Redacción (ALN).- La formación política Movimiento Por la Democracia (MPD), del exministro chavista y considerado preso político Miguel Rodríguez Torres, afirmó este miércoles que los comicios regionales que se celebrarán en Venezuela el próximo 21 de noviembre no serán «libres», pero servirán para reconquistar derechos y espacios de Gobierno.
«Estas elecciones del 21 de noviembre no son libres, no tienen condiciones ideales porque no estamos en una democracia, pero, aun así, representan un escenario de lucha social y política en la reconquista de los derechos constitucionales y en la acumulación de fuerzas democráticas», dijo el MPD en un comunicado difundido hoy.
Sin embargo, la agrupación recordó que reconquistar algunos espacios en las regiones «no implica un cambio de Gobierno» aunque sí, insistió, esto puede transformarse en «un avance en la restitución de derechos».
«Implica una nueva realidad política que podría abrir el camino hacia otro hito constitucional: El referéndum revocatorio», prosiguió el MPD en el texto.
Lea a continuación el comunidado completo:
UNA OPORTUNIDAD PARA LA VICTORIA
Frente a la actual crisis política que atraviesa Venezuela, la pérdida de rumbo y dispersión de las fuerzas democráticas; ante la ausencia de una posición oportuna, de cara a las elecciones regionales del 21 de noviembre, por parte de la Plataforma Unitaria, instancia que agrupa a varias decenas de partidos incluyendo a los que conforman el denominado G4 y que dan sustento al Interinato, imposibilitando de hecho la construcción de candidaturas consensuadas en todo el país, desde el Movimiento Por la Democracia (MPD), fieles creyentes de salidas constitucionales, pacíficas, que nos lleven a una coexistencia democrática en Venezuela, queremos manifestarle al país que:
1. Estas elecciones del 21 de noviembre no son libres, no tienen condiciones ideales porque no estamos en una democracia, pero, aun así, representan un escenario de lucha social y política en la reconquista de los derechos constitucionales y en la acumulación de fuerzas democráticas.
2. La realización de elecciones libres, competitivas y respetuosas del marco legal son el final del proceso de transición, no el inicio. La transición comienza con la restitución parcial y progresiva de derechos políticos y sociales al pueblo, como resultado de la presión cívica de la ciudadanía organizada en contra de la autocracia. Si no hay organización del pueblo, lucha pacífica y masiva en todos los campos que nos permite la Constitución, si no se construye confianza entre las partes en pugna, si no se abren espacios de diálogo honesto entre todos los sectores en conflicto, difícilmente se iniciará una transición exitosa hacia la coexistencia democrática en Venezuela.
3. Si bien es cierto que la solidaridad internacional con la lucha venezolana es importante, lo realmente determinante es la presión interna del pueblo venezolano. Por lo tanto, el centro de la dirección política de las fuerzas democráticas debe estar en Venezuela. La estrategia de lucha la definimos primero los venezolanos y luego vendrá la solidaridad internacional. Decidamos luchar y después que se pronuncien los aliados internacionales de la democracia, no al revés.
4. El proceso de transición, en tanto proceso de restitución de derechos constitucionales, es gradual, progresivo e imperfecto. Pretender una transición en un solo evento lleva a la nación a un callejón sin salida que redunda en confrontación inútil, en frustración, en incremento de la crisis, en pérdida de tiempo y de vidas. Desplegar responsablemente todas las capacidades y creatividad del pueblo en todos los terrenos de lucha constitucional y pacífica, debe ser la tarea principal de la dirigencia de las fuerzas democráticas.
5. Los eventos electorales en medio de autocracias siempre han constituido escenarios de oportunidad para la lucha de los pueblos. Chile, Argentina y Polonia, entre otros, constituyen extraordinarios ejemplos del aprovechamiento, aun en desventaja, de la lucha electoral como vía de reconquista de derechos sociales y políticos, siempre que las direcciones políticas y sociales de las fuerzas democráticas han entendido con madurez y responsabilidad su papel histórico y han superado las bajas pasiones e intereses subalternos, colocando como piedra angular el interés nacional.
6. El 21 de noviembre surge una oportunidad constitucional para luchar por la restitución de derechos y quitarle a la autocracia espacios que son usados, precisamente, para violentar derechos constitucionales al pueblo. Esta posible victoria de las fuerzas democráticas el 21N no implica un cambio de gobierno, pero sí un avance en la restitución de derechos regionales y municipales. Implica una nueva realidad política que podría abrir el camino hacia otro hito constitucional: El Referéndum Revocatorio.
7. Nos resulta muy preocupante e inexplicable que, a estas alturas y a 4 días de culminar el proceso de inscripción de candidatos, aún la Plataforma Unitaria no haya anunciado su participación en elecciones, esto, a pesar de que los candidatos de los diferentes partidos que la conforman están construyendo sus propuestas electorales. Más preocupante aún, si esta plataforma es la que administra la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática, tarjeta unitaria de la mayoría de la oposición.
8. A esto debemos sumarle la renuncia de Ramón José Medina y José Luis Cartaya, Presidente y Secretario General de la MUD, motivado a que “hasta la fecha no se ha tomado decisión alguna sobre participar o no en las elecciones regionales y locales convocadas para en 21 de noviembre de este año, por cuanto además nos encontramos a 5 días de vencer el plazo para formalizar las postulaciones… y ante la imposibilidad de que podamos cumplir con ese requisito formal en tan breve plazo…”, dejando a la MUD a pocas horas de cerrar el proceso sin directiva.
9. La no comparecencia de la MUD a las elecciones del 21N generará una mayor dispersión de candidatos opositores y de votos, así como un aumento en el desánimo y decepción de los ciudadanos. La parálisis política de la Plataforma Unitaria se convierte en el mejor aliado del Gobierno, para que éste alcance una victoria sin necesidad de implementar grandes maniobras ilegales.
10. Le hacemos un llamado a todas las organizaciones políticas de la Plataforma Unitaria, así como al resto de actores sociales y políticos de la Venezuela democrática, a dar un paso al frente, pronunciándose a favor de la participación electoral y de hacerlo de manera unitaria.
11. De la misma manera, debemos asumir con sentido práctico la lucha electoral del 21N. Hay que ganar gobernaciones y alcaldías, ya sea con fórmulas propias o con adversarios al PSUV que no sean de nuestro agrado. Nosotros, dejamos de lado las peleas pasadas y llamamos a apoyar aquellas candidaturas que sean una opción real frente a la autocracia, sean del partido que sean, y esto incluye a la Plataforma Unitaria, la sociedad civil, el chavismo disidente, la alianza democrática, la APR, o cualquier otro factor que represente una alternativa frente al PSUV.
12. Igualmente proponemos la creación de una comisión de fuerzas políticas y sociales de alcance nacional para recorrer cada estado y tratar de construir maquetas unitarias con líderes que representen el espíritu de amplitud, justicia y libertad que deben caracterizar a las fuerzas democráticas de la nación, pero que, a su vez, nos garanticen la victoria en cada entidad territorial.
Dirección Nacional MPD, Caracas 25/08/2021