María Rodríguez (ALN).- La partida de educación en el presupuesto nacional de Colombia se ha incrementado 18% desde 2016, año de la firma del acuerdo de paz con las FARC. Mientras, el de defensa lo ha hecho 6%, una tasa tres veces menor. En palabras de Óscar Naranjo, vicepresidente del país, en un foro en Madrid: “El conocimiento y la educación son las bases sobre las que se tienen que cerrar las heridas de este conflicto”. Y en ello están: desde 2015 la de educación es la partida más alta.
Mucho ha cambiado Colombia desde la firma del histórico acuerdo de paz el 26 de septiembre de 2016, que desembocó un año después en el desarme de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Tras el proceso de paz, iniciado en 2012, el país no sólo recibe más turismo (el triple, según Proexport) y percibe más apetito por parte de los inversores extranjeros. Hay otro cambio clave: el presupuesto en educación.
Esta partida -del presupuesto nacional para 2018- es aproximadamente 18% más alta que la registrada en 2016. En concreto, pasó de 31,6 billones de pesos (unos 74.000 millones de dólares) a 37,5 billones de pesos (casi 83.000 millones de dólares) actuales. En cambio, en este mismo periodo, la cuantía reservada por el gobierno de Juan Manuel Santos para defensa y policía ha aumentado 6%, una tasa tres veces menor que la de educación: de 28,9 billones de pesos (10.100 millones de dólares) a 30,6 billones de pesos (10.700 millones de dólares).
Desde 2016, el presupuesto en educación en Colombia ha aumentado 18% y el de defensa 6%
Antes, en 2015, cuando el proceso de paz ya estaba avanzado, se produjo un hito en el reparto de las partidas presupuestarias de Colombia: los billones de pesos en educación superaron por primera vez a los reservados para defensa. 29 billones frente a 27 (10.200 millones de dólares vs 9.600 millones de dólares). Así, desde ese año la de educación se ha convertido en la partida en la que más invierte el Gobierno colombiano en el presupuesto nacional, por delante de defensa y sin contar con el cupo reservado para hacer frente a la deuda del país (47 billones de dólares -16.600 millones de dólares- para 2018).
El vicepresidente de Colombia, Óscar Naranjo, llamó la atención sobre el aumento de la partida educativa en el Foro España Internacional, celebrado este viernes en Madrid y en el que estuvo acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, Alfonso Dastis. Naranjo precisó en el acto: “El conocimiento y la educación son las bases sobre las que se tienen que cerrar las heridas de este conflicto”, según apunta el portal Teinteresa.es.
Precisamente Naranjo, el segundo de a bordo de Santos desde marzo de 2017, desempeñó un papel clave en la guerra contra el narcotráfico colombiano. Lo hizo como funcionario policial, carrera profesional que ejerció a lo largo de 36 años (de 2007 a 2012 como director de la Policía Nacional del país) y que le llevó a recibir todas las condecoraciones nacionales posibles. En octubre de 2010 fue reconocido por la Asociación Internacional de Policías como el mejor Policía del Mundo (Leer más: El mejor policía del mundo es el nuevo vicepresidente de Colombia).
El libro El cazador de la mafia, del periodista Julio Sánchez Cristo, narra ese papel clave de Naranjo, también para los avances en el acuerdo de paz con las FARC. La obra de Sánchez es el resultado de una secuencia de entrevistas al vicepresidente de Colombia, que se convirtió en el primer general cuatro estrellas de la Policía del país (Leer más: Narcos: un periodista y un policía lo descubren todo en un libro).
Desde 2015 la de educación es la partida en la que más invierte el Gobierno colombiano en el presupuesto nacional
Este viernes en Madrid Naranjo también quiso describir las negociaciones de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC, celebradas en La Habana. La dignidad hacia el adversario, la memoria de las víctimas, la seguridad jurídica y el reconocimiento de la existencia de un conflicto armado histórico han sido las claves, a juicio de Naranjo, del éxito inicial del proceso de paz, según recoge la agencia Europa Press.
Igualmente, Naranjo puntualizó en Madrid que “el proceso es irreversible” por haberse efectuado en un entorno de “plenitud democrática, creado desde la Presidencia, rechazado en plebiscito, reestructurado, aceptado y aprobado por el Tribunal Constitucional”. Una dinámica “que ahora ni opositores ni críticos quieren cambiar”. Y es que hoy “la destrucción del acuerdo ni se plantea”, concluyó el vicepresidente.