Redacción (ALN).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseveró este sábado que irá «con buena fe» a un nuevo proceso de diálogo político con la oposición, al que espera se sumen todas las facciones del antichavismo. «En el momento que se den las condiciones, con una agenda consensuada, lugar de reuniones y los métodos de trabajo, iremos con buena fe al diálogo. Hemos logrado convocar y vamos a sentar en la mesa a las oposiciones venezolanas», dijo el mandatario en un mesaje publicado en Twitter.
Recientemente, el líder del sector mayoritario de la oposición, Juan Guaidó, lanzó un Acuerdo de Salvación Nacional que, en la prática, es un llamado a la negociación con el Gobierno de Nicolás Maduro, un exchofer de autobús que gobierna desde 2013.
En este nuevo proceso de negociaciones, que está en fase exploratoria y contará con la mediación de Noruega, la oposición venezolana espera lograr la convocatoria a «elecciones libres» y la liberación de casi 300 personas a las que considera «presos políticos». Media docena de estos son ciudadanos españoles.
Pero Maduro también tiene sus peticiones, unas con las que incluso ha condicionado su participación en el diálogo.
El presidente socialista exige que antes de sentarse a negociar se levanten las sanciones de Estados Unidos contra su Gobierno, así como «el reconocimiento de la Constitución venezolana y de los poderes públicos».
Además, el jefe de Estado agrega, como tercer requisito, la devolución «inmediata» de las cuentas bancarias «con todo el dinero que ha sido secuestrado en EEUU y en Europa», una condición ligada a la primera.
Esta misma semana, Maduro agregó una cuarta condición con la que no está de acuerdo Guaidó: que las negociaciones se hagan de manera pública, abierta y con prensa que documente todo lo que se hable y se decida.
Para el opositor, quien se mostró desconfiado de las intenciones de Maduro desde el primer momento, «una negociación de micrófono» le «resta seriedad al proceso».