Mariveni Rodríguez (ALN).- Desde Madrid, una ONG española, conducida por la periodista venezolana Anamaría Oxford, siembra semillas de emprendimientos sociales bilaterales en Venezuela y España; fortalece el empoderamiento del liderazgo de la mujer, desarrolla cursos de empleabilidad para mayores y, junto a otras ONGs y mediante alianzas con la empresa privada, construye un tejido de cooperación para venezolanos de ambas partes del charco. En sus dos años de creada Red Reto ha impulsado proyectos de alto impacto con bajos recursos.
“Mi dolor con Venezuela no ha sanado, pero trabajar para mi país desde España y ser una de las pocas beneficiadas de un asilo político, me da fuerza para seguir creyendo en un cambio para nuestro país”, dice aún quebrada Anamaría Oxford, tras llegar un 24 de diciembre de 2017 a España.
Teniendo muy presente el estado de indefensión de los venezolanos que viven bajo el actual régimen, Oxford se vuelca en Red Reto con pasión buscando entrelazar ideas con proyectos viables. En parte por su vocación social como periodista y, en parte, por su compromiso con la democracia.
“Soy como Mafalda, me gusta ser crítica. Por eso mi responsabilidad es contribuir a sacar adelante a mi país”, dice Oxford, tras recuperar un poco su tranquilidad y caminar libremente por las calles de una ciudad como Madrid. “Siempre me ha gustado andar. Antes caminaba mucho, cuando se podía hacer, en Caracas. Ahora lo hago aquí, los fines de semana quedo con amigos o familiares y camino hacia mi local preferido: la Taberna Angosta, en La Latina”.
“Estoy construyendo una nueva persona jurídica en este país. Pero siento que el reconocimiento de mi asilo es también la reconfirmación de esa lucha que se está viviendo dentro y fuera de Venezuela, del trabajo de los periodistas y personas que no tienen exposición pública y de todos los que hemos trabajado formando una estructura, silenciosa y adversa al régimen venezolano”.
Un espacio de esperanza, innovación y conexión
“El futuro es la realidad de todo lo que podemos pensar e imaginar, incluyendo los triunfos y los fracasos, ¿quién sabe con certeza lo que va a pasar? Es un universo de posibilidades”. Estas palabras despiertan la esperanza en todos los lectores de la web de Red Reto. También cifran la esencia de Anamaría Oxford, una luchadora política y social convencida.
“Se trata de crear, hacer y, en unión, buscar un espacio para que los retos generen ideas. Queremos aportar al empoderamiento, a la formación, a la sustentabilidad desde el esfuerzo personal, el trabajo y el apoyo a las comunidades desasistidas y vulnerables. Pretendemos brindar herramientas para el desarrollo social”, subraya Oxford confiada en alcanzar las metas propuestas.
“Red Reto abre espacios de participación para lograr la integración de migrantes, con mayor foco en los venezolanos. Realizamos un trabajo en paralelo, aquí en España y en Venezuela, apelando a la asociación con otras ONGs y mediante la alianza con la empresa privada. Por ejemplo, hemos conseguido, gracias a patrocinios y crowdfunding, brindar, en un año, atención médica a 22.000 venezolanos que viven en San Juan de Macarapana, estado Sucre”.
Entusiasta, Anamaría Oxford describe otros proyectos de impacto social. “Buscamos combatir el hambre en comedores y ambulatorios. Para ello, hemos organizado, también en el estado Sucre, unos huertos escolares, y con el fruto de estas semillas, las madres han realizado talleres de cocina. En contrapartida, en España, hemos avanzado mucho con nuestro programa estrella: el convenio de Seguridad Social entre Venezuela y España, tema pilar de la organización”.
La otra frontera: formar, asociarse y tejer alianzas
En este aspecto, Anamaría Oxford dice que son ya más de cuatro los seminarios online que se han realizado para informar a los venezolanos sobre este tratado de beneficios de la seguridad social bilateral y cursos de empleabilidad para mayores de 45 años.
“Hemos aprovechado estos nuevos canales digitales ofreciendo cursos para la obtención de empleos para talentos senior porque es un colectivo discriminado a la hora de encontrar plazas de trabajo”, comenta.
“Tenemos alianzas, por ejemplo, con la oficina de migraciones del Ayuntamiento de Madrid y estamos dando cursos de preparación sobre temas de incapacidad, de renovación de trámites para personas que han solicitado refugios”, dice Oxford.
Red Reto cuenta con aliados importantes como la Fundación Tomillo, Somos Arraigo, ImpactHub o Acción contra el Hambre, que brindan apoyo, dentro de Venezuela y en España. Sus redes extienden lazos también hacia temas como la educación y desnutrición infantil, y, entre otros, la creación de espacios de paz.
Ana María Oxford sabe que la tenacidad y los vínculos establecidos entre asociaciones e instituciones contribuyen a hacer realidad los grandes sueños. Viene de una familia numerosa. Y esa unión entre primos y hermanos es una estructura en sí misma que rige su quehacer, tanto en lo social como en lo político. En Venezuela fungió de estratega comunicacional del opositor Henrique Capriles. Y como comunicadora social su experiencia la vuelca en estas palabras: “En la comunicación está el centro de todo, por eso me especializo en demostrar que una buena gerencia comunicacional abre el camino para lograr los objetivos”.
“Los Oxford somos bochincheros y muy unidos. Cuando uno se casa, vamos todos a la fiesta. Mi familia es de Ciudad Bolívar. A El Callao nos llevaban, junto a todos los primos, cesta en manos, para sacar oro; sólo traíamos piedritas, de oro nada. Pero mi abuelo, un intelectual que estudiaba las raíces de los pueblos indígenas, se llevó a sus 10 hijos a la capital, Caracas, y mi mamá, nacida en Upata, venía en ese combo. Crecimos en Los Jardines de El Valle, estudiamos entre el liceo Pedro Emilio Coll y el colegio La Florida”, recuerda Anamaría, a secas, dejando atrás una historia de su pasado para centrarse en el presente.
“Quiero contribuir al cambio de Venezuela. Por eso Red Reto es una organización que apunta al desarrollo y empoderamiento del pueblo venezolano -en momentos de una crisis sin precedentes- a través de proyectos y procesos que refuerzan las capacidades de las personas y comunidades”.
Anamaría Oxford sabe que pegar los pedazos de una vida pasa por reconstruirse una identidad. No duda, porque lo ha vivido, que un refugiado viaja con el miedo y la amenaza dentro de un bolsillo oculto. Pero también piensa que un día el mundo, como Mafalda, quizá se pregunte: “¿Qué mundo tenemos hoy: ¿el primero, el segundo, el tercero? Y pueda que cambien las cosas.