Patricia J. Garcinuño (ALN).- No se financian con créditos del Gobierno ni pequeños préstamos de la banca estatal porque las cantidades son muy bajas y los trámites para conseguirlos, engorrosos. Un 84% de los trabajadores por cuenta propia en Cuba considera que hay competencia y que encuentra serias dificultades para negociar con las empresas estatales. A esto se suma la dificultad para conseguir insumos y para promocionarse.
Los trabajadores por cuenta propia en Cuba ya suponen una importante fuerza en la isla. De hecho, el diario Trabajadores recoge que a finales de 2015 eran 496.400. El libro Voces de cambio en el sector no estatal cubano (Iberoamericana Vervuert), de un equipo de investigadores coordinado por el economista Carmelo Mesa-Lago, analiza la situación de este tipo de empleo en la isla y las dificultades que confronta.
No se financian con créditos del Estado
Las vías de financiación no son sencillas en Cuba. Ninguno de los 80 entrevistados en este estudio se financió con créditos del Gobierno o pequeños préstamos de la banca estatal. Esto, según afirma el equipo de investigación, puede tener su origen en las bajas cantidades que se dedican a estos casos y a los engorrosos trámites y requisitos que se exigen.
El 88% de los entrevistados dice no recibir remesas y solo un 12% declara hacerlo
Además, sorprende que el 88% de los entrevistados dice no recibir remesas y solo un 12% declara hacerlo, a pesar de que el estudio afirma que el 65% de la población en Cuba las recibe. Esta baja proporción de quienes declaran recibir remesas puede estar motivado por el temor, según explica la publicación, ya que legalmente el Gobierno no autoriza a invertirlas, aunque muchos lo hagan.
Uno de los entrevistados afirmó que dejó de recibir remesas cuando comenzó su negocio. Otro que no las necesita porque, con tres años de trabajo, ya es solvente. También es probable que el monto de las remesas para familiares -ilimitado desde 2015- haya aumentado el porcentaje de los trabajadores que las reciben e invierten.
Lo que sí es un hecho es que hay una extensa red de ayuda interna que apoya al cuentapropista, ya que un 84% admite que recibió ayuda de otras fuentes: un 44% recurrió a la familia, un 20% a los amigos y un 12% a ambos. Un 8% no especificó a quién.
En cuanto al tiempo en el que recuperaron la inversión inicial, un 53% tardó entre dos y cuatro años, un 29% menos de un año y un 18% entre uno y dos años.
La complicada tarea de conseguir insumos
Hacerse con las materias primas para llevar a cabo el trabajo tampoco es una tarea sencilla en Cuba. Un 42,5% de los autónomos afirma haber adquirido los insumos en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD), conocidas como shopping, pero tienen que hacer frente a los altos precios.
Hay productos, como la carne de cerdo, que no se pueden obtener en el mercado agropecuario, ya que solo se venden en las TRD y en el mercado negro. De hecho, un 17,5% de los encuestados admitió comprar en el mercado negro, aun corriendo riesgo de confiscación.
Del resto, un 10% afirmó comprar productos a otros trabajadores por cuenta propia, lo que significa que se están generando cadenas de mercado entre ellos. Un 7,5% los obtiene en el extranjero, algo que el grupo de investigación califica como “dudoso”, ya que pocas veces se permite la importación, así que es probable que fuese a través de las conocidas “mulas”, una figura que tiene la función de comprar en el extranjero y entregar al cuentapropista en Cuba.
Por otra parte, un 7,5% dijo adquirirlos en el mercado agropecuario, un 5% en el mercado mayorista y otro 5% por otras vías, aunque no especifica cuáles. Un 5% declara que no los compra.
Compiten con las empresas estatales
Un 17,5% admitió comprar en el mercado negro corriendo riesgo de confiscación
Hay quien pudiera pensar que al no ser demasiados, los trabajadores por cuenta propia podrían estar ante un terreno por explorar. Sin embargo, la amplia mayoría de los entrevistados por el equipo de Carmelo Mesa-Lago considera que hay competencia (un 84%). De los que afirmaron tener competencia, un 32% dijo que había mucha; un 24% dijo que mucha pero que no le afectaba y un 28% que había pero sin precisar cuánta.
Algunos de los encuestados también muestran dificultades a la hora de negociar con las empresas estatales. Señalan que “hay mucha traba burocrática del Estado” y que en numerosas ocasiones los clientes se niegan a contratarles porque “quieren hacer los negocios con empresas estatales y no con privados”.
Promoción tradicional frente a internet
Para los cuentapropistas cubanos, los modos más habituales de anunciar el negocio son los tradicionales: el boca a boca, a través de volantes, tarjetas de presentación o carteles. Un 73% confía en esta forma para dar publicidad a su negocio.
Mientras, aunque la tendencia es utilizar cada vez más internet, tan solo es usado por el 15%, debido al escaso acceso que tiene la población cubana a esta herramienta (también un 15%).
Además hay un 4% de los encuestados que ha decidido no anunciarse. De hecho, uno de los encuestados afirmó que no había insertado anuncios en las páginas amarillas de la guía telefónica “no tanto por el costo sino porque a veces es mejor ser prudente, evitar mucha publicidad”.