Daniel Gómez (ALN).- Las sanciones de Estados Unidos no detuvieron al Manuela Sáenz, el carguero de PDVSA que atracó el sábado en Cuba. Allí iba el petróleo que el régimen de La Habana necesitaba para aliviar la crisis energética.
Nicolás Maduro esquivó el bloqueo de Estados Unidos y pudo cumplir con el régimen de La Habana.
El sábado atracó en el puerto de Cienfuegos el tanquero venezolano Manuela Sáenz. Un barco de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) con capacidad para 47.144 toneladas, según el registro de Marine Traffic y C4ADS.org, portales que suministran información en tiempo real sobre los barcos que navegan por el mundo.
De acuerdo con los registros, el Manuela Sáenz estaba el 29 de agosto en el Complejo Petroquímico General de División José Antonio Anzoátegui, en el estado venezolano de Anzoátegui. El 3 de septiembre se movió hasta la refinería de Amuay, en el estado Falcón. De ahí partió a Cuba, donde arribó el día 14.
Concretamente, el carguero es propiedad de Venfleet Products y lo opera la filial de PDVSA, PDV Marina S.A., precisa el Diario de Cuba. En el pasado, este barco fue reparado por los cubanos en uno de los contratos que mantenía con el chavismo.
En mayo de 2019 este barco fue noticia. Según el portal Infobae, funcionarios del servicio de inteligencia de Maduro, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), intimidaron a la tripulación del Manuela Sáenz para que trasportara un cargamento de crudo a Cuba.
Según declaró la semana pasada el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en septiembre intentaron atracar dos barcos en el país, pero les fue imposible. Uno de los motivos es el bloqueo de EEUU. Y otro es que cada vez son menos los buques dispuestos a transportar el petróleo que envía Maduro. Así lo informó Bloomberg el pasado viernes, notificando que un pedido se tuvo que aplazar hasta octubre porque el comprador no encontró barcos dispuestos.
Según Infobae, el capitán del barco se negó a realizar el envío ante el bloqueo de EEUU. Fue ahí cuando los funcionarios del Sebin bajaron al capitán del barco y lo “intimidaron” para que realizara el envío.
Ahora, al igual que en aquella ocasión, se desconoce cuántas toneladas de crudo llevó el Manuela Sáenz a La Habana. Las últimas informaciones apuntan que Maduro envía una media de 40.000 barriles diarios a Cuba. No obstante, el régimen venezolano cada vez tiene más problemas para realizar esos envíos.
Según declaró la semana pasada el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en septiembre intentaron atracar dos barcos en el país, pero les fue imposible. Uno de los motivos es el bloqueo de EEUU. Y otro es que cada vez son menos los buques dispuestos a transportar el petróleo que envía Maduro. Así lo informó Bloomberg el pasado viernes, notificando que un pedido se tuvo que aplazar hasta octubre porque el comprador no encontró barcos dispuestos.
Sobre el arribo del Manuela Saénz a Cuba también llama la atención que ninguno de los medios oficialistas lo haya reseñado. Ni el diario Granma, ni la agencia Prensa Latina, ni el portal Juventud Rebelde, informaron sobre el atraco del barco de Maduro. Son estos mismos medios los que como Díaz-Canel, prefieren usar la palabra “coyuntura” en vez de “crisis” para referirse a la situación de ese país, con apagones constantes, escasez de diésel y caos ciudadano por el mal funcionamiento del transporte.