Daniel Gómez (ALN).- Fronteras cerradas, medidas de confinamiento estrictas, debilitados sistemas de salud, niños sin escuelas ni comedor, xenofobia… Estos son los problemas que tienen que afrontar los cuatro millones de migrantes venezolanos que están en Latinoamérica, advierte la ONU en el más reciente informe sobre el éxodo.
La agencia para los refugiados de Naciones Unidas, Acnur, en un informe conjunto con la Organización Internacional para las Migraciones, advirtió que la crisis del coronavirus “está saturando hasta un punto crítico” las capacidades de los países de América Latina, lo cual pone “en riesgo el bienestar de los venezolanos y sus comunidades de acogida”.
Muchos de los migrantes, agregó, “no pueden cubrir necesidades básicas de refugio, comida y atención médica”.
Tampoco pueden cuidarse adoptando medidas de distanciamiento social. “Esto es prácticamente imposible de implementar”. Y lo es porque buena parte del éxodo o se encuentra “en tránsito o en áreas densamente pobladas como los albergues”.
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El coronavirus no ha mostrado su cara más letal en América Latina, pero ya se deja notar. Los contagios se cuentan por centenas en todos los países. Los gobiernos para cuidarse han adoptado duras medidas de confinamiento, paralizando la movilización de personas e incluso cerrando fronteras. Y esto tiene un impacto directo para los cuatro millones de venezolanos que están en la región. Esto es lo que pretende visibilizar la ONU en su más reciente informe al adverten de los cinco problemas concretos que afectan al éxodo.
El confinamiento impide trabajar
Daniela Rovina, técnica de la Organización Internacional para las Migraciones, dijo que muchos venezolanos “dependen de ingresos que son muy mínimos, del sector informal o tienen trabajos precarios y temporales y hace que carezcan de protección social, licencia por enfermedad remunerada, no tienen cobertura social”. Al limitarse el movimiento y la actividad comercial por el coronavirus, los migrantes no encuentra cómo ganarse la vida.
Movimientos irregulares por la frontera
Colombia, Ecuador y Perú, que son los principales destinos del éxodo, han cerrado fronteras por la pandemia. El informe señaló que a consecuencia de estos bloqueos han aumentado “los movimientos irregulares”, que tienen “serias consideraciones para la salud”. Esto ha provocado que, en regiones como Norte de Santander, en Colombia, migrantes venezolanos se hayan quedado varados.
Atención médica
Desde la ONU advierten que faltan datos para dimensionar el impacto del coronavirus en América Latina. A esto se suma que algunos países “han informado de interrupciones en la provisión de servicios sanitarios a los refugiados y migrantes”. Servicios sanitarios que, cabe recordar, se encuentran en situación de vulnerabilidad. Esta discriminación en la atención sanitaria ha llevado a la ONU a pedir que se incluya al éxodo “en los planes nacionales de respuesta al covid”.
Xenofobia
Daniela Rovina agregó que la crisis del coronavirus “puede promover expresiones de rechazo y discriminación. El coronavirus no discrimina a nadie, nos puede pasar a todos, no conoce nacionalidades ni países de origen, nos atraviesa a todos no sólo en la salud sino también en lo económico”.
Niños sin comida
Antes de la pandemia, 85 millones de niños acudían a comedores escolares. Lo que allí comían “era su principal fuente de alimentación”. Ahora los colegios están cerrados, y por ende, muchos niños y familias afrontan la amenaza del hambre.