Antonio José Chinchetru (ALN).- El presidente electo de Colombia, el uribista Iván Duque, llegará a la Casa de Nariño respaldado por 10,37 millones de votos, la mayor cantidad de electores que han apoyado a un candidato en la historia del país. Cuando está a punto de cumplir 42 años, venció en los comicios a Gustavo Petro en un momento complejo. Son cinco los grandes retos a los que va a tener que hacer frente en su mandato: encauzar la economía, redefinir los acuerdos de paz con las FARC, afrontar la negociación con el ELN, hacer frente al éxodo venezolano y liderar la respuesta latinoamericana al régimen de Nicolás Maduro.
Iván Duque ganó las elecciones colombianas respaldado por 10,37 millones de electores. Se ha convertido así en el presidente electo más votado de la historia de Colombia. Cuenta además con el apoyo de dos de sus predecesores en el cargo: Andrés Pastrana y Álvaro Uribe. Este último, de hecho, es su mentor político (Ver más: La hegemonía política y electoral de Álvaro Uribe en Colombia ya es indiscutible).
Es el segundo mandatario con menor edad elegido por los colombianos (Eustorgio Salgar tenía apenas 38 cuando resultó electo en 1870). Se inscribe así en la corriente de gobernantes jóvenes y carismáticos que están triunfando en varios países, entre los que destacan el francés Emmanuel Macron y el canadiense Justin Trudeau. Sin embargo, Duque ha de hacer frente a retos con los que no se encuentran ni el europeo ni el norteamericano. Además de tener que encauzar una economía que no pasa por su mejor momento, los desafíos están relacionados con las negociaciones con las narcoguerrillas y la vecindad con una Venezuela devastada por el chavismo. Estos son los cinco grandes desafíos para el nuevo ocupante de la Casa de Nariño.
1.- Encauzar la economía
El gobierno de Juan Manuel Santos estaba convencido de que la firma de los acuerdos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, rebautizadas como Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común) iba a impulsar la economía. Sin embargo, la realidad es diferente. Los últimos datos resultan negativos. A finales de mayo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) rebajó la previsión de crecimiento para 2018 de 3% a 2,7%. Días después, el Banco Mundial redujo de 2,9% a 2,7% la perspectiva para este año y de 3,4% a 3,3% para 2019.
El desempleo ha aumentado seis décimas en un año, al pasar de 8,9% a 9,5% en abril de 2017 al mismo mes de 2018
El desempleo ha aumentado seis décimas en un año, al pasar de 8,9% a 9,5% en abril de 2017 al mismo mes de 2018, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística. A todo esto se une una caída interanual de 367 millones de dólares en la inversión extranjera directa (IED). Según los datos del Banco de la República, la IED pasó de 2.500 millones de dólares en el primer trimestre del anterior ejercicio a 2.133 millones de dólares en el mismo periodo del actual.
Duque se presentó a los comicios con un plan económico con el que espera lograr tasas de crecimiento del Producto Interior Bruto superiores a 5% anual (Ver más: Este es el plan de Iván Duque para que el PIB de Colombia crezca por encima del 5%). Incluye una ambiciosa estrategia para reducir los gastos públicos innecesarios, disminuir 5% los costos de funcionamiento de la administración y rebajar la evasión del impuesto sobre la renta y el IVA 50% en cuatro años. A todo esto se une una disminución de impuestos a las empresas, con el objetivo de hacerlas más competitivas y que generen más empleo. También quiere ofrecer mayor seguridad jurídica y eliminar la hiperregulación para atraer inversores extranjeros.
2.- Redefinir los acuerdos de paz con las FARC
Iván Duque fue junto con Uribe uno de los rostros más destacados de la campaña por el ‘No’ ante el plebiscito sobre los acuerdos de paz con las FARC, en el que resultó derrotado Santos. Redefinir los términos del acuerdo, que fue firmado por su antecesor a pesar del rechazo en las urnas, es uno de los compromisos centrales de su campaña. El presidente electo ha dejado claro que su intención no es romperlos, sino eliminar algunos de los puntos que generan mayor desacuerdo entre la población colombiana (Ver más: Iván Duque: “No se puede aceptar que haya criminales de lesa humanidad haciendo política en Colombia”).
Entre las propuestas de Duque figura que no se permita que se presenten a elecciones y ocupen cargos políticos dirigentes y miembros de las FARC que hayan cometido delitos de lesa humanidad. Sí acepta, por el contrario, que se integren en la vida civil y participen en política aquellos antiguos guerrilleros que no hayan cometido crímenes graves. Además, está en contra de la configuración de la llamada Justicia Especial para la Paz, una jurisdicción especial que en su opinión genera impunidad. Reclama además que se desvincule el narcotráfico de los delitos considerados políticos, de manera que no sea amnistiable, y quiere que la destrucción de los cultivos de coca sea obligatoria en vez de voluntaria, como es hasta ahora.
El reto que enfrenta Duque es cumplir estos compromisos convenciendo a la dirigencia de las FARC de que acepte los nuevos términos. Además, debe mantener el combate contra las llamadas disidencias de las FARC, que siguen activas en diversos puntos del país.
3.- Llevar adelante las negociaciones con el ELN
Tras la firma del acuerdo de paz con las FARC, Santos hizo hincapié en las negociaciones en La Habana con el Ejército Nacional de Liberación (ELN, de ideología marxista-leninista). Es el mayor grupo terrorista activo en el país y ha podido aumentar el número de efectivos al integrar a antiguos miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Ver más: Aún quedan 7 grupos terroristas en Iberoamérica pese al adiós de ETA). Se firmó un alto el fuego, a pesar de lo cual la guerrilla narcoterrorista sigue activa y mantiene parte de su actividad, incluyendo la extorsión y el narcotráfico.
Iván Duque no renuncia a la negociación, pero impone nuevas condiciones. Considera que no es suficiente con mantener el alto el fuego. Exige además que los miembros del ELN se concentren en una zona concreta del país y que renuncien a la totalidad de su actividad criminal.
4.- Hacer frente al éxodo venezolano
El éxodo venezolano es un reto sin precedentes para gran parte de América Latina. El país que esté recibiendo a una mayor cantidad de personas que huyen de la crisis política, económica y social creada por el régimen de Nicolás Maduro es Colombia. Según datos ofrecidos por el director del Plan Frontera, Felipe Muñoz, en los últimos 15 meses han cruzado la frontera conjunta más de un millón de personas.
Esta llegada masiva a un país que cuenta con una población de 49,58 millones de habitantes supone un reto muy difícil de afrontar
“250.000 son colombianos que han retornado y 819.000 son venezolanos que pretenden quedarse”, dijo Muñoz en la presentación del último informe sobre la situación en la frontera. Del total de inmigrantes venezolanos, 442.462 llegaron a Colombia de forma ilegal, y el 38% son menores de edad, mientras que los otros 376.572 lo hicieron con algún documento que les permitía cruzar al país vecino, según los datos oficiales.
Esta llegada masiva a un país que cuenta con una población de 49,58 millones de habitantes supone un reto muy difícil de afrontar. La entrada de un millón de personas sin apenas recursos obliga a poner en marcha complejos mecanismos de atención sanitaria y educativa, así como a implantar medidas que faciliten la inserción laboral de los huidos de Venezuela.
5.- Liderar la acción latinoamericana frente a Nicolás Maduro
En un primer momento, Juan Manuel Santos mantuvo una buena relación con Nicolás Maduro, sobre todo por el papel del venezolano en las negociaciones con las FARC. Sin embargo, el clima bilateral después cambió y en los últimos años ha sido uno de los presidentes latinoamericanos más firmes ante el autócrata bolivariano.
El reto de Iván Duque no es sólo mantener el protagonismo de Colombia en la respuesta ante los abusos del régimen de Maduro. Debe además afianzar el liderazgo en esa acción conjunta. Entre sus compromisos electorales estaba llevar al dictador venezolano ante la Corte Penal Internacional (CPI) si salía elegido presidente. Quiere además que en esa iniciativa le acompañen otros mandatarios latinoamericanos. Como recordó en un acto celebrado en Madrid en enero, ya como senador denunció a Maduro ante la CPI, y lo hizo junto con otros 76 legisladores colombianos y 50 chilenos (Ver más: El candidato del uribismo en Colombia califica de ejecución extrajudicial la muerte de Óscar Pérez).
Duque dio por hecho entonces que si denuncia al régimen de Maduro habrá tensiones entre los dos países, pero ha recordado que ya existen. Es consciente, según señaló, de que tras la denuncia esas tensiones crecerán. Duque también explicó: “Yo no voy a tener ninguna actitud belicista con Venezuela”.