Caleb Zuleta (ALN).- Lo menos que quiere Alemania es que la maquinaria económica se detenga. Por ello Alemania abre los abrazos a la migración extranjera. La que viene desde más allá de las fronteras de la Unión Europea. Eso sí, migración especializada. Ingenieros, médicos, enfermeros, camareros, mano de obra para la industria de la construcción, gente de las nuevas tecnologías. Toda una oportunidad para la migración de Venezuela. Hay 1.400.000 puestos de trabajo esperando.
En Alemania ya trabajan 2,5 millones de extranjeros. Pero falta más. El gobierno de Angela Merkel en conjunto con la red empresarial y los sindicatos acaba de lanzar un plan para atraer mano de obra especializada. Mano de obra de la migración. El plan primero tiene que ser aprobado por la Unión Europea. Lo que se considera un mero trámite. De modo que el programa puede estar listo para marzo de 2020. Pero Alemania ya cuenta con una Ley que incentiva la contratación de trabajadores extranjeros.
Más del 50% de los empresarios agrupados en la Cámara de Industria y Comercio considera que la falta de mano de obra calificada es un problema, un elemento que afecta los negocios, en la actualidad y hacia el futuro. El Instituto de Investigación y Empleo ha cifrado la necesidad en 1.359.000 vacantes.
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Con un nivel de desempleo mínimo, a pesar de que la economía apenas manifiesta un crecimiento técnico o se ubique al borde de la recesión, el principal problema es la carencia de mano de obra. Ya la interna, la local, o la nacional, no es suficiente. Y el gobierno Federal de Berlín calcula que la que proviene de los países que integran la Unión Europea, va a disminuir y no va a cubrir las plazas.
Alemania no es un destino que los venezolanos del éxodo ubiquen entre las prioridades, como España o Portugal. El idioma es una barrera. Pero ya hay aproximadamente 7.000 viviendo en el territorio Federal. Y hay personas acogidas en refugio, que han pedido asilo. De hecho, los de Venezuela son los migrantes que encabezan la lista de países de América Latina y el Caribe de solicitud de asilo, muy por encima de Colombia, muy por encima de Cuba y Nicaragua.
Alemania espera. La principal condición es que el migrante sepa hablar alemán. El Estado mantiene programas de estudio. Los trabajadores pueden arribar al país sin contratos de trabajo firmados. Las empresas, por su parte, ya diseñan planes de reclutamiento. La demanda es diversa.