Enrique Vélez (ALN).- El jet preferido de los jerarcas del régimen venezolano es el Bombardier Global 6000 con siglas TC-TSR. Una de las aeronaves dentro de la gama de los aviones ejecutivos más grandes y de mayor alcance del mundo. Designado como Global 6000 por su rango o alcance de 6.000 millas náuticas o 11.112 kilómetros a una velocidad máxima de Mach 0.89, equivalente a unos 944 km/h, puede volar tranquilamente desde Caracas directo hasta Moscú o Estambul, con cuatro tripulantes y ocho pasajeros en algo más de nueve horas.
Dentro del lujoso interior y finos acabados del jet Bombardier Global 6000, siglas TC-TSR, hay una cocina amplia con superficie de trabajo espaciosa, horno, microondas, fregadero y grifo, cafetera, hielera y refrigerador. Además, un lavabo con espejo grande, un tocador y lavamanos con grifo.
También tiene un área privada para la tripulación, equipada con butacas reclinables con apoyapies para el descanso, tomacorrientes y lugar de almacenamiento. Un armario para guardar artículos personales de pasajeros y miembros de la tripulación. Y una puerta corredera aislante del sonido que separa la entrada de la cabina principal. Todo lo necesario para hacer de un vuelo largo algo placentero.
Cuenta con dos motores de la firma Rolls-Royce BR710A2-20 turbofans, de 14.750 libras de empuje. Un sistema de propulsión unificado con monitoreo de estado avanzado, con mayor eficiencia, menores emisiones y menores costos de mantenimiento.
Ha sido diseñado para misiones de largo alcance y un ruido mínimo en la cabina para una mayor comodidad. Brinda así una confiabilidad excepcional, digna de uno de los fabricantes de motores de aviación más reconocidos del mundo.
Este avión pertenece a una empresa de aviación, dedicada al chárter y transporte ejecutivo, registrada en Turquía como MNG Jet Aerospace Inc. Posee una flota de aviones Bombardier: además del Global 6000, dos Global 5000, y un Global Express. No casualmente los números del modelo de cada Global están relacionados directamente con su rango o alcance de vuelo aproximado en millas náuticas (NM). Global 5000 para 5.200 NM, Global 6000 para 6.000 NM y Global 7500 para 7.700 NM.
La empresa está situada en el aeropuerto de Ataturk, en la capital de Turquía, Estambul. Es igualmente un centro de servicio autorizado para el mantenimiento de aviones canadienses Bombardier y británicos Hawker. Por lo que todo el mantenimiento se hace en casa.
El centro de servicio está aprobado para aviones registrados en Reino Unido y territorios de ultramar como las Bermudas, Unión Europea, Emiratos Árabes Unidos y Líbano, y, aprovechando una situación geográfica intermedia entre Europa, Rusia y los países árabes del Medio Oriente, brinda mantenimiento aeronáutico a terceros.
Este avión pertenece a una empresa de aviación, dedicada al chárter y transporte ejecutivo, registrada en Turquía como MNG Jet Aerospace Inc. Posee una flota de aviones Bombardier: además del Global 6000, dos Global 5000, y un Global Express.
Este mismo avión Bombardier Global 6000, siglas TC-TSR fue el utilizado recientemente por Carlos Ghosn expresidente de Nissan/Renault para escapar desde Osaka, Japón y viajar a Beirut, vía precisamente Estambul, huyendo de su detención preventiva por estafa y prisión de casa por cárcel.
Igualmente ha sido registrada su presencia en Venezuela en varias oportunidades, según flightradar24.com, siendo siempre utilizado por los jerarcas del régimen de Nicolás Maduro, para vuelos a Estambul, Moscú y Oslo, entre otros destinos.
Es una peculiar combinación de empresa de aviación registrada en Turquía, país con el que el régimen de Maduro guarda una relación muy estrecha, con una flota de aviones canadienses, con motores ingleses, que pueden volar más de medio mundo sin parar.
Estos aviones, con siglas turcas y sin ninguna restricción mundial de vuelo, tienen mantenimiento propio y están muy bien ubicados entre Europa, Rusia y el Medio Oriente.
Brindan una perfecta combinación para aquellos que necesitan moverse de forma rápida, de incógnito, sin tener que pasar equipaje delante de los ojos de mucha gente y con la posibilidad de volar a cualquier hora, sin preocuparse de tripulaciones ni mantenimiento, requiriendo sólo tener una abultada chequera para pagarlo.