Alonso Moleiro (ALN).- Uno de los dirigentes más controvertidos y temidos del escenario latinoamericano, el mexicano Andrés Manuel López Obrador, ahora máximo líder del Movimiento de Regeneración Nacional, tiene una cuenta personal de Twitter que parece diseñada para que nada se interponga entre su persona y el edén de la Presidencia de la República. Los cálculos le ofrecen la primera opción, pero él parece que quiere asegurarse. Ya el poder se le escapó una vez por muy poco, y se tuvo que pasar varias semanas en una plaza con sus simpatizantes mientras se le quedaba fría la etiqueta de Presidente Electo.
La foto que domina la cuenta de la cuenta de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el controvertido líder mexicano que amenaza con llevarse el triunfo en las próximas elecciones presidenciales de ese país y uno de los políticos más discutidos del escenario latinoamericano, ofrece una sugestiva imagen del Zócalo, la gigantesca plaza central de Ciudad de México. Sus seguidores se arremolinan en la gráfica, ahora en torno a su nuevo proyecto, el Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, que parece estar dominando las preferencias en las encuestas, y que trae de cabeza a sus adversarios y a muchos ciudadanos de ese país.
Es López Obrador un agitador natural, un político incómodo al que sus adversarios han hecho todo lo posible por detener. Un dirigente que suele generar noticias y que produce mucha espuma noticiosa con su verbo y su demagogia. Imaginarlo en el poder, de vecino, en la misma era de Donald Trump, siendo ambos populistas de signo y carácter completamente opuesto, parece que fuera un escenario que estimula y seduce a sus copartidarios.
Imaginarlo en el poder, de vecino, en la misma era de Donald Trump, siendo ambos populistas de signo y carácter completamente opuesto, parece un escenario que estimula y seduce
Todavía están frescos en la memoria de muchos los recuerdos de aquella agónica cita electoral de 2006, que llevaron al poder al conservador Felipe Calderón. La presidencia se le había escapado por los pelos a López Obrador, y éste, en un ardid que fue muy criticado, se negó hasta el último momento a reconocer su ajustada derrota, pasando una buena cantidad de tiempo apostado en las calles con sus seguidores, renuente y decidido a formar una especie de presidencia paralela.
Hoy, deslastrado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el partido de la izquierda que contribuyera a fundar hace casi 30 años, el panorama que va camino al poder luce más despejado para el celebérrimo y temido AMLO. Morena, su actual proyecto, parece mucho más ajustado a sus deseos y a su persona. Tal circunstancia se recoge en su cuenta de Twitter. Vemos a un dirigente político empeñado en cuidar todos los detalles para que nadie le venga a echar a perder la fiesta. López Obrador conduce con cautela en su camino, siempre con la fe puesta en que ningún político enemigo, o ningún escándalo inoportuno, se atravesará en su soñado encuentro con el poder.
Este tuit reciente daba cuenta de un viaje inminente a naciones suramericanas, en este caso Chile y Ecuador, siempre con el tono deseado de presidente en la víspera.
Visitaremos dos países de América del Sur con el propósito de informar sobre MORENA. pic.twitter.com/GGMJo1mfmk
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 31 de julio de 2017
Unos días antes, el dirigente populista mexicano comentaba al detalle los números que ofrecía la encuesta encargada por el diario Reforma, que le sonreían ampliamente a su causa.
MORENA tiene 3 años de ser partido y es la primera fuerza política del país. Sigamos luchando por la transformación con entrega y honestidad pic.twitter.com/7UA78ts0mJ
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 23 de julio de 2017
Tres días antes, el día 20, las críticas iban enfiladas a la explotación petrolera incontrolada.
La entrega a particulares de las costas de Yucatán y Quintana Roo, para la explotación petrolera, es un atentado https://t.co/Ow7plng56S
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 20 de julio de 2017
Comparado con Hugo Chávez; temido por las élites de su país; retratado como un populista empeñado en agitar los sentimientos más elementales de la población, a López Obrador, como a otros hombres que se reproducen en el hábitat de la polémica, le gusta agudizar las contradicciones interpretativas en torno a su persona.
Muchos inscriben su figura dentro del panorama universal que documenta la emergencia de los populistas antisistema; aquellos que se nutren de las propias contradicciones de la democracia para organizar las cosas en torno a su persona. Hay un terreno emocional en el cual quedan lágrimas de amor propio por exprimir. Su mensaje, fundamentado en la idea de la esperanza nacional, parece descansar en el orgullo nacional mexicano, tan lastimado por la gangrena de la corrupción y los constantes recados que deja un Estado fallido.
Ya está en librerías mi nuevo libro «Oye Trump». pic.twitter.com/UgoGpLS4yc
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 18 de julio de 2017
Al triunfo de MORENA se va a garantizar el derecho a disentir; nadie será espiado, censurado o reprimido. Habrá libertad de expresión. pic.twitter.com/LRgg29epsO
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 14 de julio de 2017
En los gobiernos de Calderón y Peña, Odebrecht entregó sobornos a funcionarios del más alto nivel;siguen sin castigo https://t.co/v0EIBCZEx8
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 11 de julio de 2017
En un ejemplar ambiente de unidad celebramos el Consejo Nacional de MORENA pic.twitter.com/qADDrzIQdq
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 9 de julio de 2017
En Hermosillo terminamos de firmar, con ciudadanos independientes y militantes de partidos, Acuerdos de Unidad en las entidades del país. pic.twitter.com/0m8BWYwWFu
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 9 de julio de 2017