Antonio José Chinchetru (ALN). ‘Sobre la tiranía’, de Timothy Snyder, mira la cara más sangrienta de Europa, los totalitarismos nazi y comunista, para ofrecer al lector 20 claves que permitan detectar el riesgo de la tiranía y cómo enfrentarlo.
El camino hacia la tiranía es como el que conduce al infierno, está empedrado de buenas intenciones. Y también lo está de pequeñas complicidades que se consideran inocuas, así como de falta de atención ante los detalles que nos pueden avisar que una sociedad se dirige hacia el precipicio autoritario. Como bien afirma la sentencia normalmente atribuida al tercer presidente de Estados Unidos y principal redactor de la Declaración de Independencia de ese país, Thomas Jefferson: “El precio de la libertad es la eterna vigilancia”.
Efectivamente, muchas dictaduras no se han levantado de un día para otro. Al contrario, en numerosos casos han llegado en procesos paulatinos. En ellos, hombres y mujeres han mirado a otro lado, o bien han apoyado de buena fe a unos gobernantes de los que se negaban a creer su verdadera naturaleza.
Lecciones del nazismo y el comunismo
Timothy Snyder, experto en ideas políticas y gran conocedor del nazismo y el comunismo, trata esta cuestión en Sobre la tiranía. Como reza el subtítulo de esta obra, ofrece Veinte lecciones que aprender del siglo XX para que las sociedades actuales no caigan en los errores que permitieron que se instauraran en Europa terribles sistemas totalitarios durante la centuria pasada. Se trata de un sencillo manual con una veintena de claves que permiten saber que tal vez un país se dirige hacia la dictadura. Y, junto con esas pistas, propone modos de actuación para evitar que el trágico desenlace se haga realidad.
‘Sobre la tiranía’ es una obra fundamental en tiempos en los que la tentación autoritaria no para de crecer
El libro es un alegato permanente por la responsabilidad individual. Ya los títulos de los capítulos nos invitan a actuar. Son llamamientos: No obedezcas por anticipado, Defiende las instituciones, Recuerda la ética profesional, Cree en la verdad, Desmárcate del resto, Desconfía de las fuerzas paramilitares, Presta atención a las palabras y otros similares. Tiene claro que la cobardía, el amoldamiento a la corriente general, es peligroso. Como llega a afirmar en el epígrafe de Sé todo lo valiente que puedas: “Si nadie está dispuesto a morir por la libertad, todos moriremos bajo la tiranía”.
La obra está dirigida a un público estadounidense, puesto que en todo momento busca en Donald Trump y sus seguidores ejemplos de los comportamientos a los que hay que hacer frente. No afirma que el presidente de Estados Unidos vaya a convertirse en un dictador, pero alerta del riesgo real de que ocurra. Si algún reproche se puede hacer al autor es, precisamente, que no señale que muchas de las actitudes que denuncia también están presentes en políticos y simpatizantes del Partido Demócrata.
Peligro en EEUU, Europa y América Latina
Este partidismo se hace especialmente evidente en un momento concreto: cuando recomienda colaborar con organizaciones de la sociedad civil, recuerda que un antiguo presidente de Estados Unidos las llamaba “mil puntos de luz”. No ofrece el nombre, que no es otro que el de George Bush padre. En sentido contrario, hay que reconocerle que muestra su admiración por un personaje injustamente tratado por la izquierda europea como es Winston Churchill y por un gran campeón de la libertad frente al comunismo: Václav Havel.
Aunque orientado a Estados Unidos, muchos ciudadanos de otras latitudes podrán reconocer los comportamientos de camino a la tiranía por parte de políticos de sus propios países. La obra parece un retrato de la Venezuela bolivariana. Y en muchos de los capítulos pareciera estar hablando de gobernantes como el húngaro Víktor Orbán o formaciones políticas como el Frente Nacional francés o el español Podemos.
Algunos puntos, los menos, son discutibles y matizables. A pesar de ello, Sobre la tiranía es una obra fundamental en tiempos en los que la tentación autoritaria no para de crecer en Europa y los populismos siguen gobernando en gran parte de América Latina.