EFE / ALN.- El Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG) admite que el nuevo presidente de EEUU ha creado “incertidumbre”, pero que es insuficiente para generar una fuga de capitales. De hecho, considera esta etapa como un periodo de reflexión de políticas comerciales. Un jarro de agua fría de las multinacionales en México a las incendiarias políticas de Donald Trump. Pese a que el presidente de Estados Unidos anunció hace unas semanas que renegociaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el Consejo de Empresas Globales (CEEG), reunido este miércoles en México, considera “inviable” la desintegración de estos acuerdos, según reseña la agencia EFE.
El CEEG aglutina a las 50 mayores multinacionales presentes en México, entre las que se encuentran Coca-Cola, American Express, Exxon o Intel. En total, generan 2.000 millones de puestos de trabajo -500.000 de ellos directos-, representan el 10% del PIB del país, el 11% de sus exportaciones y el 40% del total de la inversión extranjera directa.
El presidente del Consejo, Fréderic García, apunta para la agencia EFE que esta situación, más que como un problema, se presenta como una “oportunidad para replantearse sus ejes estratégicos comerciales”. Al mismo tiempo, hace una llamada a la calma: “Las empresas no tienen intención de bajar su actividad en México o dejar de invertir o de producir. Solo que esta incertidumbre está provocando un paréntesis”.
La llegada de Trump, más que un problema, se presenta como una oportunidad para las empresas mexicanas”
Este mismo mensaje fue el que trasmitieron en diciembre al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, cuando le entregaron su Agenda México 2030.
“Lograr un México más competitivo”
El plan del CEEG para los próximos 15 años es lograr un México más competitivo. Para ello, según detalla García, hay tres vías. La primera, hacer al país un sitio “más global” para colarse entre “los cincos primeros exportadores del planeta”. A continuación, que México sea “más eficiente”, duplicando la productividad laboral. Por último, ser “más incluyentes” y así multiplicar por dos el PIB per cápita creando y sosteniendo “un millón de nuevos empleos formales al año”.
Entre sus preocupaciones, apunta EFE, está “asegurar que México mantenga su seriedad en el manejo de las finanzas públicas”, “reforzar el Estado de derecho” y “la correcta implementación de las reformas estructurales” impulsadas por Peña Nieto (2012-2018). Resaltan las reformas energéticas y de telecomunicaciones, pero sobre todo la educativa, que “es probablemente la más importante” a largo plazo.
El CEEG insta a rebajar la impunidad, que se sitúa en “más de un 95%”, y la inseguridad, cuyo costo “supera más de un 1,5% del PIB”. Este mensaje de confianza en el país se complementa con la expectativa de que el proteccionismo de Trump se quede solo en palabras.
“No es una cosa que nos cambie el panorama a largo plazo”, aunque genera “una incertidumbre que se ha traducido en el hecho de que la moneda mexicana se ha depreciado frente al dólar”, admite García.
Una situación que “refuerza paradójicamente la capacidad exportadora de México y la capacidad de ingresos de las remesas en pesos”, aunque también representa un golpe para “las empresas que están endeudadas en dólares” y un freno a la inversión.
Los temores son “de todo el mundo”
Los temores no son exclusivos de México -aclara- sino “de todo el mundo”, y están además asociados a “un gran descontento” social contra “la globalización”, a la que se responsabiliza de la pérdida de empleos “por la digitalización de la economía y la robotización”.
Dudo que el presidente Trump deje la relación con México. Hay retórica electoral”
Respecto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte vigente entre EEUU, México y Canadá desde 1994, y que Trump pretende dinamitar porque considera que ha perjudicado a su país, Fréderic García recuerda que 150 asociaciones agrícolas estadounidenses han pedido al presidente que “no toque nada del tratado”, según EFE, porque México es su “mejor cliente”. Algo similar pasa con la industria automotriz, en la que los países norteamericanos están “totalmente integrados” en “los procesos productivos”.
“Dudo mucho que el presidente Trump deje de lado la relación con México. Hay una retórica electoral, pero en la práctica en la industria, en la economía sería difícil de romper de un día para otro”, argumenta.
El CEEG se opone al sentimiento de rechazo a productos estadounidenses y apela a la diversificación mercantil de México aprovechando los 46 TLC que tiene vigentes con el mundo. Y remata sobre Trump: “¿Hasta la fecha qué ha cambiado? Ha cambiado el paradigma de ganar una elección, pero hasta ahora no ha cambiado el paradigma de la economía”. El único paso que ha dado en ese ámbito -reconoce- ha sido frenar el Acuerdo de Asociación Transpacífico para “arrinconar a China”, pero al final “puede producir el efecto exactamente inverso”.