Daniel Gómez (ALN).- Una fuente del gobierno de Pedro Sánchez dice al diario ALnavío que el nuevo Ejecutivo pretende dar continuidad a la política hacia Venezuela marcada por Josep Borrell, ahora canciller de la UE. Este seguirá teniendo la última palabra. La fuente afirma que Borrell sigue “muy involucrado”. Tanto que ha mantenido “varias” teleconferencias con los jefes de los principales partidos venezolanos que apoyan a Juan Guaidó, el conocido como G-4.
Arancha González Laya será ministra de Asuntos Exteriores del nuevo gobierno de España. Habla cinco idiomas (español, euskera, inglés, francés y alemán). Serían seis si se cuenta el leguaje económico. Es experta en comercio internacional y de ahí sus cargos: todavía ejerce como subsecretaria general de la ONU y directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional.
¿Por qué la elige canciller el presidente de España?
Una fuente cercana al ejecutivo de Pedro Sánchez expone al diario ALnavío tres motivos:
– Reforzar la presencia femenina del gabinete.
– Consolidar un equipo de alto perfil profesional.
– Dejar que por un tiempo Josep Borrell marque la pauta hacia Venezuela.
El equipo de Guaidó espera sanciones inminnetes de la UE contra Maduro
En el anterior gobierno de Sánchez 11 de los 17 ministros fueron mujeres. Esto proyectó la imagen internacional de España como un país feminista. La coalición PSOE-Unidas Podemos también pretende serlo. De ahí que la jefa de la diplomacia española sea una mujer. Una mujer, que advierte la fuente, goza de prestigio en altos organismos internacionales. De González Laya también se conoce su trabajo en el Foro Económico Mundial como copresidenta para África.
En este sentido, la fuente recuerda que la apuesta por Nadia Calviño como ministra de Economía ya le salió bien a Sánchez. Calviño, como González Laya, es una mujer reconocida en los foros internacionales por haberse desempeñado como directora de Presupuestos de la Comisión Europea.
“Eso le dio credibilidad y un alto perfil internacional a España”, señaló.
¿Qué pasa con los temas políticos? ¿Qué pasa con Venezuela?
El gobierno de Pedro Sánchez no se olvida de Venezuela. Explica la fuente que para darle continuidad a la política sobre Juan Guaidó y Nicolás Maduro seguirán contando con lo que diga excanciller Josep Borrell. Este marcó la pauta y seguirá marcando la pauta.
Borrell, ahora alto representante para Política Exterior de la Unión Europea, está “metido de lleno” en el tema Venezuela, asegura la fuente, a pesar de que sus responsabilidades en Bruselas le obliguen a prestar atención a otros asuntos internacionales, como la crisis Estados Unidos–Irán.
Pese a este punto, la intención en Madrid es seguir el libreto de Borrell. Este no se se olvida de Venezuela. Cris que conoce muy bien y la prueba es que ha participado “en varias” teleconferencias con los dirigentes de los partidos de Venezuela, el conocido G-4 que apoya a Juan Guaidó. Estos partidos son Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo.
La fuente no esconde el riesgo de que Pablo Iglesias, vicepresidente del área social del gobierno de España, trate de influir en cuestiones de política exterior. “Si lo dejan se mete en todo”, advierte, aunque al mismo tiempo descarta que perturbe la línea hacia Venezuela porque está convencido de que nunca favorecerá a Nicolás Maduro. Iglesias ha sido crítico con el régimen en varias ocasiones.
¿Y qué pasa con Latinoamérica?
La nueva ministra de Asuntos Exteriores conoce Latinoamérica. González Laya, feminista declarada, ha repetido que sus principales causas con la región es combatir los asesinatos contra mujeres. En mayo de 2019 compartió un tuit advirtiendo que en 14 de los 25 países del mundo con más feminicidios son latinoamericanos.
En declaraciones a la revista Summa en 2017 González Laya afirmó que, si la mujer en América Latina se incorpora al mercado de trabajo, el PIB de la región podría incrementar más de 34%.
“Tenemos en América Latina un doble problema, la falta de competitividad de las economías latinoamericanas y un crecimiento que es poco incluyente, sigue habiendo unas desigualdades muy brutales”, declaró, recordando que el 60% de las mujeres trabaja en el sector informal “con unas condiciones laborales y unos salarios miserables”.