María Rodríguez (ALN).- El expresidente Rafael Correa anuncia que regresará a Ecuador el 24 de noviembre para “defender los programas sociales y los avances económicos” de sus 10 años en el Gobierno. Un legado que no ve con buenos ojos en manos de Lenín Moreno. Además, ese día se celebra el juicio contra el exvicepresidente Jorge Glas por presunta vinculación con el caso Odebrecht y Correa se muestra como un fiel defensor de la inocencia de quien fue su número 2.
Vuelve Rafael Correa. Tras más de cuatro meses viviendo en Bruselas, desde donde ha seguido, opinado y criticado las políticas del gobierno de Lenín Moreno y también ha protagonizado encontronazos continuos con el mandatario de Ecuador a cuenta de las dificultades económicas que vive el país, el expresidente se plantea pisar de nuevo suelo ecuatoriano. Será el próximo viernes 24 de noviembre, según anunció en una entrevista concedida a la agencia The Associated Press.
Lo hará para “defender los programas sociales y los avances económicos” que le hicieron “recibir el cariño de muchos ecuatorianos pobres”, tal como explicó el político y recoge la agencia. Correa no ve con buenos ojos que su legado, tras una década en el Gobierno, esté en manos de Moreno.
No obstante, “desde que es expresidente, Correa ha anunciado cuatro o cinco veces que volvería y no ha sido así”, comenta al diario ALnavío Luis Espinosa Goded, profesor de Economía en la Universidad San Francisco de Quito. Ahora bien, “cada vez es más probable porque las cosas se están poniendo más difíciles para él y su movimiento ciudadano”, puntualiza. “No le vale defender su legado desde Bruselas porque no puede manejar los hilos de poder desde allí. Pensaba que con Moreno iba a ser así, pero no. No puede estar tranquilo porque se desmorona su legado”, subraya el académico.
Espinosa: A Correa “no le vale defender su legado desde Bruselas porque no puede manejar los hilos de poder desde allí”
Lejos quedaron las buenas palabras y gestos que se dedicaron Correa y Moreno en la campaña electoral del pasado mes de abril. En ese momento, Moreno negó que el país estuviera inmerso en una crisis y sostuvo que Correa dejaba “la mesa servida”, en referencia a una supuesta economía saneada. Una vez en la Presidencia, Moreno aseguró que esa misma mesa “no estaba servida” y culpó a su antecesor de las dificultades. Y es que Correa se fue con la economía en rojo.
De hecho, 2016 fue el único año en la última década en que Ecuador no creció. Según datos del Banco Central, la economía disminuyó 1,5% por la caída del precio del petróleo, el encarecimiento del dólar y el pago a Chevron y Oxy tras perder el país un juicio internacional con estas petroleras.
Para 2017, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el Producto Interior Bruto (PIB) de Ecuador crecerá apenas 0,2% y que este se elevará sólo hasta 0,6% en 2018.
De viajar Correa a Ecuador este viernes, Espinosa Goded plantea tres recibimientos:
– “Uno hostil de la oposición, que lo mal recibirán, al igual que gran parte de la sociedad ecuatoriana”.
– “El recibimiento de su propio partido que, aunque no será públicamente hostil, sí tendrá cierto malestar porque viene a hacer la oposición a Lenín Moreno”. En este punto, el profesor recuerda unas declaraciones de Moreno en las que ironizó que en Ecuador “no tenemos ningún expresidente en la cárcel, pero no perdemos la esperanza”.
A propósito de la paranoia… @Lenin, @marialevicuna, @emangasm, @MCarvajal_A, @ppsesa pic.twitter.com/watK6riQ7Q
— Leninistas Ecuador (@LeninistasEC) 21 de octubre de 2017
– El tercer recibimiento será el de “la camarilla de Alianza País”, que según Espinosa Goded estaría formado por 30 asambleístas, la mitad de la bancada del movimiento, y son quienes le prepararían actos de homenaje y conferencias en las que participe.
Correa llegará a Quito el día que se juzga a Jorge Glas
Casualidad o no, el desembarco de Correa en Quito coincide con el día en que Jorge Glas, vicepresidente ecuatoriano desde 2013 y número dos de Correa, será juzgado por la Fiscalía de Ecuador a cuenta de los 13,5 millones de dólares que recibió presuntamente de la constructora brasileña Odebrecht a través de su tío para la adjudicación de cinco contratos entre 2012 y 2016.
Desde que salió a la luz la vinculación de Glas con Odebrecht (motivo por el que Moreno lo apartó del cargo de vicepresidente el 3 de agosto) y en especial desde que Glas ingresó en prisión preventiva el 3 de octubre (acordada por la Corte Nacional de Justicia de Ecuador), Correa ha defendido la inocencia de este desde Twitter.
Son muchos los mensajes de apoyo compartidos por Correa en defensa de Glas: “Odebrecht y sus funcionarios, son corruptos, pero el fiscal no los ‘acusa’. Mientras tanto, el vicepresidente en la cárcel. ¡Qué es esto!”.
Fiscal se abstiene de acusar a Santos, corrupto confeso de Odebrecht, pero acusa al vicepresidente!
¡Qué descaro!
Nos retrocedieron 30 años!— Rafael Correa (@MashiRafael) 8 de noviembre de 2017
A juicio de Correa, el Ejecutivo de Moreno trata de realizar la “judicialización de la política” y considera que el objetivo estratégico del Gobierno es “apoderarse de la vicepresidencia y por eso no han reparado en tratar de destruir la honra de un hombre honesto”, apuntó en una entrevista con Russia Today.
Como parte de las actividades que realizará a su llegada a Ecuador, la prensa del país apunta que el expresidente visitará el 3 de diciembre Esmeraldas, una de las provincias afectadas por el terremoto de 2016, y donde ese día se celebrará la Convención Nacional de Alianza País, a la que ha sido invitado por la dirección del movimiento.