Daniel Calzadilla (ALN).- El escenario político chileno es un reflejo de las protestas y el sacudón generados en 1989 en Venezuela (El Caracazo). El malestar de una sociedad viene acumulándose desde hace años, pero esta vez detrás del descontento hay una mala intención de la izquierda radical y de otros partidos con el interés acelerado de llegar al poder, para quebrar el Estado de derecho y poner en peligro la estabilidad democrática.
La protesta pacífica es válida para exigir y demandar cambios en el beneficio social en un país, pero esta vez el malestar y la movilización son dirigidos y organizados para generar saqueos a las grandes comercializadoras, supermercados, farmacias y electrodomésticos. Se evidencia en el pueblo de bajos recursos el resentimiento social contra el gobierno de Sebastián Piñera, los políticos y el empresariado.
La división de clases sociales es el juego político para el debilitamiento de las instituciones existentes, donde ya el discurso de los manifestantes es la antipolítica. A viva voz se habla de políticos corruptos y la desconfianza en ellos crece. Pregúntese quién gana en ese escenario.
Un aumento del pasaje, el aumento de la electricidad y otros servicios fueron el objetivo del foco de protesta utilizado para movilizar sectores universitarios, jóvenes y adeptos comunistas para crear el caos y saqueos con pérdidas millonarias, duras de solventar.
El Foro de Sao Paulo y la doctrina comunista tienen el objetivo claro de romper con la paz social y dividir la sociedad, usar el saqueo para afectar la economía y así lograr un pueblo más necesitado, descontento por el desabastecimiento, y alinear el pensamiento con los intereses de la izquierda.
Ya la izquierda radical chilena dirige el discurso hacia la solicitud de renuncia del presidente Sebastián Piñera, ofreciendo la propuesta engañosa de un gobierno titulado ‘democracia del siglo XXI’, hasta el nombre de socialismo cambió. El populismo comienza a hacerse notar para presentar opciones de gobierno en las venideras elecciones de gobernadores en 2020 que por primera vez se realizarán en Chile tras la descentralización.
Este escenario político de disturbios y desestabilización de la democracia en la región latinoamericana es un libreto compuesto desde el pensamiento de izquierda comunista (Foro de Sao Paulo), donde comenzó el frente guerrillero revelándose contra el gobierno de Colombia, pasando por Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y ahora Chile.
El Foro de Sao Paulo y la doctrina comunista tienen el objetivo claro de romper con la paz social y dividir la sociedad, usar el saqueo para afectar la economía y así lograr un pueblo más necesitado, descontento por el desabastecimiento, y alinear el pensamiento con los intereses de la izquierda.
La política en Chile y en Latinoamérica debe tener una lectura clara y acciones con voluntad de unidad de los demócratas para resolver el problema que demanda la sociedad. Y evitar que los comunistas puedan entrar al gobierno, como por ejemplo en la Venezuela de 1998, cuando el expresidente Rafael Caldera entregó todas las posibilidades y beneficios a la izquierda (Hugo Chávez). Las equivocaciones se pagan caras.
La guerra política contra los demócratas en Latinoamérica está activa.
Lo que resolvió el Foro de Sao Paulo en Caracas sobre Chile
A continuación un extracto que se encuentra en la web del Foro de Sao Paulo. Es lo decidido sobre Chile en la reunión celebrada en Caracas en julio de 2019.
“(Nos) Solidarizamos con el pueblo chileno que enfrenta una agresiva agenda del gobierno encabezado por Sebastián Piñera, la cual busca garantizar en breve plazo mayores utilidades para el gran empresariado, todo esto a costa de retroceder en derechos sociales y laborales tanto históricos como recientemente conquistados por el pueblo de Chile. A su vez, denunciamos el hostigamiento y violación a los Derechos Humanos del pueblo Mapuche, los persistentes esfuerzos por criminalizar y reprimir a la juventud y al movimiento estudiantil, y las políticas discriminatorias y racistas contra migrantes, expresión todas estas del carácter de su actual gobierno”.
¿Es Maduro quien incendia las protestas contra Sebastián Piñera en Chile?
Este párrafo es claro en sus intenciones a pesar de con alguna retórica se intenta ocultar el verdadero propósito. Continúa el texto:
“El carácter de América Latina como zona de paz se ve amedrentado por la creciente ofensiva del gobierno norteamericano en coordinación con gobiernos de derecha como el de Sebastián Piñera, el cual no conforme con abandonar el compromiso firmado por Chile como país garante del acuerdo de paz en Colombia, guardando silencio ante el masivo y selectivo asesinato de excombatientes y dirigentes y dirigentas sociales en dicho país, también ha encabezado peligrosas provocaciones injerencistas como el fracasado intento organizado desde Cúcuta para violar la soberanía territorial de Venezuela”.
Se ve que Chile y Piñera son objetivos.
“En el marco de lo anterior, y ante el próximo desarrollo de la cumbre APEC y la reunión de la COP25 en Chile, eventos que pondrán en el centro el debate sobre el camino de desarrollo y la convivencia de nuestros países, respaldamos los esfuerzos amplios y unitarios que distintas organizaciones políticas y sociales chilenas que componen la ‘Cumbre de los Pueblos’ se encuentran realizando para empujar la necesidad de la paz y de modelos de desarrollo sustentables con el medioambiente, soberanos y de superación del neoliberalismo.
Finalmente, y pronto a cumplirse 50 años del triunfo de Salvador Allende junto a la Unidad Popular en Chile, respaldamos las iniciativas que permitan destacar su ejemplo unitario, creativo y transformador como aporte a la actual lucha por la soberanía, justicia social y respeto a la autodeterminación de nuestros pueblos.”
Daniel Calzadilla es un politólogo venezolano radicado en Chile.