Daniel Gómez (ALN).- Carlos Slim, la primera fortuna de México, dice que el Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México es un proyecto “mágico, detonador e incomparable”. Un proyecto que generará clases medias y hasta un Silicon Valley mexicano. Lecciones de futuro que en esta ocasión no iban dirigidas al presidente de EEUU, Donald Trump, como hizo en enero del año pasado, sino al candidato en las elecciones presidenciales mexicanas Andrés Manuel López Obrador.
Mientras los candidatos a la Presidencia en México piensan en el 1 de julio, el día en el que se celebrarán las elecciones, Carlos Slim, la primera fortuna del país y la séptima del mundo, tiene la mente puesta en el futuro, en lo que pasará dentro de 15 años. De ahí la férrea defensa que hizo este lunes del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.
Se trata de un proyecto “mágico, detonador e incomparable”. Un proyecto que, según el magnate, generará empleo, clases medias y hasta un Silicon Valley mexicano, tal como dijo en una rueda de prensa de casi dos horas.
“En mi vida he visto un proyecto que pueda tener tanto impacto sobre un área. El único que yo podría comparar es el Canal de Panamá cuando se lo devolvió Estados Unidos. Lo más importante no es sólo que esté en la ciudad, sino que está en el área de la ciudad donde más pobreza hay”, detalló.
Slim, de 78 años, no exagera. Aseguró que nunca ha visto nada igual. Por eso, preparó en su inseparable libreta y con anotaciones a bolígrafo cada detalle de la comparecencia.
Al igual que midió cada palabra, el magnate también midió el momento. Apareció a falta de dos meses y medio para las elecciones, con Andrés Manuel López Obrador, no sólo liderando las encuestas, sino asegurando que cancelará el nuevo aeropuerto si es elegido.
Apareció como hizo en enero de 2017 –aquella fue su última intervención pública- cuando contrarrestó, con lecciones de futuro, el incendiario discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra México (Leer más: Carlos Slim le enseña un poco de futuro a Donald Trump).
Justo igual que entonces, Carlos Slim se quitó la etiqueta de empresario para colgarse la de líder nacional. Sin menciones explícitas al candidato de la izquierda, defendió que lo que necesita México es “inversión, inversión y más inversión”.
También se refirió al proyecto alterno al aeropuerto diseñado por el equipo de López Obrador, sin mencionar el nombre de este último. Esta propuesta aboga por potenciar la terminal actual y la base militar de Santa Lucía. Cosa que para Slim no es suficiente.
No es suficiente, primero, por una cuestión de comodidad. La base militar de Santa Lucía está a más de una hora en coche de la capital. “Vamos a tener a los turistas perdiendo al menos una hora o más de su tiempo”, dijo.
Lo segundo es la capacidad. La propuesta alterna calcula recibir 80 millones de pasajeros al año. El nuevo aeropuerto, precisó Slim, podrá acoger hasta 125 millones.
El tercer y último punto corresponde a una cuestión de imagen. El aeropuerto, diseñado por el arquitecto británico Norman Foster y el mexicano Fernando Romero (yerno de Slim), está llamado a ser un icono de modernidad.
“El primer impacto de un turista es el aeropuerto. Es la tarjeta de presentación de un país. Es muy importante que vean un aeropuerto de clase mundial, que vean que México es un país en desarrollo y crecimiento, con intenciones de entrar ya al desarrollo”, apuntó.
Hubo un momento en el que Slim sí hizo una mención directa a López Obrador. Fue en la rueda de prensa posterior al discurso. Preguntado por si trata de convencer a AMLO, Slim sostuvo que no. “Convencerlo ahorita no. Ahorita son candidatos, así que hagan sus estudios. Deben analizar la base más a fondo”.
Al magnate también le preguntaron si tiene miedo de que suspendan el proyecto. Al respecto declaró: “Suspender el proyecto es suspender el desarrollo del país. Veo tantas cosas buenas, tantas cosas favorables… Si hay problemas de honestidad que se busque y castigue. México necesita un proyecto de estas características, de esta dimensión”.
Un lugar simbólico
Como Slim lo midió todo, el lugar de la conferencia también fue simbólico. Se celebró en el Museo Soumaya que Slim construyó en 2011 en honor a su difunta esposa, Soumaya Doumit. Este museo, también diseñado por Fernando Romero, fue todo un dinamizador en Ciudad de México.
A su alrededor se construyeron plazas, hoteles, bares y restaurantes. Al mismo tiempo, ubicó a México como una de las capitales mundiales del arte. Sus colecciones son de las más prestigiosas, así como el propio museo, reconocido mundialmente como una joya arquitectónica.
Slim: “Es muy importante que vean un aeropuerto de clase mundial, que vean que México es un país en desarrollo”
Slim entró a la sala acompañado de la libreta y también de dos diapositivas. La primera era un mapa del lugar donde se construye el nuevo aeropuerto. La otra, una propuesta que confeccionó el pasado jueves. En ella expuso lo que pretende hacer en el actual aeropuerto de Ciudad de México: un nuevo Paseo de la Reforma.
En ese nuevo Paseo de la Reforma, que, según Slim, conectará el viejo aeropuerto con el nuevo, contempla un bulevar de zonas verdes, peatones y bicicletas. También grandes oficinas, centros comerciales, hoteles, una ciudad universitaria y un foco tecnológico que bautizó como el Silicon Valley mexicano.
“Es un espacio tan grande que no sólo no se tiraría el dinero, sino que crearía un valor enorme. En 10, 15 años, la clase media habrá crecido, acabando con la marginación muy rápido”, apuntó.
El nuevo aeropuerto ha suscrito 321 contratos hasta la fecha. Estos suman 7.800 millones de dólares. De ese dinero, 3.900 millones corresponden al consorcio liderado por el Grupo Carso de Carlos Slim. En este también participa la constructora española del magnate, FCC, y la también española Acciona.