Leticia Núñez (ALN).- Latinoamérica inició a finales de 2017 un ciclo de alta intensidad electoral. Tras los comicios de Chile y Honduras, este año otros seis países de la región, incluidos México y Brasil, acudirán a las urnas para elegir presidente. En 2019 lo harán otros seis, entre ellos Argentina y Bolivia. Está en juego la confirmación, o no, del cambio de tendencia política que vive América Latina con el giro hacia el centro-derecha de los últimos años. Del resultado de las elecciones también dependerá la adaptación de las economías regionales al nuevo contexto internacional. “Va a ser intenso”, dice el investigador Carlos Malamud.
14 elecciones presidenciales en apenas 24 meses. América Latina inauguró en noviembre del año pasado un intenso calendario electoral que la llevará a no despegarse de las urnas hasta prácticamente finales de 2019. La región “está ante un bienio decisivo”, tal como asegura Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano sobre Latinoamérica, en declaraciones al diario ALnavío. Decisivo porque, entre otros asuntos, las cuatro mayores economías de la región –México, Brasil, Colombia y Argentina– van a votar en este bienio.
Está en juego la adaptación de las economías regionales al nuevo contexto internacional y la confirmación, o no, de que Latinoamérica vive un cambio de tendencia política. “La América Latina de los años 20 del siglo XXI se va a diseñar e ir tomando forma a lo largo de este bienio (2017-2019)”, dice Rogelio Núñez, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), en un informe publicado por el Real Instituto Elcano.
El resultado que arrojen las urnas, desde Costa Rica hasta Colombia pasando por Venezuela, decidirá la forma que tomen los posibles cambios. “Tras el consenso neoliberal de los años 90, el giro a la izquierda de la pasada década (giro heterogéneo y diverso que no se dio ni en todos los países ni de forma similar), América Latina estaría entrando en un momento de transición y experimentando otro giro, esta vez hacia la derecha o, para ser más precisos, hacia un centro-derecha de carácter pragmático y reformista donde Mauricio Macri y quizá Sebastián Piñera serían dos de los más evidentes representantes”, sostiene Núñez.
Para 2018, el FMI prevé que América Latina crecerá 1,9% y 2,6% en 2019
La primera en despejar la incógnita será Costa Rica. El próximo 1 de abril se celebra la segunda vuelta de los comicios presidenciales. El oficialista Carlos Alvarado y el evangélico Fabricio Alvarado protagonizarán la contienda electoral. Según la última encuesta, elaborada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica, hay un empate técnico. Carlos Alvarado obtendría 41% de los votos y Fabricio, 39%.
Gane quien gane, el reto es “enorme”: la crisis fiscal. Además, asumirá la Presidencia de un país con el desempleo juvenil por las nubes, con la desigualdad en aumento y “sin recursos”, según Juan Carlos Hidalgo, analista del Cato Institute (Ver más: El próximo presidente de Costa Rica tendrá que enfrentar una “profunda” crisis fiscal).
De Costa Rica a Paraguay, que elegirá presidente el 22 de abril en una sola vuelta. Casi 30 años después de la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, el hijo de una de sus principales figuras, Mario Abdo Benítez, se lanzó a la carrera por la Presidencia de la República. Lo hace apoyado por un amplio sector del gobernante Partido Colorado. Se medirá a la dupla Pedro Efraín Alegre – Hermes Leonardo Rubin de la Gran Alianza Nacional Renovada, que integra al Partido Liberal y al Democrático Progresista, entre otros.
Según Malamud, “salvo catástrofe, la hegemonía del Partido Colorado se va a volver a imponer”, puesto que es una formación “histórica” y “con fuerte implantación popular en el país”. Por ello, vaticina que “muy probablemente veremos un nuevo presidente del Partido Colorado al frente de Paraguay”.
“Va a ser un megafraude de Maduro”
El siguiente será Venezuela. En un principio, el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, convocó elecciones de manera unilateral y sin el respaldo de la oposición para el 22 de abril. Después las retrasó al 20 de mayo. Los principales países de América Latina, agrupados en el Grupo de Lima, rechazaron la convocatoria al considerar que “carece de legitimidad y credibilidad”.
En este sentido, Malamud sostiene que “si hay una característica común a la mayor parte de los procesos electorales latinoamericanos en marcha es la incertidumbre, con una excepción y media. La media es Costa Rica, donde sabemos que un Alvarado va a ser presidente, y la otra es Venezuela, donde sí está claro que el próximo presidente va a seguir siendo Nicolás Maduro”. Según el experto, catedrático de Historia de América, más que comicios habrá una farsa electoral. “Va a ser un megafraude de Maduro”, advierte.
“Es pronto para saber hacia dónde se van a inclinar las tornas en una elección a doble vuelta”, dice Malamud sobre Colombia
Apenas una semana después llegará el turno de Colombia. No obstante, este domingo los candidatos se enfrentan a la primera prueba de fuego con los comicios legislativos, de los que saldrán los aspirantes definitivos que competirán el 27 de mayo por suceder a Juan Manuel Santos. Por fin se sabrá si el candidato uribista, Iván Duque, opta a la Casa de Nariño, y también si se medirá al izquierdista Gustavo Petro, de Colombia Humana. Por ahora, ambos lideran las encuestas (Ver más: Colombia despejará este domingo la incógnita de los candidatos a la Presidencia).
“Es un escenario de mucha incertidumbre”, señala Malamud, agregando que “es pronto para saber hacia dónde se van a inclinar las tornas en una elección a doble vuelta” –la segunda ronda será el 17 de junio-. Los comicios serán también los primeros a los que concurra la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), el partido de la antigua guerrilla, con Rodrigo Londoño, alias Timochenko, como candidato. No obstante, los sondeos le sitúan en último lugar con 0,3% de los votos. La cita determinará, por tanto, el rumbo de un país que acaba de salir de un conflicto armado de más de medio siglo.
Relevo a Enrique Peña Nieto y Michel Temer
No hay respiro en este 2018 para Latinoamérica. Tras Colombia llegará el turno de México el próximo 1 de julio. Por el oficialismo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentará al exministro de Hacienda del presidente Enrique Peña Nieto, José Antonio Meade Kuribreña. Por otro lado, el candidato que por el momento se posiciona ganador es el izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), del Movimiento de Regeneración Nacional.
Según la última encuesta, realizada por Parametría y publicada este miércoles en exclusiva por Reuters, López Obrador posee un 35% de apoyo. Ricardo Anaya, de la coalición Por México al frente, ocupa el segundo puesto con 21% en intención de voto. Supera a Meade, que cae por segundo mes consecutivo de 18% a 16%. El fundador de Parametría, Francisco Abundis, apunta que AMLO podría haberse beneficiado de la pelea que mantienen Meade y Anaya: “Se están haciendo daño entre ellos. Para el ciudadano es muy cansado este tipo de disputas”.
“La América Latina de los años 20 del siglo XXI se va a diseñar a lo largo de este bienio (2017-2019)”, señala Rogelio Núñez
Llegados a este punto, Malamud destaca que “habrá que ver si se mantiene la pugna entre Meade y Anaya o si bien uno de los dos atrae la atención de aquellos que se quieren oponer a una llegada de López Obrador”.
Por si fuera poco, aparte de México, la otra potencia latinoamericana también elegirá presidente este año. La cita con las urnas en Brasil está fijada para el 7 de octubre. Está en juego ver quién será el sucesor de Michel Temer, quien accedió al poder tras el impeachment a Dilma Rousseff. La segunda vuelta, en caso de necesitarla, sería el 28 del mismo mes. Por ahora no se sabe si el propio Temer volverá a ser candidato, aunque su frágil estado de salud dificulta los planes de que compita por la reelección.
Hasta ahora, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) lidera las encuestas como candidato del Partido de los Trabajadores a pesar de que en enero un tribunal de Porto Alegre le aumentó la condena de nueve a 12 años de cárcel por corrupción y lavado de dinero. De hecho, este martes sufrió una nueva derrota en la batalla para evitar el ingreso en prisión después de que el Tribunal Supremo de Justicia rechazó el recurso de habeas corpus que presentó Lula. Le queda aún el Tribunal Supremo como última posibilidad de esquivar la cárcel en las próximas semanas.
El “bienio decisivo” del que habla Malamud se completa en 2019, un año casi igual de intenso que 2018. Habrá elecciones presidenciales en seis países latinoamericanos. El 3 de febrero en El Salvador, Panamá en mayo, el 19 de junio en Guatemala, mientras que el plato fuerte llegará en octubre con los comicios de Argentina, Bolivia y Uruguay.
¿Y la economía?
El rediseño del mapa político latinoamericano coincide con la encrucijada económica. Según Rogelio Núñez, “los gobiernos que salgan de las urnas y los Parlamentos que se conformen deberán afrontar profundas modificaciones y cambios estructurales en la búsqueda de mayor competitividad y productividad para unas economías atrapadas en una doble espiral de debilidad: económica (por la baja expansión del PIB) y política (gobiernos, en la mayoría de los casos, sin un fuerte sustento social y sin voluntad política para impulsar la agenda reformista)”.
En su opinión, el lento crecimiento va camino de transformarse en una “característica estructural”. Por ello, concluye: “Sin reformas que hagan más competitiva y productiva a la región es altamente improbable que se produzca la aceleración siempre esperada (más allá de repuntes concretos), lo cual conduce, en el mejor de los casos, a una América Latina perennemente atrapada en un crecimiento insuficiente, levemente superior a 1% y muy lejano del 5% deseable”. Para 2018, el FMI prevé un crecimiento de 1,9% y de 2,6% para 2019. Ya lo había advertido Malamud: “Va a ser intenso”.