Patricia J. Garcinuño (ALN).- Latinoamérica está obligada a innovar en sus planes urbanísticos y a enfrentar los efectos negativos de la elevada concentración de población en las ciudades. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, un 86% de los habitantes de la región vivirá en una urbe en 2050. En América Latina un 80% de la población vive en ciudades, lo que la convierte en la región más urbanizada del planeta. Un porcentaje que, lejos de disminuir, se acentuará en los próximos años, pasando a un 86% en 2050, según las previsiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Con estos datos presentes, los alcaldes de las principales urbes latinoamericanas estudian cómo hacer más fácil la vida y el movimiento de los ciudadanos.
Buenos Aires, Ciudad de México y Miami son tres ejemplos paradigmáticos de nueva planificación de las metrópolis, y así lo hicieron ver sus representantes en el Foro de Ciudades de América Latina ante los desafíos globales, organizado por el diario El País en la capital argentina. “Hay que hacer algo distinto a lo que estábamos haciendo. Tenemos un desafío enorme”, afirmó Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de Buenos Aires.
Un 23% de los habitantes de las ciudades latinoamericanas, 113,4 millones de personas, viven actualmente en favelas
Una de las características de estas megaciudades es que deben planificar el urbanismo teniendo en cuenta que la población prácticamente se duplica durante el día, ya que muchos trabajan en ellas, pero luego se marchan a dormir a las afueras. “Ciudad de México tiene nueve millones de habitantes, pero le tenemos que dar servicio a 17 millones”, ejemplifica Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la capital mexicana.
Entre los aspectos clave para mejorar la relación del ciudadano con urbes tan masificadas está, sin duda, el mejorar las conexiones del transporte público y reducir los tiempos. “Según las encuestas que hemos realizado, ocho de cada diez habitantes prefieren utilizar el transporte público”, apuntó Juanjo Méndez, secretario de Transporte de Buenos Aires. Un objetivo que el Ayuntamiento de la capital dice tener claro, aunque sin detallar cómo van a lograrlo.
Lo que sí es seguro es que, en plena era tecnológica, el uso que se haga de los datos digitales va a ser fundamental para planificar la movilidad de una ciudad. El año pasado el consumo de datos fue igual a la suma de todos los años anteriores. Su análisis puede ayudar a conocer los flujos de tráfico en una urbe, según explicó Ana María Serrat, gerente de Administración Pública, Defensa y Seguridad de Telefónica de Argentina. El director general de Indra de España y Latinoamérica, José Cabello, fue más allá: “También se pueden extraer nuevas relaciones de este conjunto de datos que nos pueden llevar a saber los turistas que están llegando o cómo funciona el comercio. De este modo, los gestores saben de antemano cómo pueden funcionar las decisiones que tomen”.
Una buena planificación es especialmente importante en Miami, donde han visto cómo la población crecía un 150% durante los últimos 15 años, un incremento de más de 88.000 residentes, según la Autoridad de Desarrollo del Downtown de la ciudad. Y lo ha hecho de forma vertical, aumentando cada vez más la altura de sus edificios. La batalla para adaptarse a este nuevo contexto urbanístico, según el alcalde Tomás Pedro Regalado, será en solitario: “Nuestra mayor dificultad es que estamos totalmente desconectados de los legisladores estatales y federales”.
La lucha contra la desigualdad
Otro de los grandes problemas de América Latina es la desigualdad, entre cuyos rasgos más significativos destaca que un 23,5% de los habitantes de las ciudades (alrededor de 113 millones de personas) vive actualmente en favelas y sin acceso a los servicios básicos, según datos del BID. Este es un problema que preocupa especialmente en la capital argentina, ya que de los casi tres millones de residentes de Buenos Aires, 250.000 lo hacen en las denominadas ‘villas de emergencia’.
La población de Miami ha visto aumentar su población en un 150% durante los últimos 15 años
“Tenemos un plan de aquí a 2019. Queremos que el 40% de las personas que viven en las villas se integren en la ciudad y que el resto, al menos, esté en proceso de integrarse”, explicó Horacio Rodríguez, poniendo como ejemplo de este ambicioso proyecto la remodelación de la Villa 31, una zona de chabolas donde viven 47.000 personas y que el gobierno está urbanizando. Para esta conversión cuentan con el apoyo del BID y del Banco Mundial.
La vulnerabilidad contra la que se quiere luchar también depende en gran medida de la sanidad de cada zona. Por eso, iniciativas como ‘El médico en tu casa’, impulsada por el gobierno de Ciudad de México, resultan esenciales. Este proyecto consiste en que sea un equipo de personal sanitario el que llame casa por casa para atender directamente a los vecinos. En principio estaba enfocado a ayudar a jóvenes embarazadas que no iban al médico hasta el sexto o el séptimo mes de embarazo. Sin embargo, descubrieron que el perfil del paciente era mucho más amplio. “Nos encontramos a gente postrada en su cama, personas mayores con discapacidad, enfermos abandonados. Personas que por más centros de salud que se pongan no van a poder ir”, señaló Mancera.
“Social y económicamente es mucho mejor hacer prevención que después curar”, defendió Mancera, al tiempo que apuntó que esta iniciativa ya está presente en 11 estados de la República Mexicana y se ha implementado en varios países de Europa, de Latinoamérica y de Estados Unidos.
El cambio climático, la conversación ineludible
Las megaciudades tienen que planificar su urbanismo contando con una población que se duplica durante el día / Silvina Frydlewsky y Mariano Martino: El País
Otra de las batallas más importantes para las ciudades costeras es la del cambio climático. Los cálculos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático apuntan a que el nivel del mar subirá aproximadamente un metro en el próximo siglo, algo que obliga a las urbes a replantear toda su planificación. En Miami, una ciudad cuya mayor parte está a 60 centímetros de altura sobre el nivel del mar, la preocupación está llevando a que haya incluso “bancos en la costa de Florida que solo hacen hipotecas a 15 años”, según afirma su alcalde, ya que las entidades dudan de cuál será la situación de la metrópoli en unos años. “Decir que esta conversación se puede posponer otros 20 años es una absoluta irresponsabilidad”, remató.
En el último mes, según Regalado, han recurrido al asesoramiento de la consultora Deloitte sobre seguros por inundaciones para combatir los efectos del cambio climático. “Estamos insistiéndole a los residentes que es un peligro real y que debemos hacer algo para salvar el futuro de los hijos de nuestros hijos”, comentó. Los datos de la Universidad de Miami han concluido que las inundaciones por lluvias han aumentado un 33%, mientras que las inundaciones de marea repuntaron un 400% desde 2006. Para reforzar esta toma de conciencia, la Administración quiere potenciar el uso de energías renovables. Hace varios meses se aprobó una normativa que eliminó todas las tarifas para colocar placas solares. “Es un incentivo que le damos a los ciudadanos para que contribuyan y se conciencien”, concluyó.