Leticia Núñez (ALN).- Un vicepresidente preso: Jorge Glas. Un expresidente con orden de prisión preventiva: Rafael Correa. Al menos 20 funcionarios del anterior gobierno investigados por corrupción. Es el desolador panorama en Ecuador. “Las cifras son vergonzantes”, admite el Gobierno ecuatoriano. El presidente Lenín Moreno, de viaje en España, reconoció que su país “perdió miles de millones de dólares en corrupción”. De ahí la promesa de “no pasar ni una”.
Fue un auténtico torbellino. Lenín Moreno llegó a España con la lengua afilada. En cada palabra, el presidente de Ecuador propinó un bofetón al exmandatario Rafael Correa. A ese del que fue vicepresidente. Nada de guardarse lo más fuerte para el final. Sacó el látigo desde el primer segundo y no lo guardó hasta finalizado el Foro América en el que participó este viernes en Madrid.
Moreno llegó al poder en mayo del año pasado con la promesa de combatir la corrupción y este viernes lo reiteró. Dijo que recibió un país “con una situación extremadamente crítica”, pero que lejos de lamentarse asume la responsabilidad y lo toma como una oportunidad porque “las crisis enseñan”.
El presidente aseguró que “el índice de corrupción es inmenso”. Basta un dato. Hay más de 20 exfuncionarios de Correa investigados. Entre ellos está el propio Correa, quien tiene varios frentes abiertos. Por un lado, la Corte Nacional de Justicia emitió el pasado 3 de julio una orden de prisión preventiva en su contra por el intento de secuestro del diputado opositor Fernando Balda. Además, la Contraloría General del Estado reveló la semana pasada indicios de responsabilidad penal por mal manejo de la deuda pública (Ver más: 20 exfuncionarios de Correa investigados en Ecuador).
“Cometí el error de descuidar la economía porque francamente creí que las cosas iban bien”
Además, el exvicepresidente Jorge Glas está en prisión, condenado a seis años por haber recibido 13,5 millones de dólares en sobornos para favorecer a Odebrecht.
De ahí la reiteración de Moreno. “A los ministros les digo ‘ni una sola’, ni una porque cuando se pasa una, se pasan todas y eso es lo que ocurrió en el gobierno pasado. Se perdieron miles de millones de dólares en corrupción”.
Pero las críticas fueron más allá de la corrupción. Estas son las otras seis bofetadas que Moreno propinó a Correa.
1.- El vídeo más crítico del momento
El primer bofetón llegó en forma de vídeo. Lo que todo el público daba por hecho que sería una grabación promocional de Ecuador, resultó ser una de las críticas más contundentes expresadas hasta ahora. “Unos cuantos mancillaron los valores fundamentales de la patria. Trataron de arrebatar nuestra ilusión. Nos vendieron una revolución. Mientras tanto, la situación de la economía no era saludable. No había tal bienestar como narraban”, decía la voz en off al tiempo que se proyectaban imágenes del Ejecutivo de Correa.
No quedaron ahí los reproches. El gobierno de Moreno también acusó al exmandatario de acabar con la inversión extranjera, de sostener la economía “con exorbitantes niveles de endeudamiento”, de “vulnerar los derechos humanos y liquidar la libertad de prensa”. Después llegó el capítulo de las obras inconclusas: “Funcionan a medias y otras se hicieron con contratos mañosos”.
Y, cómo no, vuelta a la corrupción. “Un vicepresidente preso, altos funcionarios juzgados, muchos prófugos de la justicia… Las cifras de la corrupción son inéditas y vergonzantes”, apuntó el vídeo gubernamental. Ahora, dicen, los principios han vuelto para quedarse. “Tras un año de cirugía mayor a la corrupción, desarrollamos el turismo, saneamos la economía, nos abrimos al mundo, generamos confianza y credibilidad, con reglas claras y justas. Construiremos un Estado de derecho que nadie pueda secuestrar”.
¿Se puede decir más claro? Lo cierto es que las declaraciones del Gobierno ecuatoriano se enmarcan en el trabajo diplomático que han iniciado para rebatir las acusaciones sobre una supuesta persecución política en contra de Correa, sobre quien pesa una orden de prisión preventiva (Ver más: La orden de prisión contra Correa marca un antes y un después en Ecuador).
2.- No volver a caer en el abismo
Moreno empezó hablando de que el ser humano está diseñado para cambiar, para dar saltos que revolucionen su vida hacia algo mejor. No obstante, criticó que el término revolución ha sido “excesivamente manoseado” en América Latina, donde “todo es revolución”. Así, aplicando esta teoría al caso de Ecuador, sostuvo: “Lastimosamente en mi país se llamó revolución a algo que no quería serlo”. Una visión que choca frontalmente con la cacareada “revolución ciudadana” que defiende Correa.
En opinión de Moreno, “esta realidad no puede volver a reproducirse. Para ello, requerimos de la participación activa de todos los ciudadanos del mundo. Si no, corremos el peligro de que los países vuelvan a caer en el abismo”.
Y es que precisamente, su conferencia fue titulada “Saliendo del abismo”. Suena alentador, motivador, dijo el presidente. Pero, a su juicio, lo más importante es no volver a caer en el precipicio. “Es muy difícil salir”, comentó al respecto.
3.- Un país polarizado
Aseguró que cuando llegó al poder en mayo de 2017, se encontró con un país polarizado. El distanciamiento se daba tanto en el plano político como en el social. “Había distanciamiento de familias, hermanos que no se saludaban, los empresarios se habían vuelto duros…”, recordó.
“Jamás en la vida nos hablaron de que el socialismo eran crímenes, secuestros y esquilmar los recursos del Estado”
Asimismo, acusó a Correa de confrontar, “incluso físicamente”, con cualquier sector. “Jamás en la vida nos hablaron de que el socialismo eran crímenes, secuestros y esquilmar los recursos del Estado. ¿Desde cuándo el socialismo es autoritarismo, intolerancia e irrespeto a los derechos humanos?”, cuestionó. Hoy, el presidente asegura que ha logrado el reencuentro y que está construyendo “un nuevo país”.
Un nuevo país abierto a la inversión extranjera y a forjar alianzas con empresarios. “Estamos refrescando nuestras relaciones, nuestro contacto con el mundo”, dijo.
En esta línea ya se había expresado el canciller ecuatoriano, José Valencia, quien también viajó a España. En una entrevista con Radio Nacional, manifestó que Ecuador busca enfatizar las relaciones económicas y comerciales con otros países y que tiene “muchas esperanzas” tras sumarse como observador a la Alianza del Pacífico. Sobre los vínculos con España, el canciller destacó que “hay una presencia relevante de compañías españolas y esperamos que la presencia se siga incrementando”.
4.- “Me alegro mucho de haberle decepcionado”
La frase parece lógica a tenor de lo expuesto. Por si quedaran dudas, Moreno las despejó de golpe: “Me alegro mucho de haberle decepcionado [a Correa], me alegro de haber gestado un cambio fundamental si queríamos consolidar el país”.
Cambio frente a la reelección indefinida, algo que el presidente de Ecuador rechaza de plano. Lo ha manifestado en múltiples ocasiones y este viernes volvió a hacerlo. Esta vez habló de que “el agua estancada se pudre y es muy probable que haya alimañas”. Dicho de otra manera: “Es peligroso que un hombre gobierne demasiado tiempo un pueblo. Ahí florece la prepotencia, el autoritarismo y la corrupción”.
El pasado 4 de febrero, Ecuador prohibió la reelección indefinida, introducida en diciembre de 2015 y que hubiera permitido a Correa volver a presentarse a las próximas elecciones. Moreno no quiso cerrar este capítulo sin enviar un último recado al exmandatario: “Estaba obsesionado por reelegirse indefinidamente. Había olvidado el principio de consultar al pueblo tantas veces como sea necesario en temas fundamentales y sólo había acudido a la Corte Constitucional, en la que únicamente había amigos. Eran jueces elegidos a dedo, fiscales elegidos a dedo y un contralor elegido a dedo” (Ver más: Moreno se alegra de haber decepcionado a Correa).
5.- El anterior gobierno “ocultaba todo”
Ya lo había indicado el vídeo del comienzo. Pero por si no hubiera quedado claro, Moreno retomó el asunto. Admitió que en su época de vicepresidente no se preocupó de los temas económicos. “Cometí el error de descuidar la economía porque francamente creí que las cosas iban bien. Pero en el anterior gobierno se ocultaba todo. Mientras más se ocultan las cosas, más turbia, más siniestra suele ser la forma de gobernar”, dijo para zanjar: “Debe haber absoluta transparencia”.
6.- “Permisividad extrema” con el narcotráfico
El último bofetón de Moreno a Correa tuvo que ver con el avance de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la frontera ecuatoriana. “En el gobierno anterior se desmanteló absolutamente todo lo que servía para controlar la frontera y se dio una permisividad extrema para que los colombianos transportaran la droga hasta la costa”, señaló.
El presidente también apuntó que “los radares no funcionaron y se compraron siete helicópteros, de los que se cayeron cuatro”. Asimismo, afirmó que no se renovó el armamento de las fuerzas armadas, mientras “la guerrilla tenía las armas más sofisticadas”. Ante tal panorama, Moreno concluyó: “La droga estaba pasando por nuestro territorio con total libertad” (Ver más: Moreno culpa del avance de la guerrilla en Ecuador a Correa).