Redacción (ALN).- El referéndum ilegal por la independencia de Cataluña se celebró. No hubo garantías democráticas, pero sí gente con intención de votar. Y ante todo, las imágenes de una excesiva contundencia policial reseñada por toda la comunidad internacional.
Hubo referéndum ilegal por la independencia en Cataluña. El 1 de octubre ganó el sí con 90% de los votos, según el gobierno autonómico de la Generalitat. Un sí que no tiene sustento democrático, tal como ya había sentenciado el Tribunal Constitucional. Al pronunciamiento de la máxima autoridad judicial de España se suman los hechos. Las urnas en las que se depositaba el voto eran casi opacas y el control del escrutinio, aleatorio. Sin embargo, la violencia con la que actuaron las fuerzas de seguridad del Estado (Guardia Civil y Policía Nacional) en los colegios electorales está siendo el mejor argumento para aquellos que defienden la independencia. Medios de referencia como Le Monde, The Times y The New York Times, destacaron en sus páginas la extrema fuerza de los policías. No la invalidez del referéndum. Para justificar la actuación policial, el presidente de España, Mariano Rajoy, dijo en rueda de prensa el domingo que “hemos hecho lo que teníamos que hacer, actuando con la ley”. Antes del 1-O había asegurado que las elecciones no se iban a celebrar. Sólo quedan las imágenes. Y estas dicen que miles de personas salieron a la calle para votar y que cientos de ciudadanos resultaron heridos por la excesiva dureza policial. Con éste como único argumento, no con el de un recuento de votos válido, democrático y transparente, el presidente catalán, Carles Puigdemont, asegura declarar la independencia en “los próximos días”, motivo de la reunión extraordinaria convocada por el Govern este lunes. Reunión cerrada para la prensa y a la que sólo podrán asistir medios gráficos para tomar imágenes al inicio.