Daniel Gómez (ALN).- No sólo es la letalidad del coronavirus, ni un pobre sistema de salud, ni lo pronto que atacó el virus a Ecuador. Lo que ocurre en el país, donde la semana pasada había cientos de cadáveres en las calles, es fruto de la desigualdad, la polarización provocada en los 10 años de gobiernos de Rafael Correa y lo debilitado que está el Ejecutivo de Lenín Moreno.
Cientos de cadáveres tirados en las aceras, algunos envueltos en plástico, funcionarios del gobierno repartiendo ataúdes de cartón, contagiados por coronavirus caminando por las calles como si nada hubiera pasado, autoridades municipales bloqueando el aterrizaje de un avión proveniente de España…
Esto ha ocurrido en Ecuador en las últimas semanas a causa de la pandemia. Concretamente en Guayaquil. Aunque la situación ha dejado de ser tan caótica, las imágenes no dejan de ser significativas. Porque no sólo muestran la letalidad del virus, sino que ponen en evidencia las debilidades estructurales de Ecuador:
-Una sociedad desigual.
– Con altos indicadores de pobreza.
– Polarizada.
– Con un gobierno débil.
– Un sistema de salud “pésimo”.
– Y falta de previsión.
Estas son algunas de las claves que apuntan en conversación con el diario ALnavío los investigadores ecuatorianos Simón Pachanoy Francisco Sánchez. El primero, profesor en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. El segundo, director del Instituto Iberoamericano de la Universidad de Salamanca.
Simón Pachano comentó que lo que ocurre en Guayaquil es un cóctel de “pobres condiciones económicas y sociales, un pésimo sistema de salud, las necesidades urgentes de ingreso y de abastecimiento y una situación de indisciplina social”.
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Cabe recordar que el presidente, Lenín Moreno, criticó que el 40% de los contagiados no está cumpliendo las medidas de confinamiento.
Francisco Sánchez explicó que la situación de Ecuador “se explica por la desigualdad existente en todas las sociedades de América Latina y los altos niveles de pobreza. Lo de Guayaquil tristemente lo veremos replicado al momento que veamos el virus en otras zonas urbanas marginales de la región”.
Este analista agregó que “el Covid profundiza ciertos problemas de salud propios de poblaciones desiguales y con servicios de salud sobresaturados”.
Por ejemplo, dijo que “en Guayaquil muchos ciudadanos tienen problemas de sobrepeso porque consumen comidas hipercalóricas y tienen también modos de vida sedentarios. Luego está el clima tropical, con muchos mosquitos, por lo que el dengue, la malaria, hacen que los ciudadanos tengan sus sistemas inmunes al extremo”.
Debilidad y polarización
Otro factor importante es que el gobierno de Lenín Moreno tampoco es un gobierno fuerte. “En una crisis como esta sus debilidades se hacen más evidentes”, dijo Sánchez. “Era un gobierno que funcionaba mal”, agregó. “Que tenía muchas dificultades para poner en marcha políticas públicas. Lo vimos el año pasado, cuando Lenín Moreno propuso una reforma económica, se desdijo y cambió de posición”. Cambió de posición, cabe recordar, por las protestas que tuvieron lugar en las primeras semanas de octubre de 2019.
El de Lenín Moreno también es un gobierno débil porque nació débil. Moreno llegó al poder aupado por el expresidente Rafael Correa, uno de los mandatarios de la órbita chavista. Moreno ganó el balotaje en 2017 por un estrecho margen de votos. Entonces Correa confiaba en convertir a Moreno en una especie de marioneta, pero erró la jugada ya que Moreno pronto rompió vínculos con el expresidente. Así Moreno ganó el apoyo de la oposición, pero también muchos enemigos del correísmo que lo consideran un traidor.
Dijo Francisco Sánchez que Ecuador vivió “10 años de fractura muy fuerte. Ecuador se polarizó en torno a Correa y esos efectos ahí están. A pesar de la crisis es muy difícil que la polarización deje de darse de un momento a otro.”.
Por su parte, el profesor Simón Pachano agregó que “la debilidad del gobierno actúa como un virus que aleja a quienes podrían y deberían apoyarle en esta situación”. Esto es una referencia al correísmo y al propio expresidente, que está aprovechando el coronavirus para desacreditar a Lenín Moreno. De hecho, la semana pasada Correa le propuso por Twitter que diera un paso a un lado.
Ahora la situación está “controlada”
Por otra parte, Simón Pachano advirtió que Ecuador está siendo víctima de desinformación y “noticias amarillistas”.
Este investigador explicó que el foco del problema comenzó hace dos semanas, cuando se produjo descoordinación entre el gobierno, las autoridades de Guayaquil y las instituciones sanitarias.
“Se produjo un cuello de botella por el aumento de las muertes, de 40 a 120 diarias; el cierre de funerarias por el miedo al coronavirus, de 150 que hay en Guayaquil estaban funcionando 50 o menos; el toque de queda decretado por el gobierno, que limitó la operación de las pocas que funcionaban; y el requisito de cremación, en una comunidad con muy pocos hornos crematorios, que se cuentan con los dedos de una mano”, detalló.
Pachano explicó que ese cuello de botella, esa descoordinación, fue lo que provocó las imágenes de los muertos en las calles, las dudas de los ciudadanos por no saber dónde enterrar a sus muertos, y otras propuestas poco ortodoxas venidas de las autoridades locales de establecer fosas comunes. Idea finalmente descartada por el gobierno.
Una prueba de la vuelta a la ‘normalidad’ en Ecuador es que la Fuerza de Tarea Conjunta de la Fuerza Armada, destinada a la crisis en Guayaquil, concluyó este lunes los trabajos de recolección de cadáveres.
“Ya no hay casos atrasados”, dijo Jorge Wated, jefe de la Fuerza de Tarea Conjunta. “Se han recogido unos 500 cadáveres en los domicilios y entregado unos 480 certificados de defunción que han permitido que las funerarias privadas puedan trasladar y enterrar más rápido”.
“No se asumía el impacto”
Para el investigador Francisco Sánchez, otro de los problemas Ecuador fue lo pronto que llegó el coronavirus al país. Fue el 29 de febrero, cuando una mujer de 71 años proveniente de Madrid se convirtió en el paciente cero. Por aquel entonces, no había un manual claro de cómo actuar contra la pandemia. Sólo China era la referencia.
“Entonces no se sabía a ciencia cierta el efecto contagio del virus”, dijo Sánchez. “Ahora vemos que los datos de China no son fiables si se comparan con España e Italia. No es posible que con una población tan grande como la china sólo tuviera 3.300 muertos. Me hubiera gustado que la prensa hubiera tomado imágenes de lo que sucede en China, con libertad de expresión, para ver si realmente fue así. Si realmente no hubo imágenes como en Ecuador”.
Por lo anterior, por la falta de referencias en China, para Francisco Sánchez “hubiera sido muy extraño que el gobierno de Ecuador actuara de forma diferente a la que actuó. Hizo lo que pudo con la información que disponía”.