Alonso Moleiro (ALN).- Presentes, disueltos entre sus posturas, e intercalados entre sus comentarios, están en la cuenta de Twitter del expresidente de Panamá, Martín Torrijos, el recuerdo de su padre, Omar, y los temas relativos al estratégico Canal de Panamá. Torrijos, todo un cuadro político de la escuela de la mediación internacional, ha sido pragmático y exitoso. No carga reclamos ni parece llevarle cuentas a nadie.
La bandera de la doble estrella, el ámbito marino, los edificios urbanos empotrados, el entorno del Canal. La cuenta de Twitter de Martín Torrijos, expresidente de Panamá, es la de un esclarecido istmeño en estado natural.
No es, por supuesto, la cuenta de cualquier panameño. Ni siquiera la de cualquier expresidente. Martín Torrijos es el hijo de Omar Torrijos, malogrado hombre fuerte de ese país, símbolo por excelencia de la causa nacional, entre otras cosas por su actitud intransigente ante la soberanía panameña en el Canal, en una nación que tiene una historia más reciente, y más atípica, que la del resto de América Latina.
A diferencia de su padre, a quien mantiene muy presente, Martín Torrijos es un conspicuo militante de la izquierda vegetariana en la política latinoamericana. Ha logrado metabolizar el ahogado nacionalismo que ha heredado, que encarnó un malestar generacional frente a los Estados Unidos, por una postura más prudente.
Es un socialdemócrata con un tránsito aceptable en el gobierno de su país, que, sin sesgo caudillista alguno, comprendió apenas los cinco años previstos en la Constitución. Este Torrijos, antes que nacionalismo, rebosa modernidad.
La presencia de su padre, Omar, ya lejano entre los ecos de la Guerra Fría, y el rictus nacionalista, sin embargo, están presentes en la cuenta de Martín. Es cuestión de épocas, caracteres y métodos. El pasado 24 colgaba esta cita, celebrando con una foto la existencia de la escuela “Omar Torrijos Herrera”.
Este retuit lo extraía luego Martín de la cuenta de la Fundación Omar Torrijos, el 18 de junio, a propósito del día del padre, con la foto respectiva. La cita era la siguiente: “lo que quiero para mis hijos lo quiero para mi pueblo”.
Martín Torrijos no expira por estos lares ni acusaciones, ni reuniones con voluntarios adeptos a su causa, ni recorridos populares, ni demasiados mítines o encuentros propios de la pasión política. Hay una cierta omnipresencia, de carácter panameño, en torno a los debates sobre el canal y la memoria de su padre.
También acá, Torrijos, como su colega el expresidente dominicano Leonel Fernández, surte su buzón con foros y marcos conceptuales; coloca “retuit” a los resultados de los torneos de fútbol colegial, se otorga el permiso de recomendar libros o artículos de opinión, ofrece notas de condolencias y comenta hechos de la política, de forma notoriamente desapasionada.
Él podrá argumentar que ya ha cumplido su servicio personal en materia de tormentos, en los cinco años en los cuales le tocó ejercer el poder. No en balde, podríamos agregar, tanto a Torrijos como a Leonel Fernández les ha dado por emplear su tiempo intentando mediar ante Nicolás Maduro en la crisis venezolana.
Algunas disrupciones e inconformidades, sin embargo, podemos terminar de recoger en una pesca de contenidos. A Torrijos no le ha gustado nada, por ejemplo, el endurecimiento de Donald Trump ante el gobierno de Raúl Castro.
Trump revierte el deshielo con Cuba y frustra las esperanzas de los isleños. ¡Qué retroceso! ¿La historia no cuenta? https://t.co/MjyhRBrs80
— Martin Torrijos (@MartinTorrijos) 17 de junio de 2017
Firmé junto a otros 40 líderes mundiales comunicado d Club de Madrid que lamenta retirada de EU del Tratado de París https://t.co/0Dj71OApWL pic.twitter.com/GRNn9Ir3Jh
— Martin Torrijos (@MartinTorrijos) 16 de junio de 2017
También hay comentarios profusos en torno a la ampliación del Canal y la mejora en el desempeño de este estratégico espacio del comercio internacional.
El Canal Ampliado cumplirá pronto su primer año superando los pronósticos que sustentaron el Referéndum que convocamos. pic.twitter.com/IOvSUGr2eE
— Martin Torrijos (@MartinTorrijos) 17 de junio de 2017
Ligero de equipaje en materia ideológica; atento, aparentemente, al mandado de los símbolos que gestaron su formación como político, con muy pocas personas, al menos en la arena internacional, dispuestas a presentarle pasivos o cazarle contradicciones, Martín Torrijos se puede permitir lujos: fotografiarse con George W. Bush, uno de los villanos de la izquierda internacional, evocando el tiempo en el cual les tocó coincidir como mandatarios. Eso sin dejar de ser Martín Torrijos, el hijo de Omar, el patriota antiyanqui del Canal de Panamá.
TPC, tema de Martín Torrijos y George W. Bush. En nuestras relaciones con EU siempre fuimos firmes y respetuosos. https://t.co/yyo7Hu8zS7
— Martin Torrijos (@MartinTorrijos) 16 de junio de 2017