Juan Carlos Zapata (ALN).- Aquella vez, Donald Trump se limitó a responder con un “sí estoy” cuando la preguntaron si consideraba un bloqueo cuarentena para Venezuela. No hubo detalles que ampliaran la operación, el tiempo y la intensidad. Después vino el anuncio de la Orden Ejecutiva que congela los activos de Venezuela en los Estados Unidos, restringe las posibilidades financieras y de otro tipo del régimen de Nicolás Maduro en el exterior y pone en alerta a las compañías de cualquier gobierno a pactar negocios con Maduro, lo cual ha sido calificado por el Palacio de Miraflores de terrorismo y bloqueo económico.
Como continuación de aquel “sí estoy” de Donald Trump, ahora aparece la filtración de que el presidente de los Estados Unidos ha considerado un bloqueo naval a Venezuela. Y la declaración del jefe del Comando Sur, Craig Faller, de que la Marina de EEUU está preparada para “hacer lo que sea preciso” en Venezuela. El almirante Faller ofreció declaraciones en Río de Janeiro al comienzo de los tradicionales ejercicios militares marítimos Unitas, en los que participan nueve países de América Latina, además de Estados Unidos, Reino Unido, Portugal y Japón. “No voy a detallar lo que estamos planeando y lo que estamos haciendo, pero permanecemos listos para implementar decisiones políticas y estamos listos para actuar”, dijo Carig Faller, según reporta la agencia AFP.
Hay un aspecto que puede arrojar un indicio de que otros se toman el asunto más en serio. Y entre ellos, el ministro de la Defensa de Maduro, el militar más poderoso de Venezuela, el general Vladimir Padrino López. Este anunció la semana pasada, con gran alegría, que había firmado un nuevo acuerdo con el ministro de la Defensa ruso, Seguéi Shoigu. Y este convenio justo tiene que ver con el área naval. Padrino López anunció desde Moscú que “hemos firmado un acuerdo que nos permite a ambos países calar buques de nuestras armadas en los respectivos países, eso va a incrementar este relacionamiento, así como ya hemos experimentado este tipo de ejercicios con aviones estratégicos, bombarderos estratégicos rusos de tipo Túpolev, allá en Venezuela”.
En Rusia, un influyente senador, protestó desde este lunes la posibilidad, incluso, de que la administración Trump se haya paseado por la idea. Que Trump les haya consultado la idea a los asesores de seguridad, es un asunto grave. Konstantín Kosachov, jefe del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, es un reconocido parlamentario ruso, y está al tanto de la crisis que sufre Venezuela, sigue de cerca el proceso de negociación entre Juan Guaidó y Nicolás Maduro, y las sanciones de los EEUU que buscan ejercer presión para que se realicen elecciones libres sin Maduro en el poder.
Al filtrarse la información sobre el supuesto bloqueo, el diario Sputnik consultó de inmediato a Kosachov quien “constató que no es la primera vez que Trump estudia la idea de un bloqueo marítimo a Venezuela, similar al impuesto a Cuba en 1962”. Por el momento, agregó Kosachov a Sputnik, el Pentágono no considera realista esa opción ya que Venezuela no es una isla como Cuba y es poco probable que funcione. “Sin embargo, el mismo hecho de que esa idea peligrosa y absurda se rechace solo por razones técnicas no atenúa la situación”. El portal que filtró la noticia del bloqueo, Axios, también informó que en el Pentágono hay otras prioridades, como China e Irán, que demandan recursos y atención.
La idea no parece tan absurda si se toma en cuenta lo que ha dicho el almirante jefe del Comando Sur de los Estados Unidos. “La Marina de Estados Unidos es la más poderosa del mundo. Si una decisión política se toma para desplegar la Marina, estoy convencido de que seremos capaces de hacer lo que sea preciso”.
Hay un aspecto que puede arrojar un indicio de que otros se toman el asunto más en serio. Y entre ellos, el ministro de la Defensa de Maduro, el militar más poderoso de Venezuela, el general Vladimir Padrino López. Este anunció la semana pasada, con gran alegría, que había firmado un nuevo acuerdo con el ministro de la Defensa ruso, Seguéi Shoigu. Y este convenio justo tiene que ver con el área naval. Padrino López anunció desde Moscú que “hemos firmado un acuerdo que nos permite a ambos países calar buques de nuestras armadas en los respectivos países, eso va a incrementar este relacionamiento, así como ya hemos experimentado este tipo de ejercicios con aviones estratégicos, bombarderos estratégicos rusos de tipo Túpolev, allá en Venezuela”. La verdad es que la Armada en condiciones de movilizar buques es la rusa y no la venezolana, cuyas condiciones se encuentran muy disminuidas.
El ministro de la Defensa de Maduro suma otro acuerdo militar con Rusia
Este anuncio del general Padrino López indica que el régimen de Maduro viene anticipando algunos movimientos de parte de EEUU, y Rusia le ha seguido el juego con el fin de enredar la estrategia política de Washington, reconociendo y apoyando a Maduro como presidente legítimo de Venezuela. Lo han hecho con la aviación rusa. Y lo hace ahora con la Armada. Los acuerdos de asistencia y cooperación técnica con Venezuela datan de 2001, y desde entonces se han incrementado, al punto de que en alguna ocasión se llegó a especular sobre el establecimiento de una base militar rusa frente a las costas venezolanas, en la isla de La Orchila, lo cual fue descartado por la propia Moscú. No deja de inquietar que el acuerdo naval entre Rusia y el régimen de Maduro coincida en este escenario de escalada y presiones por parte de la Casa Blanca. Los expertos descartan que Rusia -por razones de costos y realidad militar y geopolítica- vaya a prestarse para acciones directas contra Estados Unidos en el Caribe en apoyo a Maduro. Pero los acuerdos le funcionan a Maduro que se ve respaldado por una potencia militar como Rusia.
Craig Faller declaró que “el foco del gobierno de Estados Unidos continúa siendo ejercer presión sobre un régimen ilegítimo para asegurarse de que haya una transición a un gobierno democrático y legítimo”. Apuntó que “parte de ese foco es asegurarse de que la ayuda humanitaria pueda llegar a la gente que la necesita”. Y dijo más: “El ejercicio marítimo de dos semanas en Brasil, en el que participan más de 3.300 efectivos, envía un mensaje a Maduro y a otros aliados que no comparten los mismos valores”.
Desde hace una semana, Venezuela, por petición de la Asamblea Nacional que preside Juan Guaidó, es otra vez miembro del TIAR, o Tratado Internacional de Asistencia Recíproca, o de defensa mutua, lo cual también coloca las operaciones, los ejercicios y las filtraciones en otro contexto. El régimen de Maduro rechazó la reincorporación al TIAR. El propio Padrino López y la Fuerza Armada, catalogaron la iniciativa de Guaidó de tener nefastas intenciones. “Es precisamente este tratado un instrumento de dominación e intervencionismo contrario a la independencia y soberanía de los pueblos”, señaló la Fuerza Armada que respalda a Maduro.