Daniel Gómez (ALN).- La transición negociada que pide EEUU en Venezuela sigue los mismos puntos que dejó sobre la mesa el equipo de Juan Guaidó en Barbados. Aquellas conversaciones se frustraron por las excusas de Nicolás Maduro, pero también porque Washington rechazó los esfuerzos de Noruega. Ahora el escenario es diferente. Y desde Oslo expresan optimismo.
Benedicte Bull, profesora en la Academia de Gobernanza Global de Oslo y directora de la Red Noruega de Investigación sobre Latinoamérica, dice en entrevista con el diario ALnavío que si Estados Unidos apoya una negociación entre Juan Guaidó y Nicolás Maduro “será otro juego distinto al del verano pasado”.
La experta se refiere al mecanismo de Oslo. A la frustrada negociación entre Guaidó y Maduro facilitada por Noruega entre mayo y agosto de 2019. Un momento en el que el gobierno de Donald Trump no quería saber nada de conversaciones con Maduro.
Ahora la historia es diferente. El secretario de Estado, Mike Pompeo, en sintonía con el asesor de Seguridad Nacional y sustituto de John Bolton, Robert O’Brien, presentó un plan para encontrar una “rápida transición negociada” entre las “autoridades venezolanas”. Es decir, entre Guaidó y Maduro.
EEUU lanza el plan de transición en Venezuela como respuesta a la estrategia de Maduro y Cabello
– La transición de EEUU desembocaría en elecciones generales (presidenciales y parlamentarias) en 2020.
– Se conformaría un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE).
– Y un nuevo Tribunal Supremo de Justicia.
– Los comicios contarían con observadores de la comunidad internacional.
– Y la participación de todos los actores políticos. Incluso de aquellos que hoy están presos y en el exilio.
Como apuntó Benedicte Bull, las condiciones planteadas por EEUU son parecidas a las que arribaron Guaidó y Maduro en las conversaciones de Noruega.
– Es interesante que Estados Unidos haya cambiado su posición, aunque digan que no. Si las dos partes [Guaidó y Maduro] muestran voluntad para iniciar un diálogo con estos puntos como base, veo probable que Noruega ofrezca nuevamente sus servicios como mediador. En el caso de que suceda, será otro juego distinto al del verano pasado, declaró a este diario.
– ¿Es positiva esta nueva actitud de Estados Unidos?
– Es muy interesante el cambio de tono. Aunque ahora parece difícil que sea el momento de empezar unas negociaciones, pero sí que me parece positivo que los Estados Unidos quieran dar su apoyo a una transición negociada y democrática.
– ¿Y qué le parece el golpe contra la Asamblea Nacional y Juan Guaidó?
– Lo que ocurrió en el Parlamento es algo inédito. Bloquear a Guaidó y sus seguidores obviamente es una violación a los derechos democráticos.
Benedicte Bull recuerda que el gobierno de Noruega “criticó fuertemente el bloqueo” de Maduro. Y así fue: “Noruega desaprueba firmemente los acontecimientos del 5 de enero cuando la Asamblea Nacional de Venezuela eligió su directiva. Las autoridades deben garantizar que la Asamblea Nacional legítima y elegida democráticamente pueda cumplir su mandato constitucional”, dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Ine Eriksen Søreide.
La condiciones que presentó Guaidó en Barbados:
– Conformación de un gobierno de unidad nacional.
– Normalización parlamentaria del chavismo.
– Un nuevo CNE.
– Garantías para todos los contendientes políticos
Con estas palabras se entiende que Noruega tampoco reconoce a Luis Parra, el diputado que colocó Nicolás Maduro como presidente de la Asamblea Nacional.
Con Maduro atentando contra los diputados de Juan Guaidó, y este convocando movilizaciones en contra del régimen, no parece el escenario idóneo para gestar una negociación. De ahí las dificultades de las que habla Benedicte Bull, quien, a pesar de todo, se declara “optimista” gracias al nuevo rol de EEUU.
Cabe recordar que el miércoles 6 de agosto de 2019 se iba a celebrar la sexta ronda de negociaciones. El equipo de Guaidó esperaba en Barbados, pero en el último momento, el régimen de Maduro los dejó plantados. Su excusa fue la orden ejecutiva que emitió el presidente Trump contra los negocios del régimen en Estados Unidos. En aquellos momentos Washington contemplaba una estrategia de máxima presión, y despreciaba cualquier negociación.
“La única negociación con Maduro es la de saber qué avión va a tomar”, declaró entonces John Bolton, todavía asesor de Seguridad Nacional de Trump. Lo despidieron en septiembre.
Estas palabras de Bolton son el perfecto resumen de cómo fue la política de EEUU hacia Maduro el pasado verano. Una estrategia fallida, porque como reconoció el enviado especial para Venezuela de Trump, Elliott Abrams, “subestimaron el apoyo de Rusia y Cuba al régimen”.
¿Entrará Noruega de nuevo en escena?