Elizabeth Fuentes (ALN).- Con más de 15.000 restaurantes y 20.000 bares, Sao Paulo se abre paso en el universo gastronómico planetario. Bautizada en Fitur como la “Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2018”, la ciudad brasileña cuenta con el aval de millares de turistas que admiran la oferta de su cocina.
El honor de coronar a Sao Paulo como “Capital Ibeoamericana de la Cultura Gastronómica 2018” en la reciente Feria de Turismo de Madrid (Fitur) no debería sorprender a los seguidores de la buena cocina.
Es allí, en el restaurante Maní, donde trabaja Helena Rizzo, considerada una de las mejores chefs del mundo. Es allí también donde está el prestigioso D.O.M, ubicado en el noveno lugar como Mejor Restaurante del Mundo por The World’s 50 Best Restaurants, y es allí, en Sao Paulo, donde se concentran actualmente 13 restaurantes con estrellas Michelin -D.O.M posee dos-, mezcla diversa de sabores y tendencias que seguramente ha privado a la hora de premiarla con semejante distinción.
El restaurante D.O.M tiene dos estrellas Michelin y la chef de Maní es considerada una de las mejores del mundo
Otorgada recientemente en Fitur por el secretario ejecutivo del Ministerio de Turismo de España, Alberto Alves, al embajador de Brasil en Madrid, Antonio José Ferreira Simões, la selección obedece no sólo al imperio de la crítica especializada sino al respaldo de 97,5% de los extranjeros que visitaron Sao Paulo, de acuerdo con una encuesta realizada por el Observatorio de Turismo y Eventos de Brasil, la cual reveló que la gastronomía es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. “Ellos utilizan cerca del 20% del presupuesto del viaje para los gastos en alimentación”, descubrió también el sondeo.
La ciudad que no duerme
“La gastronomía brasileña es un sueño viable”, dijo el chef de D.O.M, Alex Atala, en la exitosa serie documental producida por Netflix Chef’s Table, destinada a descubrir a los grandes de la cocina a escala mundial. Allí, el chef Atala narró su pasado hippie y el intrincado camino que le llevó a los fogones sólo para hacer conocer la biodiversidad de su país.
“En el D.O.M el comensal entra en contacto con ingredientes de todo Brasil, tratados con técnica y creatividad. De los menús se extrae una experiencia compleja y difícil de reproducir”, comentan en el diario Folha de Sao Paolo, donde realizaron una encuesta nacional para seleccionar los mejores bares y restaurantes, lo que resultó una tarea tan ardua y compleja que necesitaron dividir a los competidores según el gusto popular, por una parte, y el paladar exquisito de los mejores críticos gastronómicos de la ciudad, por el otro.
Difícil competencia porque sólo en Sao Paulo cohabitan más de 15.000 restaurantes y 20.000 bares, además de panaderías y cafés, muchos de los cuales funcionan las 24 horas, lo que le ha ganado el mote de “la ciudad que no duerme”. ¿Los triunfadores? D.O.M, Fasano y A Figueira Rubaiyat, según la encuesta popular, mientras el jurado especializado prefirió el Maní.
Con influencia japonesa, italiana e ibérica, más la gastronomía propia -que busca ir más allá de la feijoada-, la cocina de Sao Paulo recibe este amable reconocimiento. Para el embajador de Brasil en España ha sido “extremadamente importante que Brasil, en la figura de Sao Paulo, sea homenajeado con el título de Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica… La capital paulista es una síntesis de lo que los inmigrantes trajeron. Y la cultura iberoamericana ingresó en nuestra vida e incluso en la gastronomía”.