Juan Lozano (ALN).- El general (R) Oscar Naranjo Trujillo, exdirector de la Policía Nacional, tiene una sólida reputación. Después de haber recibido todas las condecoraciones nacionales posibles, en octubre de 2010 fue reconocido por la Asociación Internacional de Policías como el mejor Policía del mundo. Germán Vargas Lleras, elegido en la misma fórmula electoral de Juan Manuel Santos como vicepresidente de la República para el periodo 2014-2018, deja su cargo anticipadamente para no quedar por fuera de la carrera presidencial. Su retiro temprano es producto de una celada política urdida por sus propios compañeros del Gobierno, que lograron una reforma constitucional impulsada por el mismo ministro del Interior, Juan Cristo, que creó una inhabilidad nueva para el vicepresidente.
A Vargas Lleras le temen porque, según indican las encuestas, tiene opción real de ser el próximo presidente y porque es un político recio, eficaz, frentero, que ya fue candidato presidencial contra Juan Manuel Santos en 2010. Con la teoría linconliana del “Team of Rivals”, el equipo de rivales, fue llamado a integrar el gabinete de Santos en 2010 como ministro del Interior y Justicia. Rápidamente descolló entre un gabinete pobre y opaco, característica que se ha mantenido a lo largo de los casi siete años de gobierno de Santos, con contadas excepciones. Posteriormente fue designado ministro de Vivienda donde lideró un novedoso programa de casas gratis para los colombianos más pobres.
Oscar Naranjo es hombre querido por los colombianos
En el año 2009 se retiró para retornar a la arena política y le ganó el cupo en el tarjetón para la Vicepresidencia al prestigioso general (R) Oscar Naranjo Trujillo, exdirector de la Policía Nacional, quien había renunciado a unas jugosas y prestigiosas asesorías que estaba brindándole al Gobierno mexicano en su lucha cruenta contra las mafias del narcotráfico.
Vargas Lleras asumió la Vicepresidencia tras la victoria electoral de Santos en 2014, victoria que hoy se ha enturbiado tras acusaciones de haber sido impulsada por dineros corruptos de Odebrecht y sobre todo tras la confesión del mismo gerente de la campaña de haber pagado irregularmente publicidad electoral con fondos de esa empresa en 2010. Tan pronto asumió la Vicepresidencia, Vargas Lleras fue encargado nuevamente del sector vivienda, de agua potable, y además le fue asignada la responsabilidad sobre el sector de infraestructura, transporte y construcción de obra pública. Sus ejecutorias son de lo poco que tiene para mostrar el presidente Santos en materia de inversión pública exitosa. Mientras tanto el general Naranjo fue designado en cargos de asesoría en el Palacio Presidencial y, posteriormente, fue llamado a integrar el equipo de negociación del acuerdo de paz con las FARC, en La Habana, Cuba.
Recuperado de una delicada intervención quirúrgica tras la aparición de un tumor cerebral, el vicepresidente Vargas Lleras reasumió sus funciones con una actividad frenética que lo llevó a recorrer todos los departamentos del país en maratones de despedida con entrega de obras, firma de contratos, apertura de licitaciones, aplausos, oraciones, rechiflas y pitos en un país profundamente polarizado.
Germán Vargas Lleras se vio forzado a renunciar anticipadamente a la Vicepresidencia ante Juan Manuel Santos / Flickr: ICP Colombia
Aunque la competencia para elegir al nuevo vicepresidente es del Congreso, el presidente Santos ha mantenido unas mayorías parlamentarias dóciles y sumisas que reciben significativas retribuciones burocráticas a cambio de seguirle la línea al primer mandatario e incluso de renunciar a algunas de sus atribuciones para que sean ejercidas por éste, quien optó por hacer el guiño determinante de la elección del veterano general.
Algunos afirmaron que con esa designación Santos estaba cubriendo un viejo sobregiro con Naranjo, quien había abandonado las huestes de su antiguo jefe Álvaro Uribe para acompañarlo.
Carta bajo la manga
Lo cierto es que el Presidente jugó una carta maestra que zanjó con un nombre muy reconocido los peligrosos pulsos políticos que ya se estaban librando y que amenazaban con crear nuevas grietas en la coalición de gobierno.
En efecto, Oscar Naranjo es hombre querido por los colombianos, según lo han mostrado consistentemente las encuestas desde que asumió la Direccion de la Policía Nacional hace unos 10 años, en noviembre de 2007.
Naranjo tiene una sólida reputación de eficacia, compromiso y contundencia. Después de haber recibido todas las condecoraciones nacionales posibles y de llenar listas interminables de reconocimientos, galardones y medallas, en octubre de 2010 fue reconocido por la Asociación Internacional de Policías, IACP, como el mejor Policía del mundo.
No cabe duda. El cambio del perfil del vicepresidente será radical y se explica, en buena medida, por la creciente complejidad que adquieren en el posconflicto los asuntos atinentes a la seguridad.
Se ha presentado una oleada siniestra de asesinatos de líderes sociales; hay nuevas y viejas bandas criminales y guerrillas disputándose los territorios de las FARC; las principales ciudades del país están sacudidas por fenómenos de delincuencia urbana; el aumento de la producción de drogas y el aumento del consumo interno de estupefacientes han derivado en estructuras de microtráfico que hoy constituyen importante factor de criminalidad y homicidio mafioso en el país.
El cambio del perfil del vicepresidente será radical
Por lo demás, le tocará al Gobierno garantizar la integridad y la vida de los líderes de las FARC, de los desmovilizados, de los amenazados por el ELN, de los amenazados por las disidencias de las FARC, y le tocará, claro está, mitigar los peligros derivados de estos contingentes que se negaron a desmovilizarse con sus comandantes.
Pero, en adición a todo lo anterior, emerge una nueva amenaza frente a la buena marcha de las relaciones con Estados Unidos: el crecimiento explosivo de los cultivos ilícitos en el país que ronda por las 200.000 hectáreas. El asunto es de seguridad nacional, requiere liderazgo en los cuerpos armados, exige efectividad operativa de Policía y Ejército, y necesita de los buenos oficios, los buenos contactos y la buena reputación en Washington del “Mejor policía del mundo”, convertido ahora en el flamante vicepresidente de la República, quien dejará de entregar casas gratuitas, carreteras y acueductos, para tratar de suavizar las dificultades que están apareciendo por cuenta del impetuoso gobierno de Donald Trump.