(EFE).- Una vez superada la pandemia del coronavirus el mundo será «más desigual, más asiático y más digital», afirmó este lunes el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
«El virus, que no cesa, ha cambiado todos los parámetros de la acción internacional», señaló hoy Borrell en una rueda de prensa previa al curso que dirige desde hace años en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de la ciudad española de Santander (norte) bajo el título «Quo vadis Europa», y que en esta ocasión puso foco en la geopolítica del continente.
Según Borrell, la Unión Europea (UE) deber ser «un actor en la escena internacional», que no va a ser igual a la que había antes de la llegada de la covid-19.
UN MUNDO MÁS DIGITAL
En su opinión, la desigualdad se producirá «entre los países y en el interior de los países», y el mundo será «mucho más asiático», porque se habrá producido una aceleración en el desplazamiento del poder económico hacia esa zona y, sin duda, más digital, porque habremos descubierto la utilidad de los instrumentos digitales que «han entrado en nuestra vida cotidiana y facilitado todas las actividades».
Borrell vislumbra, además, otros cambios en el panorama internacional y alerta de que el mundo «también será más peligroso», porque se han «exacerbado los conflictos», y estará «dominado por la rivalidad entre China y Estados Unidos».
Vaticina también un mundo «muy multipolar», frente al bipolar que se vivió hasta el fin de la «guerra fría» entre EEUU y la URSS y el «unipolar» dominado por los Estados Unidos.
EL PAPEL DE EUROPA TRAS LA PANDEMIA
Y Europa debería «pretender» ser uno de esos polos: «a nosotros los europeos nos gustaría contribuir a que el mundo fuera más multilateral, porque si no lo es, acabará siendo un mundo en el que se imponga la ley del más fuerte», afirmó Borrell, para quien lo contrario de la multilateralidad es el predominio de la fuerza como argumento para fijar los destinos.
«Europa debe buscar un lugar que no sea de dependencia respecto a uno de los dos actores (EEUU y China) para poder defender sus propios intereses», indicó el jefe de la diplomacia europea, algo que, a su juicio, «será difícil», pero será la «prueba de fuego» de la existencia de una «Europa como poder geopolítico».
PROBLEMAS QUE NO TIENEN SOLUCIÓN NACIONAL
Sobre si los europeos saldrán de esta crisis con la conciencia de que «hace falta más Europa» y un mayor número de competencias de la UE, aseguró que sí, ya que «hemos tomado conciencia de que cada vez hay más problemas que no tienen una solución nacional».
Uno de esos problemas, dijo, ha sido la pandemia, una situación sobre la que hizo énfasis en la unidad de los estados miembros para la compra de vacunas, lo que ha evitado que hubieran entrado en competencia entre ellos.
«En orden disperso, tratando cada uno de salvar su piel, el resultado hubiera sido infinitamente peor, sin duda», subrayó Borrell, para quien «actuar conjuntamente tiene un premio».