Redacción (ALN).- Entre enero de 2019 y septiembre de 2020, el número de militares en altos cargos de la administración pública de Brasil pasó de 188 a 342, informó el Tribunal de Cuentas de la Unión. Pero la militarización del gobierno de Jair Bolsonaro va más allá de las cúpulas burocráticas.
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, no oculta su gusto por el mundo militar. Siempre ha lucido con orgullo su etiqueta de capitán retirado del Octavo Grupo de Artillería de Campaña Paracaidista. Cuando nombró gabinete, ocho de sus 22 ministros fueron militares. Y militares están siendo la mayoría de nombramientos de la administración.
Desde que es presidente, el número de militares nombrados en altos cargos, funcionarios que ocupan la más alta categoría de remuneración, se ha duplicado.
En concreto, entre enero de 2019 y septiembre de 2020 el número de militares en cúpulas burocráticas pasó de 188 a 342. Esto quiere decir que el 6,5% de los funcionarios con un salario bruto entre 6.000 y 16.900 reales (entre 900 y 2.500 euros al mes) es del 6,5%, mientras que en los gobiernos de Dilma Rousseff y Michel Temer, ese porcentaje no superaba el 2,5%.
Los indicadores los acaba de publicar el Tribunal de Cuentas de la Unión de Brasil, el cual advierte que la cifra actual de militares en altos cargos sería superior.
El general Joaquim Silva e Luna fue nombrado hace una semana presidente de la petrolera estatal Petrobras. Empresa que también incluye en su directorio al almirante Eduardo Bacellar Leal Ferreira, y a Ruy Flaks Schneider, ingeniero de la Armada, el cual también dirige la eléctrica estatal Eletrobras. Otro nombramiento reciente es el de Flávio Rocha. El almirante asumió la semana pasada como jefe de la Secretaría Especial de Comunicación del Gobierno.
Una investigación del diario O Globo reseñada por la agencia Europa Press, advierte que los militares nombrados por Bolsonaro participan en todas las áreas del gobierno. Desde la dirección en los ministerios de Defensa y Ciencia, hasta la de los ministerios de Sanidad y Medio Ambiente.
Apuntó el Tribunal de Cuentas de la Unión que hay 6.100 militares en funciones civiles del gobierno federal, mientras que en 2017 eran apenas 3.000. Datos que, según las investigaciones de O’Globo, “ponen en evidencia que se está ignorando la necesidad de una experiencia previa en áreas sensibles tales como la lucha contra la pandemia de covid-19”.
El periódico brasileño agregó que en el Ministerio de Sanidad “hay oficiales militares porque Bolsonaro no habría encontrado a ningún sanitario dispuesto a defender sus opiniones negacionistas sobre la pandemia”.