María Rodríguez (ALN).- Pese a la apertura de Mauricio Macri, la economía argentina continúa en proceso de transformación y la divisa aún se mantiene muy sensible. Sólo el jueves se devaluó 9% frente al dólar. El Banco Central de la República elevó el tipo de interés hasta 40% para estabilizar el mercado y darle atractivo a las inversiones, porque, según analistas consultados por ALnavío, el país las necesita “como agua de mayo”.
La situación económica de Argentina sigue estando complicada porque “la inflación no está bajando todo lo rápido que el gobierno de Mauricio Macri quisiera y sobre todo porque no vienen las inversiones extranjeras que este esperaba”. Así lo declaró al diario ALnavío Mario Weitz, profesor de macroeconomía en la escuela de negocios ESIC.
“Argentina necesita como agua de mayo inversiones, y Macri pensó que automáticamente, al venir un gobierno más prooccidental, moderado, abierto, iban a venir y la gran decepción ha sido, y Macri lo dice, que no han venido”, afirmó Weitz, y matizó: “Mi impresión es que hasta que no quede claro el tema de que Macri se consolide y le vaya bien, la empresa extranjera estará dudando”.
Ahora, el desplome del peso argentino podría sumarse a las dudas que ya mantienen las empresas para invertir en Argentina. Y es que el país arranca la semana con la incertidumbre de cómo se comportará su divisa y si serán suficientes las medidas adoptadas por el Banco Central de la República (BCRA) para generar confianza y fortalecer la moneda ante los bruscos vaivenes del mercado cambiario.
Dujovne: “La idea es que la volatilidad sea baja, pero sabiendo que tenemos una moneda que flota”
El peso argentino se desplomó a lo largo de la semana pasada 6,06% frente al dólar estadounidense. Sólo el jueves se devaluó 9% y aunque logró recuperarse tímidamente, tocó mínimos históricos, en torno a los 22,39 pesos.
Entre las medidas del BCRA para defender el cambio del peso frente al dólar destaca la decisión del pasado viernes de elevar el tipo de interés en 675 puntos, hasta 40%, la tasa más alta del mundo, según recoge la BBC. El Banco Central de Argentina dijo en un comunicado que busca estabilidad en el mercado con una medida que intenta darle atractivo a las inversiones en pesos.
Todo para alejar de la mente de los argentinos la posibilidad de que se produzca otro corralito como el vivido en 2001. Desde el Gobierno intentan proyectar tranquilidad. “La idea es que la volatilidad sea baja, pero sabiendo que tenemos una moneda que flota”, respondió este domingo el ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, en un programa del canal América TV.
Alejandro Varela, gestor del fondo Renta 4 Latinoamérica, explica al diario ALnavío que la brusca depreciación del peso de la semana pasada “obviamente parece una señal de que todavía Argentina está en proceso de transformación” y subraya: “No podemos dar por hecho que se haya producido un cambio radical [en la economía del país] de la noche a la mañana”. Asimismo, Varela apunta que “los inversores siguen temerosos”.
Ahora bien, “estamos viendo depreciación en todas las divisas en Latinoamérica en general, no sólo es un tema que se circunscribe a Argentina”, matiza Varela. “La posibilidad de una subida de tipos o de una apreciación del dólar está causando preocupación en todas las regiones emergentes, pero está claro que Argentina todavía mantiene un nivel de sensibilidad bastante elevado y los inversores todavía consideran que hay cierto riesgo en la región”, insiste el gestor de fondos.
Preguntado por cómo afecta esta situación en Argentina a la evolución del fondo Renta 4 Latinoamérica (el más rentable en España en 2016), Varela afirma que “se ha notado algo, especialmente en la última semana”, pero por otra parte recuerda que no tienen mucho peso en este país. “El fondo iba muy bien y ahora está algo más parado. Se debe a que las divisas están pesando un poco en el comportamiento del fondo”, explica el gestor.
“Estamos viendo depreciación en todas las divisas en Latinoamérica en general, no sólo en Argentina”, matiza Varela
Por el momento, la subida del dólar ya empezó a impactar en los alimentos. Según el diario Clarín, grandes cadenas y autoservicios argentinos aseguran que sus proveedores ajustaron precios con la excusa de los movimientos del dólar.
En este sentido, la banca de inversión JP Morgan explica en un informe recogido por Infobae que, como consecuencia de la salida de capitales observada en la última semana en el mercado financiero local, auguran un “peso más débil y una inflación más alta” en Argentina. Proyectan para final de año un cambio de un dólar por 24 pesos y una inflación de 22,2%. El Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó en abril que la inflación del país en 2018 sería de 19,2%, frente a 15% que fijó el gobierno de Macri como meta oficial.