con la economía en rojo. Él, por su parte, habla de “mala suerte” por la caída del precio del petróleo y el terremoto de 2016.
Correa: “Desde Carondelet se amenaza y no se permite un proceso imparcial en el caso de Glas”
El expresidente salpicó de reproches sus visitas a Durán, Quito, Portoviejo, Chone, Cuenca, Ibarra y Esmeraldas. Por ejemplo, acusó a Moreno de haber dado un giro a la derecha y criticó, una vez más, la convocatoria de una consulta popular, para febrero, que entre otros temas incluye la eliminación de la reelección indefinida. Correa asegura que con dicha consulta se propone “una dictadura, poderes totales a Lenín Moreno”.
Nada más lejos de la realidad. Si gana el ‘sí’, las aspiraciones de Correa de volver a la Presidencia en 2021 quedarían eliminadas. “Me van a acusar de cualquier cosa con autoridades totalmente vendidas… y me van a impedir no sólo regresar, sino volver a ser un simple concejal”, señaló Correa, tal como publica el periódico El Universo.
Donde Moreno ve una forma de limitar la tentación de eternizarse en el poder, Correa aprecia “un golpe de Estado” con una consulta que, en su opinión, “destruye el Estado de derecho”.
El propio Correa puso de ejemplo a la canciller alemana, Angela Merkel: “Cuando Merkel es elegida para su cuarto periodo, va a tener 16 años al frente del gobierno de Alemania, eso es una democracia madura y una lideresa, pero cuando sucede eso con líderes latinoamericanos es porque somos caudillos y hay dictadura”, se quejó.
La consulta también incluye la posible anulación del Consejo de Participación Ciudadana, un organismo que designa a altos funcionarios de control y supervisión del Estado. Aquí, Correa atacó sin piedad: “Eso es apoderarse de toda la estructura del Estado. Esa pregunta (habla de) reemplazar al Consejo de Participación con delegados de Carondelet, será una sucursal de la Presidencia”, dijo para a renglón seguido acusar a Moreno de buscar “un presidencialismo absoluto”.
“Glas es víctima de las injerencias políticas de Moreno”
Sobre el juicio al vicepresidente Jorge Glas, número dos de Correa, a cuenta de los 13,5 millones de dólares que recibió presuntamente de la constructora brasileña Odebrecht para la adjudicación de cinco contratos entre 2012 y 2016, Correa insistió en la entrevista con FM Mundo en que Glas es víctima de las “injerencias políticas” de Moreno.
Según Correa, la consulta que promueve Moreno “destruye el Estado de derecho”
“Existe demasiada presión sobre los jueces, se presiona a autoridades de control, desde Carondelet [sede del Gobierno] se amenaza, se sanciona, se seduce y no se permite un proceso imparcial en el caso de Glas, un proceso con alto perfil político”, declaró el expresidente.
Por ello, llegó incluso a decir que la democracia en Ecuador está “en peligro” desde que llegó Moreno al poder. De hecho, cuando le preguntaron si estas acusaciones significan que Ecuador no es una democracia, Correa contestó: “Empieza a dejar de serlo”.
Un último dato. El divorcio entre Correa y Moreno es tal que las facciones partidarias del exmandatario intentaron abrir un expediente con el objetivo de expulsar a Moreno de Alianza País, de la que es presidente. No prosperó.