María Rodríguez (ALN).- Las operaciones de la entidad para deshacerse de sus activos no estratégicos continúan. Los analistas lo ven “adecuado”, aunque con matices. Consideran que Popular necesita desprenderse de esa parte “de forma rápida” y que, de momento, “están teniendo un impacto menor en resultados”.
“No vamos a vender cualquier activo de manera indiscriminada”, advirtió Ignacio Sánchez-Asiaín, consejero delegado de Banco Popular, en la presentación de resultados del primer trimestre de 2017. Y parece que lo están consiguiendo, según declaran distintos expertos al diario ALnavío. Rodrigo García, analista de XTB, apunta que la estrategia que está siguiendo el grupo a la hora de deshacerse de sus negocios no estratégicos es “la adecuada”: “Si la empresa va a optar a una ampliación de capital o va a ser comprada, ha de estar siempre focalizada en los activos estratégicos”.
Un segundo factor beneficioso que cita García es que el Popular “va a hacerse lo más atractivo en cuanto a deuda” para sus posibles compradores, “aunque haga la compra más pequeña”.
Con las ventas, Popular “va a hacerse lo más atractivo en deuda”, apunta García
De la misma opinión es Nuria Álvarez, analista de Renta 4, si lo examina desde el punto de vista del planteamiento de las ventas. Y es que la entidad “busca obtener fondos que permitan minimizar el impacto de nuevas provisiones asociadas a los activos inmobiliarios”, afirma la experta. Precisamente este negocio fue el que volvió a llevar al Popular a pérdidas en el primer trimestre de 2017.
“La entidad necesita desprenderse de esos activos [no estratégicos] de forma rápida, dadas las implicaciones que tiene llevar a cabo dotaciones a provisiones nuevas y el cumplimiento de los ratios de capital”, sostiene Álvarez. La experta recuerda que esta estrategia de venta de activos se inició el año pasado, “y el ritmo de ventas a nuestro juicio está siendo bajo, y por el momento con un impacto menor en resultados”.
Por su parte, Marisa Cabrita, analista de Orey Financial, apunta que “dada la degradación de la confianza de los inversores en la entidad, esta es una de las estrategias disponibles para mejorar los niveles de capital”. “Recordemos que la entidad cuenta con 20.200 millones de euros (22.460 millones de dólares) en activos dudosos”, señala.
Estrategia de venta necesaria pero no suficiente
Ahora bien, esta estrategia de venta “es necesaria, pero ni mucho menos suficiente para la restructuración”, apunta García y también lo defiende Álvarez. En la misma línea que estos dos analistas se pronunció la agencia de calificación Fitch esta semana. Desde la calificadora consideran que la iniciativa del banco presidido por Emilio Saracho “puede ser insuficiente para recuperar la confianza del mercado, restaurar la solvencia y acelerar el problema de la disponibilidad de activos”.
La venta más reciente de Popular corresponde a la de su participación del 2,86% en la socimi (Sociedad Cotizada Anónima de Inversión en el Mercado Inmobiliario) Merlin Properties, efectuada este miércoles. La operación se cerró a un precio de 143,8 millones de euros (160 millones de dólares), según informó la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). De esta forma, la entidad se desprende íntegramente de su participación en la inmobiliaria Metrovacesa, que el año pasado culminó su fusión con la socimi Merlin Properties, tal como recoge la agencia EFE.
Victoria Torre, responsable de Desarrollo de Contenidos, Productos y Servicios de Self Bank, destacó en su comentario a cierre de mercado de este miércoles que, para la venta de la participación en la socimi, Popular seleccionó “la modalidad de colocación acelerada entre inversores institucionales y/o cualificados”.
Dos semanas antes, Abanca anunció la compra del 100% de Popular Servicios Financieros por 39 millones de euros (43 millones de dólares). La entidad que lidera el venezolano Juan Carlos Escotet colocó así otra pica en Portugal en su expansión más allá del territorio español (ya tenía oficinas en cinco puntos del país luso). Por su parte, Banco Popular destacó el “importante impacto de capital” de este acuerdo.
Otra operación más, aunque independiente de los activos no estratégicos del banco, fue la adquisición del 3% de Popular por parte de los Luksic, la familia más rica de Chile. Esto supuso una inversión del principal accionista de la minera Antofagasta de unos 90 millones de euros (100 millones de dólares) en títulos. Así, se amplió el peso de los latinoamericanos en la entidad española, hasta ese momento representados por el mexicano Antonio Del Valle con el 4% del accionariado.
El objetivo último de Popular es “volver a ser viable”, precisa el analista de XTB. Recuerda, además, que en una entidad financiera es determinante transmitir confianza al mercado. Esta confianza frenaría la fuga de depósitos, que podrían continuar si la entidad sigue con el capital actual, según sostiene el experto.