Leticia Núñez (ALN).- El día del amor y la amistad ya está aquí y los presidentes de Iberoamérica no se libran de las flechas de Cupido… ni en el plano personal ni en el profesional. Véase la pasión que se dedican el boliviano Evo Morales y el venezolano Nicolás Maduro. Una dosis similar, pero de rechazo, es la que profesa el colombiano Juan Manuel Santos a Maduro. Aunque para ruptura la de Lenín Moreno y Rafael Correa en Ecuador. El afecto se esfumó en tiempo récord. Ya se sabe que el amor puede ser embriagador, pero también devastador.
¡Ah, el amor! La única cura para todos los males que decía Leonard Cohen. El significado último de todo lo que nos rodea para muchos filósofos. Y, claro, hoy que se celebra San Valentín, las pasiones afloran. Los arrumacos están casi obligados a ser más arrumacos. Toca rendir tributo al santo del amor.
De las flechas de Cupido tampoco se libran los políticos. Ya se sabe que el amor puede ser embriagador. También devastador. Así que no es de extrañar que entre tantas rosas termine colándose algún cardo… Pese al ajetreo diario, las llamadas y las reuniones, es casi seguro que los presidentes iberoamericanos también harán un espacio para festejar –cada uno a su forma- el Día del Amor y la Amistad.
Habrá quienes opten por ideas viajeras, otros más picantes y, por qué no, almibaradas, para avivar la pasión. No será ALnavío el que entre a juzgar lo que cada mandatario regala o no a su pareja. Pero como las pasiones también se trasladan a la política, podría decirse que hay innumerables flechazos entre los líderes de América Latina y España. Así, llevando las relaciones internacionales al terreno amoroso, ¿quién duda de que Evo Morales es el particular Apolo de Nicolás Maduro?
Ningún otro presidente es tan zalamero con el mandatario venezolano como el boliviano. Y mira que resulta difícil. Pero ahí está Evo para levantar la moral a Maduro. Como si vivieran una luna de miel eterna. ¿Que la comunidad internacional habla de sanciones y EEUU de un sistema “antidemocrático” y “antihumano” en Venezuela? Pues Morales repite incansablemente que Bolivia “se mantendrá leal” al país vecino. Es de hecho, el único aliado incondicional de Maduro en Suramérica. Ya en 2013 Maduro le obsequió un fusil a Morales. ¿Le mandará bombones este miércoles?
Entre los favoritos de Trump también está el hondureño Juan Orlando Hernández
Como también es el Día de la Amistad, cabe recordar que Maduro guarda cierto aprecio con el presidente de República Dominicana, Danilo Medina. Aunque el diálogo entre Gobierno y oposición no ha prosperado y Medina fue el anfitrión, el venezolano ya agradeció públicamente en diciembre la colaboración prestada y extendió su gratitud al dominicano.
A quien se le ha roto el amor con el presidente venezolano es a Juan Manuel Santos. Una amistad heredada de los tiempos de Hugo Chávez. El mandatario colombiano se ha convertido por derecho propio en el gran líder de la respuesta internacional ante los abusos del régimen chavista. En una visita a Londres, en noviembre de 2017, Santos llegó a afirmar: “Mi peor pesadilla es Venezuela”. Como otros presidentes y dirigentes latinoamericanos, norteamericanos y europeos, exige la vuelta a la democracia. Además, ha dejado claro que no reconocerá los resultados de las elecciones convocadas por el chavismo sin cumplir las mínimas garantías (Ver más: Santos marca la pauta internacional sobre la crisis de Venezuela).
De quien Maduro tampoco puede esperar rosas por San Valentín es del chileno Sebastián Piñera. La lista de encontronazos entre ambos tiende al infinito. El empresario, quien asumirá la Presidencia de Chile el próximo 11 de marzo, no sólo fue uno de los primeros mandatarios en hablar abiertamente de dictadura, sino que también condenó las violaciones de derechos humanos en Venezuela (Leer más: El triunfo de Sebastián Piñera eleva la presión sobre Nicolás Maduro).
Su victoria en las elecciones de diciembre de 2017 marcó un giro a la derecha en Chile y consolidó esta tendencia en Latinoamérica tras las victorias de Mauricio Macri en Argentina y de Pedro Pablo Kuczynski en Perú. Dos mandatarios con los que Maduro no está precisamente acaramelado. Al argentino le llamó “rata de cañería” y al peruano “perro echado de EEUU”. Ambos son muy combativos con el presidente venezolano, por lo que si hay intercambio de regalos, todo apunta a que serán cardos…
Por no hablar de la relación entre Maduro y el presidente español, Mariano Rajoy. El venezolano lleva cinco años insultándole, sin obtener nunca una respuesta similar. El argumentario se repite a lo largo de los años, abundan las acusaciones de corrupto, colonialista y racista. Maduro puede contarse como el único enemigo de Rajoy en Latinoamérica, puesto que con el resto de presidentes, incluido el cubano, mantiene buenas relaciones.
Lenín Moreno y Rafael Correa: muere un amor
Pero para ruptura la de Lenín Moreno y Rafael Correa en Ecuador. La pasión se esfumó en tiempo récord. Muere un amor. Se apaga la llama entre quienes fueron presidente y vicepresidente. La corrupción fue el factor que determinó el divorcio. La trama de sobornos que tejió Odebrecht y por la que el vicepresidente Jorge Glas, número dos de Correa, fue condenado a seis años de cárcel, avivó la hostilidad.
Santos lidera la respuesta internacional ante los abusos del régimen chavista
El expresidente, quien gobernó Ecuador durante una década, no ve con buenos ojos su legado en manos de Moreno, a quien tildó de “mediocre” y “traidor” a la Revolución Ciudadana. Moreno y Correa tampoco mantienen una buena sintonía en materia económica. Lejos quedan las buenas palabras y gestos que se dedicaron ambos políticos en la campaña electoral. En ese momento, Moreno negó que el país estuviera inmerso en una crisis y sostuvo que Correa dejaba “la mesa servida”, en referencia a una supuesta economía saneada. Una vez en la Presidencia, Moreno aseguró que esa misma mesa “no estaba servida” y culpó a su antecesor de las dificultades. Y es que Correa se fue con la economía en rojo. Otros que, de regalarse algo, elegirán los cardos (Ver más: Con 8 jugadas maestras Lenín Moreno derrotó a Rafael Correa).
Los favoritos de Donald Trump en América Latina
Aunque muchos piensan que San Valentín surgió por el interés de los centros comerciales, su origen se remonta a la época del Imperio Romano. El emperador Claudio II decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras. Pero un sacerdote consideró injusto este decreto y desafió al emperador celebrando en secreto matrimonios para jóvenes enamorados. Y de ahí se popularizó que San Valentín sea el patrón de los enamorados.
De este enamoramiento tampoco escapa Donald Trump. En América Latina sus preferidos parecen ser Macri, Kuczynski y Santos. De hecho, EEUU y Colombia han unificado su estrategia contra Maduro. Así se puso de manifiesto en la gira por América Latina que Rex Tillerson, secretario de Estado de EEUU, realizó la semana pasada. Ya el pasado agosto, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, realizó otra gira en la que visitó Colombia, Argentina, Chile y Panamá, todo ellos socios estratégicos para Washington. Queda, por tanto, más que claro a quién mandaría Trump rosas y a quién cardos.
Con Macri incluso podría ser aún más generoso. Los empresarios-presidentes se conocieron cuando el argentino tenía 24 años y el estadounidense 40. “Es una larga historia. Fue cuando tuve que cerrar un negocio familiar en Nueva York”, dijo Macri a la cadena estadounidense CBS. Después, Trump se deshizo en elogios con el argentino: “Me encanta Buenos Aires, es una hermosa ciudad. Conozco grandes hombres de negocios en la región, como Macri. Es un buen tipo”, confesó al diario La Nación. Y agregó: “Conozco al padre y al hijo. Me caen bien y creo que son una gran familia”.
Entre los favoritos de Trump también está el hondureño Juan Orlando Hernández, que para eso en Honduras bailan al son de EEUU. Poco importa que los resultados de las elecciones celebradas a finales de 2017 tardaran 22 días en conocerse, que la oposición denunciara fraude y la Organización de Estados Americanos (OEA) solicitara que se repitiesen los comicios. El gobierno de Trump felicitó a Hernández. Fue el primero en hacerlo. Después, varios países siguieron sus pasos, dejando las protestas de la oposición a medio fuelle. Hernández no tardó en devolver el favor a Trump y apoyó la decisión unilateral del estadounidense de reconocer Jerusalén como capital de Israel.
Correa no ve con buenos ojos su legado en manos de Moreno
Nada que ver con México. Los insultos y amenazas han sido una constante en la verborrea trumpista. A los mexicanos indocumentados en EEUU les llamó “violadores”, “criminales” y “narcotraficantes”. Mantiene la idea de construir un muro en la frontera e incluso llegó a afirmar que sería el país latinoamericano el que lo pagaría. Así las cosas, parece muy difícil que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se plantee siquiera limar asperezas. Ni amor, ni amistad (Ver más: No hay muros en México que detengan los millones en inversión energética).
Donde el afecto también brilla por su ausencia es entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont. Dicen que los polos opuestos se atraen, pero aquí esa regla no se cumple. Cupido lo tiene muy complicado. El primero se opone por completo a la independencia de Cataluña. Y el segundo sólo contempla la ruptura con España. Fugado en Bélgica y atrincherado en las redes sociales, el expresidente de la Generalitat confesó al exconsejero de Sanidad Toni Comín que se siente “sacrificado” por los suyos. La chispa se apaga, pero quizá este día de la amistad pueda ser un buen momento para intentarlo.