María Rodríguez (ALN).- Tras la exitosa serie ‘Narcos’ se popularizaron camisetas con una frase célebre del narcotraficante Pablo Escobar: “Plata o plomo”. No hizo falta que Netflix lanzara otra serie sobre el tráfico de drogas en la comarca del Campo de Gibraltar, al sur de España, para que aparecieran igualmente unas polémicas camisetas que muestran, esta vez de forma totalmente explícita, el apoyo a los narcos que operan en la zona. La narcocultura también llegó a Algeciras.
La narcocultura ya existía antes de que la vida del narcotraficante Pablo Escobar saltara de Medellín (Colombia) a Netflix en 2015 y de ahí a la gran pantalla y protagonizara, además, best-sellers literarios tanto en América como en Europa. “Ya desde la década de 1930, por ejemplo, aparecen los narcocorridos [en México], un género musical popular que narra las experiencias y puntos de vista de los narcos”, explica al diario ALnavío Beltrán Roca Martínez, profesor de Sociología de la Universidad de Cádiz.
No obstante, “es cierto que Netflix y la globalización han reforzado e internacionalizado la narcocultura”, subraya Roca. El profesor se refiere a la exitosa serie estadounidense Narcos, basada en hechos reales, los de una guerra entre los cárteles de Medellín y Cali en la década de los 80 y donde Escobar es uno de los narcotraficantes protagonistas.
Netflix y la globalización reforzaron e internacionalizaron la cultura del narco
Tal éxito cosechó la serie que surgió merchandising de todo tipo, especialmente camisetas y sudaderas con una frase célebre con la que Escobar solía advertir a políticos y policías: “Plata o plomo”.
No hizo falta que Netflix lanzara una serie sobre qué ocurre con el narcotráfico en la comarca del Campo de Gibraltar, al sur de España, para que aparecieran igualmente unas polémicas camisetas que muestran -esta vez de forma explícita- el apoyo a los narcos que operan en la zona. Y es que la narcocultura también ha llegado a esta comarca española, que desde hace dos años padece una escalada de violencia vinculada con el narcotráfico, según critican las asociaciones antidroga que trabajan en la zona (Leer más: El narcotráfico manda y no en Medellín sino en el sur de España).
El portal La Calle Real, de la Línea de la Concepción, cercano al municipio de Algeciras (ambos en el Campo de Gibraltar), publicó en mayo un artículo en el que mostraban la citada y polémica camiseta. En la nota afirmaron que la imagen les llegó a la redacción “cuando son muchos los linenses que luchan por la buena imagen de la tierra”.
📦 Narcotráfico: Lo último, lucir una camiseta con una narcolancha🚤El diseño que apoya a los narcos de La Atunara genera gran indignación. Sin embargo, el problema radica en el fondo y forma👉🏻 Urge erradicar por completo esta actividad delictiva de la médula de la sociedad. pic.twitter.com/kPq9L6y3T7
— UFP (@ufpol) 23 mai 2018
En la foto se ve a una chica de espaldas que lleva puesta una camiseta en la que puede leerse el nombre de La Atunara, un barrio de la Línea de la Concepción ligado tradicionalmente al narcotráfico. Debajo aparece dibujada una lancha de las que se usan para el tráfico de drogas, cargada de fardos, y más abajo aún el lema “Orgullo linense”.
“Es una muestra más, aunque sea de una pequeña parte de la población, de los que apoyan o ven con buenos ojos esta actividad delictiva en la comarca”, explicó al diario ALnavío José Encinas, delegado de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Cádiz (Leer más: El narcotráfico reta al Estado en Algeciras con unas polémicas camisetas).
Encinas advirtió que quienes la luzcan “estarán involucrados directamente” con el narcotráfico y añadió: “Esto demuestra que hay gente que no tiene ningún respeto por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la impunidad con la que se está actuando en la zona”.
Pero aún hay más porque el delegado de AUGC en Cádiz insistió en que no se trata sólo de camisetas. “También en objetos de cumpleaños de críos, donde las tartas son embarcaciones [narcolanchas] y aparecen policías”, explicó Encinas y envió uno de estos ejemplos a este diario.
Las imágenes de las camisetas y las tartas llegaron al Congreso de los Diputados de España la semana pasada. Las mostró en una Comisión de Interior Francisco Mena, presidente de la plataforma Por tu seguridad, por la de todos, creada entre asociaciones antidroga y sindicatos policiales y de trabajadores por la necesidad de dar una solución a la escalada de violencia y narcotráfico que vive el Campo de Gibraltar.
“Cortar de raíz esta cultura”
Mena pidió “cortar de raíz esta cultura con contundencia”. Y para ello exigió que se tomen medidas, unas con urgencia, como recuperar el principio de autoridad y acabar con la impunidad destinando los medios policiales y materiales suficientes.
Pero también pidió un plan integral que abarque políticas de empleo y formación, ya que en ciertas barriadas de la comarca el 80% de los jóvenes están en paro y la tentación de infiltrarse en el narcotráfico llega día tras día.
Para el sociólogo Roca, el problema no es que se haya globalizado esta subcultura del narco, sino que se ha alimentado de “valores capitalistas del éxito económico a cualquier precio”.
Una postura similar mantiene David Pere Martínez Oró, doctor en Psicología Social, coordinador de la Unidad de Políticas de Drogas de la Universidad Autónoma de Barcelona y director del Observatorio Etnográfico de Drogas. “Desde la sociología, la cultura del narco denota el fracaso del sistema de valores competitivos y del buen trabajo. Es el fracaso de la realidad sociocultural en la cual se inscribe la mayoría de los jóvenes”, explica a este diario.
Pablo Escobar, y otros tantos narcos, como Sito Miñanco en Galicia, acumularon enormes fortunas con su actividad delictiva. En Algeciras, los jóvenes que deciden sumergirse en este negocio tan lucrativo también generan su particular fortuna de “dinero sucio”, como la define Mena (Leer más: Con el ‘dinero fácil’ el narcotráfico conquista a los jóvenes en el sur de España).
En el Campo de Gibraltar hay adolescentes que vigilan con un escúter y un teléfono móvil a las patrulleras y que pueden cobrar unos 600 euros, según detalló Mena en el Congreso. Un lanchero arriesgado que por el transporte de 2.000 y 3.000 kilos de droga cobra entre 30.000 y 50.000 euros. Quienes descargan los alijos se llevan en torno a 3.000 euros. Transportarla vale entre 5.000 y 6.000 euros. Esta también es la cultura del narcotráfico (Leer más: Así funciona el lucrativo negocio del narcotráfico en el Campo de Gibraltar).
¿Qué representa la narcocultura?
Pere insiste en que la narcocultura “representa una mirada nostálgica y romántica del viejo bellaco convertido en Robin Hood”, que robaba a los ricos para repartirlo entre los pobres. Esta idea la asocia a la teoría de la retropía del sociólogo Zygmunt Bauman. “Esta teoría propone que en un sistema que cada vez produce futuros más inciertos y desesperanzados (sociedades donde los hijos viven peor que sus padres), existen esas miradas románticas hacia el pasado”.
Mena también pide un plan integral que abarque políticas de empleo y formación
¿Qué creó esa narcocultura? En el caso de Escobar, este “fue un Robin Hood”, retoma la idea Pere y subraya que “sobre todo -y como tantos otros narcotraficantes- Escobar llenó el hueco que el Estado no llenaba”. La consecuencia es clara: “Tener poblaciones [o al menos sectores de población] cómplices con los narcos, que cierran filas y no les condenan”, concluye Pere.
El dato esperanzador lo recalcó al diario ALnavío Miguel Alberto Díaz, portavoz y confundador de Barrio Vivo, asociación contra la droga en Algeciras. Preguntado por si Algeciras y la comarca se han convertido en una especie de Medellín, Díaz lo negó. “No, porque no han contagiado a las instituciones ni está implicada la sociedad. Es una minoría, pero una minoría muy violenta, con mucho poder, y mucho dinero; sin embargo, el conjunto del Campo de Gibraltar es en 99% gente honrada”, subrayó y añadió que lo que están haciendo es “pelear y plantarle cara al narcotráfico”.