María Rodríguez (ALN).- El mandato personalista del presidente ecuatoriano en estos diez años al frente de ese país y la falta de carisma de los candidatos actuales son los rasgos principales de unas elecciones que pondrán fin a una época. Las encuestas y los expertos vaticinan que habrá segunda vuelta. La campaña electoral de Ecuador llega a su recta final marcada por un protagonista que no se juega el cargo en la Presidencia del país. Rafael Correa es el gran ausente en estos comicios. Con dos mandatos cumplidos, no podía presentarse de nuevo a la reelección. Sin embargo, su figura ha sido omnipresente durante toda la campaña: en los debates, discursos, en redes sociales alimentadas por el propio Correa, y hasta en los carteles del partido oficialista, Alianza País, en los que aparece de fondo la figura del presidente saliente. Esta visión de la omnipresencia del no candidato la comparten los expertos en política y procesos electorales latinoamericanos que se dieron cita este martes en Casa de América dentro del ciclo de conferencias sobre las elecciones en Ecuador y en América Latina en general.
Rogelio Núñez, investigador del IELAT (Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos) y uno de los ponentes de la conferencia de Casa de América, reconoció que Ecuador se encuentra en un momento de gran incertidumbre. En los procesos de 2009 y 2013 arrasó Correa en primera vuelta, pero en esta ocasión, las encuestas y los expertos, apoyados en ellas, vaticinan que será necesaria una segunda vuelta para conocer quién será el sustituto de Correa en la Presidencia del país.
El mandato personalista de Correa y la falta de carisma de los candidatos actuales protagonizan las elecciones ecuatorianas
Los expertos presentes en Casa de América se mantuvieron cautos a la hora de pronosticar una hipotética victoria del oficialista Lenín Moreno, de Alianza País y vicepresidente entre 2007 y 2013. De haber una segunda vuelta en las elecciones, ésta no se celebraría hasta el próximo 2 de abril. Igualmente, el investigador Núñez considera que Ecuador se acerca a un final de modelo, “por ser inviable”, puntualiza, y “a un ajuste muy duro”.
Sin Correa entre los candidatos, los expertos califican esta campaña como una de las más intensas. Gane quien gane, tanto el candidato oficialista como los de la oposición, significará el fin de una época. Precisamente la herencia de Correa tras diez años marcados por un liderazgo personalista y carismático, ha hecho que el presidente saliente estuviese presente durante toda la campaña, que arrancó el pasado 3 de enero.
Lenín Moreno podría ganar en segunda vuelta / Flickr: Agencia de Noticias ANDES
A esta presencia desmesurada de Correa en el proceso electoral ayuda una oposición fragmentada, sin interés por pactar, según apuntó durante la conferencia Francisco Sánchez, subdirector del Instituto de Iberoamérica y profesor de ciencias políticas de la Universidad de Salamanca. “El anticorreísmo no es tan fuerte como el antichavismo, que es un sistema más complejo”, afirmó Sánchez. Igualmente, el experto considera que la sociedad ecuatoriana se ha despolitizado, también en los medios de comunicación. Al no haber un debate potente, “los discursos vienen de un lado, el otro no está consolidado”, insistió Sánchez en la ponencia.
“Un país hecho a imagen y semejanza de Correa”
El esquema de concentración de poder que ha caracterizado los mandatos del presidente saliente, tal como apuntó el subdirector del Instituto de Iberoamérica, ha hecho de Ecuador “un país a imagen y semejanza de Correa”, según constata Sánchez. Un punto más que se añade a la lista de razones para la presencia de Correa en esta campaña.
Y aún hay más argumentos. Para Susanne Gratius, profesora de ciencias políticas y relaciones internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid y ponente también en la charla, “ninguno de los candidatos tiene suficiente carisma”, ni tan siquiera el oficialista, Lenín Moreno. Es verdad que les precede un presidente con un gran carisma, “para bien o para mal”, puntualizaron los tres expertos presentes en Casa de América.
Gratius destacó la imagen actual que se tiene del presidente saliente: “equivale a estabilidad”, puntualizó. Pero ante una crisis económica que exige a cualquiera de los vencedores de las elecciones una política de ajustes, “Correa se ha retirado a tiempo”, dijo la experta e insistió: “Será más fácil para el oficialismo [si sale vencedor], pero se va a quemar más”.
Los expertos vaticinan que habrá segunda vuelta en las elecciones de un país envuelto en la incertidumbre del fin de una era
Para Francisco Sánchez, “la política funciona con héroes y Correa ha trabajado mucho la construcción de un mito”. Alianza País tiene, pues, el reto de mantenerse unido sin el pegamento de Correa, que ha garantizado hasta la fecha la estabilidad del partido. “Difícil situación”, agrega Sánchez, quien vaticina que si Correa volviese a presentarse como candidato lo haría por su particular visión de la política como un sacrificio. “Volvería si Ecuador es un país manejable”, sostiene Sánchez.
Por su parte, Rogelio Núñez define a Correa como un gran animal político, “nos guste o no”. Además, Núñez piensa que el presidente saliente tiene la suerte de retirarse a tiempo, aunque eso sí: “Me cuesta ver a Correa lejos de Carondelet”, sede del Gobierno y residencia oficial del presidente de la República de Ecuador.