Daniel Gómez (ALN).- “Ninguna persona razonable lo creería”. “No eran verdaderas declaraciones de hechos”. “Era un discurso político”. Eso dice ahora la exabogada de Donald Trump, Sidney Powell, sobre la supuesta conspiración de Venezuela en las elecciones de Estados Unidos.
Sidney Powell fue la abogada del expresidente Donald Trump que resucitó a Hugo Chávez. La que advirtió de una red comunista global para interferir en las elecciones de Estados Unidos a favor del demócrata Joe Biden.
En noviembre de 2020, Sidney Powell dijo lo siguiente: “Cada día descubrimos las cantidades masivas de dinero comunista, a través de Venezuela, Cuba y probablemente China, para interferir con nuestras elecciones en los Estados Unidos. El software Dominion para las votaciones, la tecnología Smartmatic y el software que va en puestos de votación con computadoras fueron creados en Venezuela, bajo el pedido de Hugo Chávez, para asegurar que nunca perdería una elección luego de que un referéndum constitucional le dio resultados adversos. Tenemos un testigo que nos explicó cómo funciona todo, su declaración está adjunta a la demanda presentada en Georgia por Lin Wood. Es una declaración sorprendentemente detallada porque estuvo con Chávez y le dijo cómo funciona, vio operar el sistema para que la elección le favoreciera, siendo el único propósito crear el software. Y una vez que vio cómo en varios estados se cayeron las votaciones el día de las elecciones, supo que lo mismo estaba pasando aquí”.
Con esta acusación Sidney Powelll no logró demostrar el fraude electoral contra Donald Trump, pero sí se ganó una demanda por difamación en los tribunales de Washington por parte de la compañía Dominion Voting Systems. A Powell le piden 1.300 millones de dólares como indemnización.
Con el fin de evitar esta denuncia, la abogada niega que esa conspiración de Venezuela y el comunismo global tuviera veracidad.
“Tales caracterizaciones de las declaraciones supuestamente difamatorias respaldan aún más la posición de los acusados de que las personas razonables no aceptarían esas declaraciones como un hecho, sino que las verían sólo como afirmaciones que esperan ser probadas por los tribunales a través de un proceso contradictorio”, dijo.
Powell aseguró que sus declaraciones “eran un discurso político” protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Simplemente “opiniones y teorías legales”, agregó.
Dominion quiere llegar hasta el final
Desde Dominion sostienen que, tras las acusaciones de Powell, muchos de sus empleados recibieron amenazas de muerte por parte de fanáticos de Trump, y que su deseo es que el caso llegue hasta el final.
“El intento de Powell de desestimar el caso contradice su afirmación de que quiere presentar pruebas en la corte”, dijo el abogado de Dominion, Tom Clare, en un comunicado enviado por correo electrónico a la agencia Bloomberg.
“Dominion Voting Systems está ansioso por que el caso avance y tiene la intención de responsabilizar a Powell”.
Powell también se defiende diciendo que la corte de Washington no tiene jurisdicción sobre ella. Por eso le pidió al juez que considerara transferir su caso a Texas, donde vive, si se niega su moción para desestimarlo.