María Rodríguez (ALN).- Los expertos no se ponen de acuerdo sobre las razones de la compra del 3% de la entidad española por la familia más rica de Chile. ¿Una inversión más en el sector o una estrategia? Mientras, crecen los interesados en hacerse con Popular: la gran banca, la china y hasta fondos de capital riesgo.
La compra del 3% de Banco Popular por parte del grupo Luksic, la familia más rica de Chile, y hecha pública este mes de mayo, tiene doble lectura. Por un lado, supone estrenarse en España en el sector de la banca -aunque sea a través de una entidad con gran incertidumbre sobre su futuro, pendiente de una posible fusión o ampliación de capital- y reforzar así la presencia del grupo en Europa.
Por otro lado, les permite acercar el Banco de Chile, también propiedad de los Luksic, a otra entidad financiera del país: el Banco de Crédito de Inversiones chileno (BCI). Y es que el Popular tiene un acuerdo de colaboración con el BCI desde hace más de 20 años. Se firmó para “acompañar a nuestros clientes en sus inversiones en Chile”, apuntan en la página web de Banco Popular. Este vínculo se pone de manifiesto con una oficina de la entidad española en dependencias del BCI en Santiago de Chile y una delegación de la chilena en Banco Popular Madrid.
Vistas ambas lecturas de la apuesta de los Luksic por la entidad española (con una inversión valorada en más de 2.900 millones de euros o 3.200 millones de dólares), ¿cuál predomina?
Nuria Álvarez, analista de Renta 4, se mantiene al margen de “elucubraciones”, pero sí precisa que en un escenario de elevadas dudas sobre qué ocurrirá con el Popular, “el riesgo que asume [el inversor] al tomar posiciones en el banco ahora es muy alto”.
“El riesgo que asume [el inversor] al tomar posiciones en el banco ahora es muy alto”, apunta Nuria Álvarez
Sin embargo, la analista apunta al diario ALnavío que si, como inversor, se está descontando una operación corporativa a precios superiores a los actuales, “evidentemente se verá como una oportunidad de entrar en Popular”. El anuncio de la compra el pasado 5 de mayo provocó que la entidad española subiese un 8,85%, hasta 0,75 euros por acción (0,83 dólares). Así, el paquete accionarial adquirido llegó a tener un valor de 94,87 millones de euros (105 millones de dólares). Con la inercia de la subida el valor alcanzó los 0,84 euros el 10 de mayo (0,93 dólares), aunque lejos del 1,01 euro (1,11 dólares) de diciembre. Tras sesiones con sucesivas caídas, la acción cerró este miércoles en los 0,69 euros (0,76 dólares).
Por su parte, Alejandro Varela, gestor de fondos de Renta 4, ve la entrada del grupo Luksic en el Popular como “una inversión más en un sector que conocen (el financiero), dada su vinculación con Banco de Chile, y que tiene sentido para reforzar o promover alianzas a ambos lados del Atlántico”. Igualmente, Varela recuerda que esta llegada al accionariado de la entidad española “se produce en un contexto de dificultad para Popular, y a unos ratios muy deteriorados”.
Varela insiste en que “para una inversión estable y a muy largo plazo, puede tener sentido”. Sin embargo, subraya que el riesgo está en “que haya una nueva ampliación de capital y tengan que poner más dinero para mantener su participación”.
“En mente de algunos está una posible toma de control por mayoría con el grupo mexicano”, señala Ladero
Carlos Ladero, de GPM Broker, califica la entrada de los chilenos como una “inversión estratégica” del grupo y “quizá en ayuda de sus amigos mexicanos Del Valle [poseedores del 4% de la entidad]”. “Sobre el papel es riesgo, en mente de algunos está una posible toma de control por mayoría con este grupo mexicano. Bajo mi punto de vista: una inversión fallida”, sentencia Ladero e insiste en que “no es ninguna oportunidad”. “Hay que esperar a ver si es finalmente el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) quien lo rescata o intercambia acciones con algún banco”, apunta.
Santander, Bankia, BBVA… y hasta una entidad china
Por el momento, y según avanza la prensa española, Bankia y Banco Santander ya habrían elaborado sendas propuestas someras sobre la compra de Popular, que serán analizadas en el consejo de administración de la entidad de este jueves. Según el diario El País, el banco que preside Emilio Saracho y que estrenó nuevo consejero delegado en abril (Ignacio Sánchez-Asiaín sustituyó a Pedro Larena) habría iniciado un proceso de opa (oferta pública de adquisición) que quiere tener cerrado para el 10 de junio.
Victoria Torre, responsable de Desarrollo de Contenidos, Productos y Servicios de Self Bank, explica que “Santander tiene experiencia en este tipo de operaciones”, mientras que “Bankia está en un momento especial, al haber sido nacionalizado en los peores momentos de la crisis”. Otros posibles compradores que no se habrían manifestado hasta la fecha son BBVA, que “en su día mostró cierto interés” y “CaixaBank, inmerso en la asimilación de su última operación corporativa [Deutsche Bank]”.
Marisa Cabrita, analista de Orey Financial, incluye otros actores sobre la mesa de negociación: “No descartaría que Popular fuera adquirido por alguna entidad china o fondos de capital riesgo, ya que estos se han mostrado muy activos en la actividad de fusiones y adquisiciones en la Península ibérica”.
Sea cual sea el desenlace, “la absorción de Popular daría la llave para hacerse con el liderazgo del mercado español, pero esta llave no sería gratis”, recuerda Torre. “Se adquiere una entidad que trae de la mano un fuerte lastre, que es necesario digerir. De este modo, la operación de integración de la entidad es, a la vez, riesgo y oportunidad”, concluye la analista de Self Bank.
Banco Popular perdió 3.485 millones de euros (3.866 millones de dólares) en 2016. En el primer trimestre la merma fue de 137 millones de euros (151 millones de dólares).