Ernesto J. Tovar (ALN).- La tormenta que vive la política de Perú, con un nuevo gabinete ejecutivo por nombrar, con las duras críticas a Pedro Pablo Kuczynski por indultar a Alberto Fujimori y con las averiguaciones por el caso Lava Jato de Odebrecht, siembran de dudas el desempeño de la economía local para 2018.
Perú inicia 2018 con una extraña mezcla de buenos indicadores económicos con un vendaval político que casi saca a Pedro Pablo Kuczynski de la Presidencia, en un enfrentamiento con la oposición fujimorista que domina el Congreso.
La actual crisis política peruana no tiene su origen, como suele ocurrir en las democracias latinoamericanas, en el mal desempeño de la economía. Con una inflación de 1,4%, un crecimiento del PIB de 2,7% en 2017, reservas internacionales de casi 64.000 millones de dólares y desempleo alrededor de los 4 puntos, Perú puede presumir de una solidez económica que es la envidia de vecinos como Venezuela, por ejemplo, que tiene ahorrados apenas 9.500 millones de dólares; o Brasil, que apenas supera la recesión y creció 1% el pasado año.
Las dudas sobre Perú se ciernen en la incertidumbre derivada de la tensión política entre las distintas fuerzas del Ejecutivo y Legislativo, aderezada por la numerosa salida de colaboradores y diversas críticas a PPK por haber indultado “por razones humanitarias” a Alberto Fujimori.
Y esto sucede, por si fuera poco, en un marco de investigaciones judiciales por los alcances de la corrupción de Odebrecht en el caso Lava Jato, por el cual esta misma semana fueron interrogados por la Fiscalía peruana durante varias horas el propio Kuczynski y la líder opositora, Keiko Fujimori.
“Pequeño bache”
Se espera que la economía peruana crezca este año impulsada por la inversión privada en minería e infraestructura de transporte, y la pública, que se basará en las obras de infraestructura de los Juegos Panamericanos Lima 2019, la reconstrucción tras las inundaciones y deslaves causados por El Niño, y por el gasto del Proyecto Modernización de la Refinería Talara, del cual la española Técnicas Reunidas debe ejecutar 2.700 millones de dólares del total de unos 4.500 millones.
De cómo maneje PPK su relación con el Congreso dependerá mucho que los buenos augurios para Perú se cumplan
Pero la conflictividad política afectará en mayor o menor medida este pronóstico, según reconoce el propio Ejecutivo. La ministra de Economía, Claudia Cooper, afirmó que “la crisis política todavía no termina. Vamos a tener un bache que no va a ser significativo, por el momento no vemos un efecto muy grande, pero va a depender de cómo se resuelva esta crisis”.
El pronóstico del Gobierno es una estimación de crecimiento del PIB de 4%, con un déficit fiscal de 3,5 puntos. “El crecimiento de 4% es un escenario base, no es un escenario pesimista, ni optimista, es un escenario que creemos que perfectamente se puede lograr en la medida que sigamos destacando como país que crece más que el resto (…) y asumiendo que las cosas vienen como hasta ahora”, agregó, con cierto aire enigmático, según recoge el diario El Comercio.
Algunos analistas también destacan el efecto negativo sobre la economía. La firma Apoyo Consultoría sostiene que en 2017 el enfrentamiento entre Gobierno y oposición, más las inundaciones, Lava Jato y el ajuste del gasto público causaron la pérdida de 2 puntos de crecimiento. Y para 2018 la misma tensión política podría afectar aún más la confianza de los consumidores, que al final 2017 ya tuvo el peor resultado en ocho años.
Un dato que ilustra el panorama es que casi nueve de cada 10 hogares en Lima debió recortar sus gastos en algún rubro, en un escenario de caída del empleo total y el salario promedio. Asimismo, una de cada tres familias considera que las condiciones para conseguir un empleo son peores que las de hace un año.
En consecuencia, según Apoyo, “es poco probable que la confianza para consumir mejore si persiste la crisis política actual, pues esta generaría mucha incertidumbre y probablemente limitaría la creación de empleo formal”.
Para crecer
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica para Perú que en 2018 su crecimiento del PIB alcanzará 3,8% y liderará la región, por delante de Colombia (2,8%), Argentina y Chile (2,5%), México (1,9%) y Brasil (1,5%). El promedio de América Latina está fijado en 1,9%.
En 2017 el enfrentamiento entre Gobierno y oposición, las inundaciones, Lava Jato y el ajuste del gasto público causaron la pérdida de 2 puntos de crecimiento
El optimismo viene, por supuesto, de lo que se espera de la inversión. El gobierno de PPK afirma que la inversión pública creció 8,7% en 2017, “el mayor ritmo de crecimiento de los últimos cuatro años”, contándose en 15% en diciembre y encadenando así “cinco meses consecutivos de crecimiento dos dígitos”.
De parte de la minería los aumentos de los precios de los metales en los mercados internacionales ayudan al sector. El precio del cobre -metal del que Perú y Chile son los principales productores- creció 30%, llegando a unos 3,27 dólares por libra a final de año.
El Banco Central sostiene que en los últimos seis meses la confianza empresarial ha aumentado sostenidamente, llegando en noviembre pasado a su nivel más alto en tres años.
Y en este sentido, de mantenerse el desembolso en inversiones, se prevé una reactivación del mercado laboral que aumente el número de contrataciones, mejore los salarios promedios y redunde en mayor holgura en el presupuesto familiar.
Un efecto que tampoco hay que despreciar será el impulso al consumo que dará la participación de Perú en el Mundial de Rusia 2018, tras una sufrida fase clasificatoria. Los pronósticos sitúan en un punto del PIB el valor del impacto del fútbol en la economía, al impulsarse sectores como el comercio minorista, bebidas, restaurantes, textiles y la publicidad.
En cuanto al mercado financiero -donde BBVA Continental es el segundo en depósitos con 24% y en créditos con 21% del total- hay buenas expectativas para 2018 por la aceleración del crédito por primera vez en seis años. La Consultora Apoyo lo desgrana en un crecimiento nominal de 9 puntos para los créditos al consumo, 8,2 puntos en cartera hipotecaria y 6 en préstamos a empresas.
Otro de los sectores claves para las empresas españolas en Perú, telecomunicaciones, vive un capítulo de feroz competencia entre las operadoras. El pronóstico es que no haya variación en los ingresos, pero que al menos se frenará la caída.
La española Movistar, que domina el mercado con un 40% de cuota, había reportado hasta septiembre una caída de 8,7% en sus ingresos, que llegaban a unos 1.950 millones de dólares.
De cómo maneje Kuczynski su relación con el Congreso -con un fujimorismo dividido tras el intento de destituir a PPK y el indulto a Alberto Fujimori-, y su capacidad para conformar un nuevo gabinete dependerá mucho que los buenos augurios para Perú se cumplan.