Antonio José Chinchetru (ALN).- La seguridad de los periodistas sigue amenazada en Colombia tras la firma de los acuerdos de paz con las FARC, tanto por las disidencias de la guerrilla que se oponen a dejar las armas como por el crimen organizado y sus alianzas con políticos, según denunciaron varios periodistas en un acto organizado por Reporteros Sin Fronteras. El asesinato de los profesionales de El Comercio en la frontera con Ecuador es el más duro ejemplo de la situación actual.
Los acuerdos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC no han logrado que el ejercicio del periodismo en Colombia se haya convertido en una actividad segura. El ejemplo extremo es el asesinato de tres miembros del diario ecuatoriano El Comercio en la frontera entre ambos países el pasado abril. Según la corresponsal de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en Colombia, Fabiola León, las agresiones a periodistas se han duplicado desde 2016. Tanto ella como Felipe Sánchez, del diario El País de España, denunciaron en un acto celebrado en la Casa de América de Madrid con motivo del Día Internacional de la Libertad de Prensa la alianza entre políticos y grupos criminales.
En el evento, organizado por RSF y Radio Nacional de España, Sánchez dijo: “La principal amenaza de los periodistas colombianos hoy es la alianza entre las mafias y los políticos, los poderes locales. Hay una cifra que le puede poner rostro a esto: entre 2000 y 2015, según un informe del Centro de Memoria Histórica, nueve de cada 10 periodistas asesinados en Colombia eran reporteros que trabajaban en medios pequeños, medios regionales. Más de la mitad eran periodistas radiales, que es el medio de comunicación por excelencia en Colombia”.
Fabiola León: “Uno de los principales victimarios de la libertad de expresión en Colombia es el Estado a través de las fuerzas militares y la Policía”
En este sentido, Sánchez añadió: “Estas personas que son las que están más expuestas al peligro de informar son a su vez las más importantes para la protección de la democracia en el país”.
En opinión de León: “Uno de los principales victimarios de la libertad de expresión en Colombia viene siendo el Estado a través de las fuerzas militares y la Policía. Tenemos que decir que entre 2016 y 2018 las agresiones contra periodistas prácticamente se duplicaron”. A lo que agregó: “Tuvimos alguna esperanza por la firma de la paz y lo que estamos viendo es que no es cierto, sino que estamos duplicados en agresiones contra la libertad de prensa. Cuando se acaba la guerrilla, cuando se hace el acuerdo, emergen cantidad de conflictos que antes habían estado como escondidos por el conflicto armado. Esas alianzas entre los poderes económicos, los poderes políticos y los actores armados continúan, e incluso lo que han hecho es potenciarse”.
Asesinato de los periodistas de El Comercio
El secuestro y asesinato de tres miembros del equipo de El Comercio el pasado abril se trató a fondo en el acto. La periodista ecuatoriana María Fernanda Ampuero, profesora del máster de Periodismo del periódico español Abc, dijo: “Nosotros vimos a Paul (Rivas), a Javier (Ortega) y a Efraín (Segarra) morir prácticamente en nuestras pantallas del teléfono. Esto es una cosa muy nueva y que hace doblemente terrible la situación, porque la estamos viendo con absoluta impotencia”.
Añadió: “Jamás habíamos vivido esta situación y creo, y espero, que haya sido por esta situación de novedad y de sorpresa para Ecuador que el asunto se haya resuelto tan mal. Pone la piel de gallina pensar que quizás son los primeros, pero que no van a ser los últimos”, concluyó.
Felipe Sánchez: “No fue un crimen contra los periodistas extranjeros, sino un crimen contra la libertad de expresión en Colombia”
También Sánchez habló sobre este caso: “Para el periodismo colombiano, y para el país en general, este no fue un crimen contra los periodistas extranjeros, sino un crimen contra la libertad de expresión en Colombia. No sólo por el hecho de que todo apunta a que ellos fueron asesinados en suelo colombiano, sino porque los autores fueron un grupo disidente de las FARC, que en su conjunto son aproximadamente 1.200 combatientes de los 7.000 que había antes, que están en todo el país y buena parte de ellos en la frontera con Ecuador, con lo cual esto se ha convertido también en un problema para los ecuatorianos”.
Asimismo, añadió: “Lo que ellos hicieron asesinando a los ecuatorianos fue lanzar un mensaje muy claro, y es que en ningún lado de la frontera los periodistas vamos a poder ir a informar de lo que está pasando sobre el terreno y a contar el desarrollo de esta nueva fase de la guerra que se abre después de la firma del proceso de paz entre las FARC y el Gobierno colombiano”.
Por su parte, León apuntó: “Es preocupante que, por un lado, mientras el Gobierno de Ecuador dijo ‘voy a abrir los archivos de investigación para que ustedes revisen qué fue lo que hicimos’, el Estado colombiano guardó silencio”. Así, manifestó: “En estos momentos estamos pidiendo a ambos gobiernos que esclarezcan cuál fue su participación y que abran sus archivos, y nos digan cuál fue su responsabilidad. Porque haber ejercido, o haber tenido presencia militar, teniendo rehenes obviamente lo que estaba causando era poner en peligro a los periodistas”.