Leticia Núñez (ALN).- Las autoridades de Lima piden explicaciones a Quito por edificar sobre un espacio que, como estableció el acuerdo de paz que ambos países firmaron en 1998, debía haber quedado libre. Ecuador asegura que construye un parque lineal y que “no restringe el paso de personas”.
Una extensión de 2.000 metros. Más de 4,5 millones de dólares (3,9 millones de euros) de inversión. Y cuatro metros de altura. Son las características del muro que Ecuador comenzó a construir, tal como avanzó la prensa del país, hace 45 días en la frontera con Perú, entre la localidad ecuatoriana de Huaquillas y la peruana de Aguas Verdes. Ambas ciudades estaban separadas solamente por un canal del río Zarumilla.
Ahora, Ecuador se encuentra en plena construcción de una muralla sobre la orilla del canal, que se suma a la polémica promesa con la que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó en noviembre del año pasado a la Casa Blanca: edificar un muro en la frontera con México. La pregunta resulta ineludible: ¿efecto contagio? Expertos consultados por el diario ALnavío señalan que por ahora “es muy difícil saberlo” porque “no hay más explicaciones ni contextualizaciones que las dadas en los medios, que aún son muy pocas”.
“Lenín Moreno es de los de izquierdas de puño en alto y comandante Che Guevara. Dudo que quiera imitar a Trump, pero como es anticomercial y antiglobalización como Trump…”, señala Luis Espinosa Goded, profesor de economía en la Universidad San Francisco de Quito (Ecuador). En su opinión, el muro podría responder a los problemas de contrabando que se producen en las fronteras. “Al fin y al cabo si quieres establecer precios controlados dentro del país, necesariamente tienes que vigilar más las fronteras”. Aunque matiza: “Hablamos de contrabando de cebollas. Literal”.
Según Ecuador, el muro “cumple con todos los acuerdos firmados y no restringe el paso de personas
De hecho, el Gobierno ecuatoriano asegura que lo que se construye es un parque lineal que “cumple con todos los acuerdos firmados y no restringe el paso de personas”. Dice también que pretende luchar contra el contrabando, “abundante en la zona”, y “ordenar un sector en el que existen construcciones tugurizadas e informales”. Marco Zumba, funcionario del Ministerio de Vivienda de Ecuador, explicó a la agencia AFP que el proyecto contempla un paso peatonal en la zona de Playita Sur para permitir el cruce de peruanos y ecuatorianos que quieran comerciar. Asimismo, indicó que con la obra se trata de “regularizar el comercio internacional” y evitar las inundaciones del canal del río Zarumilla en invierno.
Una versión que no convence a las autoridades de Lima. Apenas unas horas después de que se conociera la noticia, Perú pidió explicaciones a Ecuador por un muro que, según una fuente diplomática citada por AFP, se está levantando sobre un espacio que debía haber quedado libre, tal como estableció el acuerdo de paz que ambos países firmaron en 1998.
Perú y Ecuador, que comparten 1.500 kilómetros de frontera, mantuvieron un conflicto en 1995 sobre sus límites en las regiones comprendidas entre la cuenca del Amazonas y la cordillera de los Andes. Es la conocida como Guerra del Cenepa. Fue un enfrentamiento bélico que ocurrió en la parte oriental de la Cordillera del Cóndor, sobre la cuenca del río Cenepa, en territorio peruano, que ocupó el Ejército ecuatoriano en 1994. Ambos países se enfrentaron en enero y febrero de 1995. No hubo declaración formal de guerra ni llegó a ser algo generalizado por todo el territorio.
El conflicto se resolvió con la intervención de Argentina, Chile, Brasil y EEUU. En el Acta de Brasilia, tanto Perú como Ecuador aceptaron la culminación del proceso de demarcación fronteriza, en un tramo de 78 kilómetros que estaba pendiente. El primero ratificó la posesión de la zona del Cenepa, mientras que otorgó a Ecuador un kilómetro cuadrado en la zona de Tiwinza.
Según explicó una fuente diplomática a la agencia AFP, en 1998 Perú y Ecuador se comprometieron a dejar libres de construcciones 10 metros a cada lado del canal, para labores de limpieza. Algo que, según Lima, Ecuador está incumpliendo. Dicen que el muro estaría montado sobre territorio que debía quedar libre.
“Decisión unilateral”
“Es una actitud equivocada. Creo que ellos señalan que están tratando de luchar contra el contrabando. Lo real es que es una zona casi conurbada (fusionada) y, entonces, tanto los pobladores de un lado como los del otro resienten esta decisión y están en contra”, sostuvo el ministro peruano de Defensa, Jorge Nieto, en una entrevista recogida por el periódico El Comercio. Según Nieto, la construcción del muro “ha sido una decisión unilateral y sorpresiva” de Ecuador.
Ahora, Perú está a la espera de una reunión en la que “de modo conjunto tengamos que plantearnos el tema, a nivel jurídico, técnico y político”, señaló Nieto, tras recordar que Lima ya ha pedido explicaciones. “Es una lástima porque esa era una frontera que de una manera u otra había sido sellada y estos incidentes nos complican la vida ahí, donde deberíamos tener una política de cooperación”, agregó.
“Nos dicen que este proyecto es para aislar el contrabando, pero eso no va a terminar”
Además, la construcción del muro comenzó pocos días después de que terminara la gestión de Rafael Correa como presidente de Ecuador. Ahora el tema queda en manos de su sucesor, Lenín Moreno, quien hace poco visitó Perú como gobernante electo y se reunió con el mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski. Una cita en la que se comprometieron a dar continuidad al “buen clima” de la relación bilateral. Después, Kuczynski viajó a Quito para asistir a la toma de posesión de Moreno.
Más de 10.000 familias afectadas
Los comerciantes de la zona no ocultan su preocupación. Creen que el muro merma la actividad comercial existente entre ambos lados. “Del lado peruano vemos que un muro de cuatro metros de altura nos separa e impide intercambiar los productos con la facilidad que había antes, todos los comerciantes que trabajaban en los puentes quedaron en la desocupación. Son más de 10.000 familias afectadas”, aseguró Abel Jiménez, dirigente de la Asociación Pacífico Sur, del cantón Huaquillas, tal como recoge el periódico El Universo.
Los minoristas afirman que desde que empezaron las obras han tratado de buscar otras rutas para cruzar al lado peruano, aunque ya han comenzado a sentir “un bajón” en las ventas. “Cada vez se alejan las fuentes de trabajo, nos dicen que este proyecto es para aislar el contrabando, pero eso no va a terminar”, remató Jiménez.